miércoles, 7 de diciembre de 2016

ORACIÓN A MARÍA INMACULADA

María, Madre de Dios, su grandeza se inició en el primer instante de su existencia con el privilegio de su Inmaculada Concepción. Después de que Dios Todopoderoso y la Humanidad Santísima de Jesús, no hay ser tan grande como usted. Es cierto, que son una criatura, y, por lo tanto, muy por debajo del Ser Supremo. Pero eres una criatura tan santa y tan perfecto que usted es superior a todas las otras criaturas. Sólo Dios podía hacer que usted tan santo y tan hermoso, y lo hizo s o hacerte digno de la dignidad de la Madre de Jesús, el Hijo de Dios, la Palabra divina.
Fue conveniente que, una Madre Virgen, debe concebir al hombre que también era el Hijo de Dios. Fue conveniente que usted debe ser adornado con la mayor pureza que sea posible a una criatura. Usted es la Virgen a quien Dios el Padre decretó para dar a su único Hijo, la Palabra divina, igual a sí mismo en todas las cosas, que entra en el orden natural llegara a ser su hijo, así como su. Usted es la inmaculada Virgen quien el Hijo mismo escogió para hacer su Madre.Usted es la Virgen inmaculada que el Espíritu Santo quiso dar a su novia y en quien Él trabajaría el tremendo milagro de la Encarnación. El privilegio de la Inmaculada Concepción era adecuado a su dignidad.
María, mi Madre inmaculada, ayúdame a imitar su impecabilidad manteniendo mi alma libre de todo pecado voluntario por la fiel observancia de los mandamientos de Dios. Ayúdame a imitar su plenitud de gracia al recibir la Santa Comunión con frecuencia, donde he de obtener la gracia santificante que hará que mi alma santa y agradable a Dios, y las gracias actuales que necesito para practicar la virtud. A través de la oración que la gracia llena mi alma con la vida de Dios y me transforme en una imagen viva de Jesús, tal como eras.
Oración
Padre, que prepara la Virgen María para ser la digna Madre de tu Hijo. Usted ha hecho posible que ella comparta con anterioridad en la salvación de su Hijo, Jesucristo, que traería la vida por su muerte, y la mantuvo sin pecado desde el primer instante de su concepción. Danos la gracia con sus oraciones nunca a vivir en su presencia sin pecado. Te lo pedimos por el mismo Cristo nuestro Señor. Amén.

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