Papa Francisco: Dios quiere que las parejas vivan su matrimonio fielmente y no abandonen la esperanza cuando las cosas van mal
"Dios quiere que las parejas vivan su matrimonio fielmente y no abandonen la esperanza cuando las cosas van mal", así lo dijo el Papa Francisco en su discurso antes del rezo del Ángelus en el que habló acerca de la belleza y la dignidad del matrimonio entre un hombre y una mujer, y además destacó la cercanía de la Iglesia a aquellos que experimentan relaciones rotas.
En su discurso, el Papa Francisco se inspiró en el Evangelio de San Marcos en el que relata las palabras de Jesús sobre el matrimonio debido a que los fariseos le habían puesto una prueba a Jesús preguntándole si era "legal que un marido se divorcie de su esposa", como lo establece la ley de Moisés.
El plan original de Dios
Jesús les responde a los fariseos diciendo: "Debido a la dureza de tu corazón, él, es decir, el antiguo legislador, escribió esta norma para ti". Es decir, es una concesión que sirve para cubrir los vacíos producidos por nuestro egoísmo, pero no corresponde a la intención original del Creador.
Jesús, les dice a los fariseos que, "en el plan original del Creador, no hay hombre que se case con una mujer y, si las cosas no van bien, la repudia". No. En su lugar, hay un hombre y una mujer llamados a conocerse, a completarse, a ayudarse mutuamente en el matrimonio.
El matrimonio es para siempre
Un amor con entrega mutua sostenida por la gracia de Cristo, es lo que permite a las parejas permanecer unidas en el matrimonio... Pero, si los intereses individuales, la propia satisfacción, prevalecen en los cónyuges, entonces su unión no durará.
"Lo que Dios ha unido, ningún ser humano puede separarlo", les respondió Jesús.
La dignidad y belleza del matrimonio
La enseñanza de Jesús, es muy clara y defiende la dignidad del matrimonio como una unión entre el hombre y la mujer que implica fidelidad.
Sin embargo, la historia del Evangelio también reconoce de manera realista que, las parejas llamadas a vivir la experiencia de la relación y el amor, pueden hacer cosas dolorosas que los ponen en crisis.
Si bien Jesús no se propuso etiquetar todo lo que lleva al fracaso de una relación, aprovecha la oportunidad para confirmar el plan de Dios, donde se destacan la fuerza y la belleza del matrimonio
La misericordia de Dios sana los matrimonios rotos y heridos.
Por un lado, la iglesia no se cansa de confirmar la belleza de la familia que nos otorga la Escritura y la tradición. Pero al mismo tiempo, hace un esfuerzo por hacer que su cercanía materna se sienta en aquellos que viven la experiencia de relaciones que se rompen o se llevan a cabo de una manera dolorosa y agotadora.
Cuando la Iglesia se enfrenta a parejas que tienen matrimonios en problemas, la iglesia está llamada a estar presente con amor, caridad y misericordia para llevar a los corazones heridos y perdidos a Dios.
La manera de actuar de Dios con su gente infiel, es decir, con nosotros, nos enseña que el amor herido puede ser curado por Dios a través de la misericordia y el perdón.
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