El Papa Francisco ha pedido rezar el Santo Rosario y que este concluya con una antigua invocación a María y la oración a San Miguel Arcángel
Al manifestar a todos los fieles de que la Iglesia católica enfrenta una grave crisis, el Papa Francisco pidió a todos los católicos del mundo que oren por la protección de la iglesia contra los ataques del demonio, pero también para que la Iglesia fuese más consciente de sus pecados y más fuerte en sus esfuerzos para combatir los abusos.
El Papa Francisco les pidió a los católicos que rezaran el rosario todos los días en octubre junto con una antigua invocación a la Virgen María y la oración a San Miguel Arcángel, buscando así la intercesión de María y San Miguel Arcángel en la protección de la iglesia y al mismo tiempo, haciéndonos conciente a ella (la iglesia) de sus pecados, errores y abusos cometidos en el presente y el pasado, y así mismo, el Papa Francisco se comprometió a luchar sin titubear para que el mal no prevalezca", así lo expresó el Vaticano en un comunicado publicado el 29 de septiembre, en la fiesta de los Santos Arcángeles.
Protección contra el demonio
Unidos en comunión y penitencia como pueblo de Dios los católicos deberían pedir protección contra el demonio, que siempre busca separarnos de Dios y de los demás.
El Papa Francisco se reunió a principios de septiembre con el padre jesuita Federico Fornos, director internacional de la Red de Oración Mundial del Papa, anteriormente conocida como el Apostolado de la Oración, para solicitar que la recitación del rosario en octubre concluya con la antigua invocación "Sub Tuum Praesidium (Bajo tu protección) y con la oración a San Miguel Arcángel, quien nos protege en la batalla contra el mal.
La primera oración, para María, tiene una variedad de traducciones. Uno dice:
"Nos dirigimos a ti en busca de protección, Santa Madre de Dios. Escucha nuestras oraciones y ayúdanos en nuestras necesidades. Sálvanos de todos los peligros, Virgen gloriosa y bendita".
La oración a San Miguel dice:
"San Miguel Arcángel, defiéndenos en la batalla. Sé nuestra defensa contra la maldad y las trampas del demonio. Que Dios lo reprenda, oramos humildemente, y tú, oh Príncipe de los ejércitos celestiales, por el poder de Dios, arroja al infierno a Satanás y a todos los espíritus malignos que merodean por el mundo buscando la ruina de las almas".
El Vaticano, anunciando la petición de oración del Papa Francisco, citó su homilía el 11 de septiembre en la misa de la mañana, donde habló sobre el demonio como el "Gran Acusador" que "deambula por el mundo buscando cómo culpar" y difundir el escándalo.
El arzobispo Carlo María Vigano, ex nuncio de los Estados Unidos, quien ha pedido al Papa Francisco de forma pública que renuncie, alegando que el Papa conocía e ignoró la conducta sexual inapropiada del ex cardenal McCarrick, emitió otra declaración el 27 de septiembre acusando al Papa Francisco de "calumnia sutil" con esa homilía.
Hasta el 29 de septiembre, ni el Papa Francisco ni el Vaticano habían respondido a las alegaciones originales del Arzobispo Vigano.
Además del caso del Arzobispo McCarrick, la Iglesia Católica en los Estados Unidos todavía se está enfrentando con la publicación a mediados de agosto del informe del gran jurado de Pensilvania que abarca décadas de presuntos abusos cometidos por más de 300 sacerdotes; el informe identificó más de 1,000 víctimas.
Un extenso escándalo de abuso y una amplia investigación policial están en curso en Chile; El cardenal George Pell, secretario de economía del Vaticano, está siendo juzgado por abuso en Australia; y además los obispos de Alemania publicaron a finales de septiembre un informe sobre miles de casos de abuso en su país, algunos de los cuales datan de 1946, pero otros tan recientes como 2000.
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