viernes, 9 de noviembre de 2018

El secreto para construir un matrimonio feliz y tener una esposa contenta

pareja de esposos esposa felices mujer sonriendo esposo besando conyuge en la frente


Cuando nuestro corazón está lleno de agradecimiento vemos todo a nuestro alrededor con ese espíritu, reconocemos nuestras bendiciones  


Todas las noches desde que nos casamos, mi esposo se mete en la cama, se voltea hacia mí y me dice:

"Muchas gracias por todo lo que hiciste por nosotros hoy".

Después de un par de años de estar casados, le pregunté a Peter si se sentía obligado a agradecerme todas las noches, "¡Para nada!", respondió, "Tú significas mucho para nosotros y quiero que sepas cuan agradecido estoy."

Mi esposo ha aprovechado ese secreto para construir un matrimonio feliz, y para tener a una esposa feliz. Además es un hábito tan fácil de incorporar en cualquier matrimonio, todos los días, sin embargo, muy a menudo pasamos por alto decirle "gracias" a nuestra pareja.

En una reunión a principios de este año, con una asistencia de más de 12.000 parejas comprometidas, el Papa Francisco recalcó que decir GRACIAS a tu pareja es una de las tres frases que pueden transformar un matrimonio. Así mismo, el Papa dijo:

"En su relación, y mañana en su vida matrimonial, es importante mantener viva la conciencia de que la otra persona es un don de Dios, y por los dones de Dios decimos gracias, que siempre demos gracias por ellos".


Las palabras del Papa Francisco nos recuerdan que debemos ver a nuestra pareja como un regalo dado por Dios, al ser el momento del año en el que regalar y dar gracias está en la lista de las cosas por hacer de todo el mundo, es la ocasión perfecta para tomar un paso atrás y recordar los regalos más significativos que has recibido: tu fe, tu familia, y de una manera especial y particular tu pareja, es tiempo de agregar más GRACIAS a tu matrimonio.

Aquí hay cuatro razones para decir ¡GRACIAS! a su cónyuge:

1.- Dar gracias por lo que es
Como LO dijo el papa Francisco, su conyugue es un regalo de Dios, por eso debemos dar gracias porque él o ella esté vivo y a nuestro lado para compartir todos los momentos que nos llenan de dicha, alegría, paz y felicidad.

2.- Dar gracias por todo lo que hace, las cosas grandes y pequeñas
Mi esposo me da gracias no solo por haber dado a luz a nuestros hijos, sino también por doblar su ropa o lavar la vajilla.

Yo le doy las gracias no solo por trabajar duro para mantener a nuestra familia, sino también por llenar el tanque del carro, cortar el césped o hacerse cargo de la hora de dormir y de baño de nuestros hijos.

3.- Dar gracias sin condiciones
Algunas noches mi marido se mete a la cama y encuentra una mujer sonriente, otras noches a una mujer malhumorada que podría convertir el corazón más cálido en piedra.

Aún así él me da las gracias de todos modos. Para que el agradecimiento pueda transformar un matrimonio, no puede limitarse a cómo te sientes, debe ser una obra incondicional, una oportunidad de crecimiento para el amor, incluso cuando tu corazón se encuentra en una lucha.

4.- Dar gracias con actitud de aceptación
Para algunos, puede ser especialmente difícil aceptar los elogios (levanta la mano), disfrutar la alabanza que alguien pueda ofrecerte. Sin embargo, es importante reconocer y aceptar el agradecimiento que te ofrece tu pareja, y abstenerse de restarle importancia a sus elogios.

Aceptar amablemente su agradecimiento, es la forma más segura de garantizar el que su pareja quiera decir GRACIAS de nuevo y con frecuencia.

Anna Voskamp escribió en su libro "Mil regalos de Eucharisteo" (del griego "agradecimiento") "siempre, siempre precede al milagro". Un milagro que llega como resultado del agradecimiento, es la transformación del corazón al nivel más profundo, puro e íntimo.

Cuando nuestro corazón está lleno de agradecimiento vemos todo a nuestro alrededor con ese espíritu, reconocemos nuestras bendiciones con más facilidad y nos sentimos satisfechos con ellas, en lugar de suspirar por las cosas que no tenemos.

En el matrimonio, un corazón agradecido eleva nuestra perspectiva de manera que vemos a nuestra pareja como lo que realmente es: un regalo de Dios

No hay comentarios. :

Publicar un comentario