jueves, 8 de octubre de 2020

Reflexión 282: sufrimiento, persecución, abuso y deshonra

 



Reflexiones diarias sobre la Divina Misericordia
365 días con santa Faustina

Reflexión 282: sufrimiento, persecución, abuso y deshonra

Es posible que este título no le parezca atractivo de inmediato. ¿Quién querría soportar estas cosas? Pero debemos recordar que Jesús los soportó a todos en gran medida. ¿Jesús estaba feliz? ¿Estaba su alma en paz? Seguramente. Esto nos revela que estas cruces en la vida, en última instancia, no pueden hacernos daño si estamos inmersos en la presencia de Dios. Recuerda a Jesús agonizando en el Huerto, o las burlas que soportó, o el rechazo que muchos le dirigieron, pero en todo esto permaneció en un reposo pacífico. Nada en este mundo puede robarnos una paz profunda si permanecemos inmersos en la presencia de Dios. Todo el sufrimiento, la persecución, el abuso y la deshonra del mundo no pueden, en última instancia, tener la victoria sobre un alma entregada a Dios (Vea el Diario # 1394).

Reflexione sobre aquello que tiene el efecto de robar su paz. Si fueras perfecto, esto no sucedería. Puede que sea difícil de aceptar, pero es cierto. Señalamos fácilmente esto o aquello como la fuente de nuestro malestar cuando la fuente siempre está dentro. Es un pecado al que nos hemos aferrado, como la ira, o un pecado de omisión, como la falta de confianza. Cualquiera que sea su experiencia, no se deje atrapar por su pecado. Simplemente vuelva sus ojos a nuestro Señor misericordioso y sepa que Él puede mantenerlo en Su paz a través de cualquier cosa si se lo permite.

Señor, te invito a que tomes el control de todos mis pensamientos, sentimientos y emociones internos. Trae tranquilidad y paz a mi corazón mientras continúo por esta vida llena de luchas. Cuando experimento la dureza de los demás, ayúdame a usar eso como una oportunidad para una mayor confianza en Tu Misericordia. Sé que en todas las cosas puedo quedarme envuelto en Tus brazos de gracia. Me entrego a Ti, querido Señor, por favor protégeme y mantenme cerca de Tu Corazón. Jesús, en Ti confío.




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