sábado, 25 de abril de 2020

Santo Evangelio del Día 25 de abril

SAN MARCOS,
Evangelista

† hacia el año 74 en Alejandría

Doble de segunda clase
(ornamentos encarnados)

Tú, entre tanto, vigila en todas las cosas, soporta las aflicciones,
desempeña el oficio de evangelista, cumple tu ministerio.

(2 Timoteo 4, 5)



Hoy se rezan 

Las Letanías Mayores

Lección
Sus caras tenían esta forma: cara de hombre (por delante) , tenían también, cada uno de los cuatro, cara de león, a la derecha; cara de toro, a la izquierda; y cara de águila (atrás). Sus caras y sus alas se extendían hacia arriba; cada cual tenía dos (alas) que se juntaban con las del otro, y dos cubrían su cuerpo. Y caminaba, cada cual, cara adelante, a donde los llevaba el espíritu allí andaban; no mudaban de frente al caminar. Estos animales tenían el aspecto de ascuas encendidas, semejantes a antorchas que como fuego resplandeciente discurrían por en medio de esos seres vivientes; y del fuego salían relámpagos. Y los seres vivientes corrían y volvían cual fulgor de relámpago.
Ezequiel I, 10-14


Evangelio
En aquél tiempo: Después de esto, el Señor designó todavía otros setenta y dos, y los envió de dos en dos delante de Él a toda ciudad o lugar, adonde Él mismo quería ir. Y les dijo: “La mies es grande, y los obreros son pocos. Rogad, pues, al Dueño de la mies que envíe obreros a su mies. Id: os envío como corderos entre lobos. No llevéis ni bolsa, ni alforja, ni calzado, ni saludéis a nadie por el camino. En toda casa donde entréis, decid primero: «Paz a esta casa». Y si hay allí un hijo de paz, reposará sobre él la paz vuestra; si no, volverá a vosotros. Permaneced en la misma casa, comiendo y bebiendo lo que os den, porque el obrero es acreedor a su salario. No paséis de casa en casa. Y en toda ciudad en donde entréis y os reciban, comed lo que os pusieren delante. Curad los enfermos que haya en ella, y decidles: «El reino de Dios está llegando a vosotros».
Lucas X, 1-9


Catena Aurea

San Cirilo
Esto ya lo había prefigurado Moisés, eligiendo setenta por orden de Dios ( Núm 11), a quienes Dios infundía su divino Espíritu. También se dice en el libro de los Números ( Núm 33), que los hijos de Israel vinieron a Elim (que quiere decir ascenso), y encontraron allí doce fuentes de agua viva y setenta palmeras. Aspirando nosotros así al ascenso espiritual, encontraremos doce fuentes (esto es, los santos apóstoles, de quienes sacamos la ciencia de la salvación, como de la fuente del Salvador), y setenta palmeras, es decir, éstos que ahora son destinados por Cristo. Es la palmera un árbol de buena médula, profunda raíz, fértil, y que siempre se cría junto a las aguas; es también alta y extiende hacia arriba sus ramas.
Prosigue: "Y los envió de dos en dos".


San Gregorio, hom. 17, in Evang
Los mandó así, porque dos son los preceptos de la caridad: el amor de Dios y el del prójimo; y entre menos de dos no puede haber caridad. Esto nos indica que, quien no tiene caridad con sus hermanos, no debe tomar el cargo de predicador.


Beda
Así como la abundancia de mies es toda la turba de los creyentes, así los pocos operarios son los apóstoles y los imitadores de ellos, que son enviados a la mies.


San Cirilo
Como los campos dilatados exigen mayor número de trabajadores, así la multitud de los que habían de creer en Cristo. Por lo que prosigue: "Rogad, pues, al Señor de la mies, que envíe trabajadores a su mies". Obsérvese que cuando dijo: "Rogad al Señor de la mies que envíe trabajadores a su mies", los envió El después. Luego El es el Señor de la mies, y por El y con El Dios Padre lo domina todo.


Isidoro Abad
Dando a conocer la sencillez y la inocencia de los discípulos, pues no llama corderos, sino cabritos, a los que son irascibles e injurian a la naturaleza con sus excesos.


San Ambrosio
Son contrarios entre sí estos animales, por lo que son devorados unos por otros, esto es, los corderos por los lobos. Pero el buen Pastor no quiere que su rebaño tema a los lobos. Por tanto, estos discípulos no fueron enviados como presa, sino a extender la gracia; pues la solicitud del buen Pastor hace que los lobos nada puedan emprender contra los corderos. Luego envía a los corderos entre los lobos para que se realizara aquella profecía: "Entonces los lobos y los corderos se apacentarán juntos" (Is 65,25).


Teofilato
Ved cómo ordenó a sus discípulos que pidiesen limosna y que tuviesen su alimento por salario; pues se añade: "Porque el trabajador es digno de su salario".







Sea todo a la mayor gloria de Dios.

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