domingo, 11 de noviembre de 2018

Papa Francisco: Por los Sacramentos no se cobra, son regalos de Dios

papa francisco sentado silla papa sacramentos no se cobra



Papa Francisco: A veces, he visto una lista de precios para los sacramentos. ¿Nuestros templos con casa de oración o se parece a un mercado?  


Los Sacramentos son regalos de Dios que se dan gratuitamente y no son una forma de que la iglesia llene sus arcas para cubrir los gastos, así lo dijo el Papa Francisco en su homilía en su misa matutina que celebra en la Casa de Santa Marta. El Papa Francisco reflexionó sobre la lectura del Evangelio de San Juan, en la que Jesús expulsa a los cambistas de dinero y los comerciantes del templo.

El Papa Francisco dijo que la acción de Jesús fue motivada por la presencia de "idólatras", personas esclavizadas por el ídolo del dinero.

Por los Sacramentos no se cobra.
A veces, he visto, no aquí en Roma, sino en otra área, vi una lista de precios para los sacramentos. Si alguien quiere dar una ofrenda, debe ponerla en la caja de los pobres, en secreto, para que nadie pueda ver cuánto ha dado.


"Sácalos de aquí y deja de convertir la casa de mi padre en un mercado", dijo Jesús.

Esto requiere nuestra atención y nos hace pensar en cómo tratamos nuestros templos, nuestras iglesias; si es una casa de Dios, una casa de oración, de encuentro con el Señor, o si se parece a un mercado.

No se debe celebrar un Sacramento de forma mundana.
El Papa Francisco también advirtió que la tentación de la mundanalidad puede convertir una celebración solemne de los sacramentos en una reunión social. Al respeto dijo:

Pensemos en las celebraciones de algún Sacramento a donde vayas, y no sabes si es un lugar de culto, la casa de Dios o si es un salón social. Es cierto que las celebraciones deben ser hermosas, pero no mundanas, porque la mundanalidad se deriva del dios del dinero. También es una idolatría".

Los cristianos de hoy deben buscar en sus corazones y preguntarse a qué maestro sirven realmente.

Cuando hay pecado, allí está el Señor, el Dios misericordioso, que perdona si uno va a él. Pero si existe el otro señor, el dios del dinero, usted es un idólatra, es decir, una persona corrupta; no un pecador, sino una persona corrupta.

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