sábado, 19 de septiembre de 2020

Escuchando - 19 de septiembre de 2020 Sábado de la Vigésima Cuarta Semana del Tiempo Ordinario Lecturas de Hoy San Januarius, obispo y mártir — Memorial opcional

 




Los que están en el camino son los que han oído, pero el diablo viene y les quita la palabra del corazón para que no crean y se salven". Lucas 8:12

Esta conocida historia identifica cuatro posibles formas en las que escuchamos la Palabra de Dios. Algunos son como un camino trillado, algunos como suelo rocoso, otros como un lecho de espinas y algunos son como tierra fértil.  

En cada una de estas imágenes hay una posibilidad de crecimiento con la Palabra de Dios. La tierra fértil es cuando se recibe la Palabra y da fruto. La semilla entre espinas es cuando la Palabra crece pero el fruto se ahoga por las tentaciones y los problemas diarios. La semilla sembrada en el suelo pedregoso hace que la Palabra crezca, pero finalmente muere cuando la vida se pone dura. La primera imagen de una semilla cayendo en el camino, sin embargo, es la menos deseable de todas. En este caso, la semilla ni siquiera crece. La tierra está tan endurecida que no puede hundirse. El camino en sí mismo no proporciona alimento alguno y, como revela el pasaje anterior, el Diablo roba la Palabra antes de que pueda crecer.

Lamentablemente, este "camino" es cada vez más frecuente en nuestros días. De hecho, a muchos les cuesta escuchar realmente. Podemos escuchar, pero escuchar no es lo mismo que escuchar realmente. A menudo tenemos mucho que hacer, lugares a donde ir y cosas en las que ocupar nuestra atención. Como resultado, puede ser difícil para muchas personas recibir la Palabra de Dios en sus corazones, donde puede crecer.  

Reflexione hoy sobre las muchas formas en que el Diablo puede venir y robarle la Palabra de Dios. Puede ser tan simple como mantenerte tan ocupado que estés demasiado distraído para absorberlo. O puede ser que permitas que el ruido constante del mundo contradiga lo que escuchas antes de que se hunda. Cualquiera que sea el caso, Es fundamental que busques dar, como mínimo, el primer paso de escucha y comprensión. Una vez que haya logrado ese primer paso, podrá trabajar para quitar las "rocas" y las "espinas" del suelo de su alma.

Señor, ayúdame a escuchar Tu Palabra, a escucharla, a entenderla y a creerla. Ayuda a mi corazón a que finalmente se convierta en un suelo rico en el que tú entras para dar abundancia de buenos frutos. Jesús, en Ti confío.


No hay comentarios. :

Publicar un comentario