lunes, 24 de diciembre de 2018

Gloria Polo: “Yo me condené… pero el Señor tuvo compasión de mí”



– Buenas tardes Gloria, en exclusiva para María Madre de la Iglesia, ¿cómo ves a la humanidad hoy?


A pesar que solo vivimos para esta vida, los vicios han llenado a la humanidad con el pecado, que es vivo y que va bestializando a la humanidad, pues llena de tristeza y horror ver como las almas se van pareciendo al diablo, lo convierten en su papa, al padre de la mentira, de la prostitución y el aborto.


En mi experiencia, yo abracé a toda la humanidad, en medio de ése mundo de oscuridad, y vi a unas personas como encendidas en llamas como una lámpara encendida, esas son las personas eucarísticas adoradoras de Jesús sacramentado y en ellos palpitaba su pecho por las tantas veces que habían recibido la Eucaristía, iluminando a la humanidad. Cuando veo el Corazón de Jesús, que es la Eucaristía, vi tanta luz y que de allí emanaban fuentes de agua viva en un eterno presente, allí me sentí amada y abrazada de Jesús, allí mi vida cambio totalmente en el encuentro con Dios.


– ¿Cómo viste esto? Luego de que el rayo te cae, ¿viste esto en el purgatorio, cielo…?


Mira, cuando me cayo el rayo, el 5 de mayo de 1995, yo quede sin vida porque mi cuerpo quedo carbonizado totalmente. Hoy día los médicos que reconocen el milagro. Cualquiera que quiera ver investigación de corte periodística pueden entrar en el sitio web http://www.gloriapolo.com y allí encontrarán las explicaciones científicas.



Pero lo lindo de esta experiencia es que yo vi lo que una persona vive cuando muere -yo abrace a todas las personas en ese instante- va al encuentro del Señor, donde muere el rico y el pobre, en ese instante nos abraza como si fuéramos como un bebe, pero primero vemos un túnel y de allí se ve un sol, es la luz que sale del Corazón de Jesus. Pero tanto nos ama Jesus que respeta la libertad del hombre. Yo hablaba de los curas, era atea, me burlaba de ellos.


– Y hoy día, ¿Cómo es tu relación con la Iglesia?


Ahora la amo apasionadamente y sé que es el Corazón vivo de Jesucristo, por medio del cual Cristo mismo nos quiere salvar.


– Cuando das testimonio ¿vas sola o con sacerdote?


Normalmente voy sola, por supuesto tengo mi director espiritual quien me ayuda a discernir a dónde quiere Jesús que vaya. Pero recién empecé a viajar llevando el mensaje, mi esposo mi acompañaba hasta que falleció.


– ¿Qué piensas al escuchar que hay personas que piensan que tu testimonio es una fantasía? ¿Crees que esto forma parte de la pedagogía de Dios con cada alma?


Lo que pasa es que entre más televisión vemos, entre más llenos de mundo estamos somos sordos y ciegos a la acción de Dios. Y realmente Dios me envió de nuevo a la tierra con esta experiencia donde yo veo que me voy a ir al infierno, me devuelve con la misión de repetir mil veces mil este testimonio. Así como hay personas quienes no les da importancia, hay millones de personas en el mundo que, no por mí, sino que son dóciles y humildes y tienen la gracia de Jesucristo para escuchar lo que Jesús dice a través de su -burrita- para que se conviertan a Él, que acepten su Misericordia, que les deje lavar sus pecados con su Sangre porque el Sacramento de la Confesión nos invita a comer el Pan que es su propio Corazón, que es la Eucaristía y nos da vida eterna.


– Gloria, ¿qué te dice la Iglesia, porque tu experiencia es bastante gráfica, donde Jesús usa muchos signos y símbolos para instruirte sobre el significado de cada mandamiento, qué te dice la Iglesia?


Bueno, desde esta experiencia he estado obediente a la Iglesia, donde el Obispo del lugar me recibe yo voy, donde me dice no, no voy. Porque el Señor me manda a amar y obedecer mi Iglesia y me he sometido a Ella.


– De todo lo que has vivido, ¿en qué te ha hecho Jesús más énfasis?


Que a pesar de todos mis pecados, más grande es el amor de Dios y su Misericordia es tan grande que siempre nos está rogando que volvamos a Él, Él que es Dios, El Señor de señores y Rey de reyes. Lo más hermoso es que la felicidad del hombre se encuentra en Cristo. Invito a todos mis hermanos a que abran el corazón a Jesús, que se acerquen al Sagrario, que lo amen, que le den gracias porque se ha quedado allí, para sanar nuestra porquería, porque a pesar de todo nos quiere salvar. Pero eso sí, Dios no nos va a obligar, como me pasó a mí, pero al final yo me di cuenta que por mis propias decisiones yo me iba al infierno, y aunque el demonio con el trago, con las cosas del mundo, con la tentación me quisiera perder, Jesús estaba dispuesto a darme salvación. Porque hermano, algún día vas a morir, no todo dura para siempre y tenemos que estar preparados, y entonces ¿para dónde te vas a ir? Vuelve a la Iglesia, nosotros no somos quien para juzgar a los sacerdotes por ser pecador o no. ¿Sabes por qué el sacerdote peca? Porque en el mundo se cometen muchos pecados, en especial el del aborto y especialmente ése pecado le da fuerza a la bestia, entonces todo su ejército con todo su poder quieren destruir a nuestros sacerdotes. No hay criatura en el mundo que el demonio odie más que a un sacerdote. Un sacerdote se casa con Cristo y no se convierte en mujeriego u homosexual porque quiera, en realidad las fuerzas del maligno operan de tal manera y se valen de cualquier cosa para hacerlos caer, y eso es sólo porque el sacerdote con su ministerio nos hala para salvarnos, entonces cuando cae es por tu culpa hermano, por tu pecado, por tantos pecados que no confiesas. Yo era una defensora del aborto y el Señor me mostró cómo gritaban esos bebés que están matando, que son un sacrificio satánico, y con cada aborto cómo el demonio abre una boca entre la tierra y el infierno para esclavizar a la humanidad en la prostitución, homosexualidad. Yo te digo: hermano, detente, no sigas esclavizado, no pierdas tu alma, yo iba para el infierno, pero fue por la oración de mi pueblo, por un campesino que clamó por mí, y vi a la Virgen María recogiendo las oraciones de mi pueblo, de los santos y postrándose en el momento de la elevación en la Eucaristía, que es un momento en el que el cielo y la tierra se unen y el Espíritu santo hace una efusión inmensa, allí la Santísima Virgen María clamó por mí y me dieron una segunda oportunidad.


Hermano, yo soy una pequeña sierva del Señor, pero él te grita en este momento, tal vez pueda ser tu segunda oportunidad, tu última oportunidad, tú no sabes si en siete segundos puedas estar entregando tu alma al Creador. No creas que vamos a ir al cielo, robando, vendiendo droga, prostituyéndonos, destruyendo los hogares y levantando hijos sin Dios. Vamos a ir al cielo con la gracia de Dios, aceptando su Misericordia. Yo decía que el diablo no existía, que el diablo se lo habían inventado los curas, así que hermano si no te dejas transformar por la gracia de Dios, te vas a condenar. Pero tanto te ama Cristo que respeta tu libertad, lo que elijas. Tienes que levantarte de la anestesia en la que el pecado te tiene sumido. Y bien triste por aquellas personas que no hacen nada cada día por el Reino de Dios.


– ¿Qué fue lo que más te marcó de toda tu experiencia?


Lo que más me marcó es saber que Jesús está en esa hostia, el Rey de reyes, Señor de señores allí esperándonos. También que con cada pecado nos vamos pareciendo al demonio, uno se vuelve como una fruta que se va dañando, que destruye a los demás, destruye a la creación. Recuerdo cuando yo iba a la brujería, allí el Señor me mostró que estaba renunciando a Él y el demonio te marca para él, y es difícil quitarse la marca. Claro, para muchas personas es una delicia que te digan lo que va a pasar, yo hice un postgrado de esto porque realmente me gustaba y el efecto fue que el demonio me decía: “bueno, ahora vaya y traiga a su hermana, a su prima, a sus amigas”. El pecado no se queda en uno sino que sale a trabajarle al diablo, cuando tú le dices a tu amiga: “deja a tu marido, bótalo, búscate otro, no seas tonta…”


– ¿Qué te dice tu familia y amigos de todo esto?


Mis amigas me apartaron de sus grupos, pero mi familia, gracias a Dios, se reconcilió con Él. Otros ven cómo una mujer tan preparada como una odontóloga va a ponerse a hablar de Dios, lo ven como un desperdicio. Yo soy feliz sirviendo a Dios.


– ¿Has presenciado alguna manifestación exterior luego? Aparición, locución…


Todos estamos llamados a hablar con Dios, todo el que visita a Jesús Sacramentado es transformado por él, pero no debe faltar el agradecimiento cuando le visitamos, y menos debe faltar hacer silencio para recibir las gracias interiores, pero también tener disposición para recibirlas.


– ¿Cómo ves a Venezuela?


No dejen de orar por Venezuela que está inmersa en mucha santería y satanismo, esos demonios están haciendo estragos, tienen a las personas como ciegas y eso es peligroso: una sociedad cegada por el diablo va camino a su propia destrucción. Tenía planes para ir a otros países pero el Señor quiso que viniese a Venezuela nuevamente, ni siquiera a Cúcuta. El Señor les tiene mucha consideración.


– Alguna vez has pensado ¿Cómo será tu segundo encuentro con el Señor?


Nunca lo había pensado hasta que me lo preguntas ahora, es lo que más deseo apasionadamente, verle, encontrarlo cara a cara.


Entrevista realizada por José Ignacio Ramón


@TheResilientHeart


@MariaMadreIglesia

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