viernes, 3 de enero de 2025
jueves, 2 de enero de 2025
viernes, 3 de enero de 2025 Santo Evangelio 3 de Enero 2025
Texto del Evangelio (Jn 1,29-34):
Al día siguiente Juan ve a Jesús venir hacia él y dice: «He ahí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. Éste es por quien yo dije: ‘Detrás de mí viene un hombre, que se ha puesto delante de mí, porque existía antes que yo’. Y yo no le conocía, pero he venido a bautizar en agua para que él sea manifestado a Israel». Y Juan dio testimonio diciendo: «He visto al Espíritu que bajaba como una paloma del cielo y se quedaba sobre Él. Y yo no le conocía, pero el que me envió a bautizar con agua, me dijo: ‘Aquel sobre quien veas que baja el Espíritu y se queda sobre él, ése es el que bautiza con Espíritu Santo’. Y yo le he visto y doy testimonio de que éste es el Elegido de Dios».
«Yo le he visto y doy testimonio de que éste es el Elegido de Dios»
Rev. P. Higinio Rafael ROSOLEN IVE
(Cobourg, Ontario, Canadá)
Hoy, san Juan Bautista da testimonio sobre el Bautismo de Jesús. El Papa Francisco recordaba que «el Bautismo es el sacramento en el cual se funda nuestra fe misma, que nos injerta como miembros vivos en Cristo y en su Iglesia»; y agregaba: «No es una formalidad. Es un acto que toca en profundidad nuestra existencia. Un niño bautizado o un niño no bautizado no es lo mismo. No es lo mismo una persona bautizada o una persona no bautizada. Nosotros, con el Bautismo, somos inmersos en esa fuente inagotable de vida que es la muerte de Jesús, el más grande acto de amor de toda la historia; y gracias a este amor podemos vivir una vida nueva, no ya en poder del mal, del pecado y de la muerte, sino en la comunión con Dios y con los hermanos».
Hemos escuchado los dos efectos principales del Bautismo enseñados en el Catecismo de la Iglesia Católica (n. 1262-1266):
1º «He ahí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo» (Jn 1,29). Un efecto del Bautismo es la purificación de los pecados, es decir, todos los pecados son perdonados, el pecado original y todos los pecados personales así como todas las penas del pecado.
2º «Baja el Espíritu», «bautiza con Espíritu Santo» (Jn 1,34): el bautismo nos hace "una nueva creación", hijos adoptivos de Dios y partícipes de la naturaleza divina, miembros de Cristo, coherederos con Él y templos del Espíritu Santo.
La Santísima Trinidad —Padre, Hijo y Espíritu Santo— nos da la gracia santificante, que nos hace capaces de creer en Dios, de esperar en Él y de amarlo; de vivir y obrar bajo la moción del Espíritu Santo mediante sus dones; de crecer en el bien por medio de las virtudes morales.
Pidamos, como nos exhorta el Papa Francisco, «despertar la memoria de nuestro Bautismo», «vivir cada día nuestro Bautismo, como realidad actual en nuestra existencia».
Liturgia de las horas P. Paco Rebollo SIERVOS DEL DIVINO AMOR. OFICIO DE LECTURA, LAUDES, HORAS INTERMEDIAS, VÍSPERAS Y COMPLETAS.
"Amaos los unos a los otros"
Hijitos de Mi Corazón:
Yo deseo que cada uno de ustedes participe de Mi gloria, es por eso que di Mi vida por cada uno de ustedes; mas os digo que veo con tristeza que aquel mandato que os dejé antes de morir, son pocos los que en verdad lo cumplen, es: AMAOS LOS UNOS A LOS OTROS. Esto no es nuevo, lo que os dije hace 20 siglos, os lo pedí y en verdad os digo que si lo hubierais cumplido ¡Cuánto amor habría en vuestros corazones!
No os extrañe, os lo vuelvo a decir, el que sintáis este amor, porque ese amor os dice que sois Mis Hijos, ¡Ah, y cuántos han juzgado mal! Recuerden que el demonio no duerme y que todo aquello que Me agrada él se encargará de alejarlos, a Mis Hijos de la Luz y Mis escogidos serán confundidos.
Permaneced unidos en este amor, en la oración, AMAOS COMO YO OS AMO Y COMO MI PADRE ME AMA. Os dije: “Sed perfectos como Mi Padre” y os digo: “Muchos no han entendido” y os lo digo: “Es este amor por el cual os haréis perfectos, porque debéis respetaros, amándoos como hermanos e hijos del mismo Padre, el cual os ama tanto”. ¿Acaso no veis en Mi este amor? Es por eso que Yo os lo vine a enseñar. No deseo que en vuestros corazones reine el egoísmo y la murmuración, ámense, ámense mucho y veréis reinar Mi Corazón en el vuestro; eso es amar a Mi Padre y seréis perfectos como Él lo es.
Yo los bendigo y Mi Madre, la cual supo antes que nada amar a Mi Padre y con eso llegar a esa perfección; imítenla y seréis benditos de Mi Padre.
Hoy, en este día en que entregué Mi vida con gran amor, os lo vuelvo a decir: AMAOS LOS UNOS A LOS OTROS, quitad de vosotros esa soberbia, esa falsa vanidad, sed sencillos, tened caridad verdadera, no hagáis las cosas por cumplidos, sino con todo amor y sinceridad, no seáis falsos ni hipócritas; cumplid como Yo os lo enseñé, vedme aquí en la Cruz, contemplad en Mi este amor, esta caridad, esta Misericordia, y, sobretodo esta paz que refleja Mi rostro a pesar del sufrimiento. Así deseo veros: LLENOS DE MÍ.
Sagrado Corazón de Jesús.
Siervos del Divino Amor
MISAL DIARIO Palabra de Dios. LECTURAS DEL VIERNES DE FERIA DE NAVIDAD 3 DE ENERO (BLANCO)
‘Aquel sobre quien veas que baja y se posa el Espíritu Santo, ése es el que ha de bautizar con el Espíritu Santo’.
ANTÍFONA DE ENTRADA Flp 2, 10-11
Oh Jesús, verdadero Dios y verdadero hombre, aquí presente en el Santísimo Sacramento del altar, creo todo lo que Vos, mi Señor, me habéis revelado.
Arrepentido de todos mis pecados, esperando en Vos que nunca permite que sea confundido, agradeciendo por este don supremo, amándoos sobre todas las cosas en este Sacramento de vuestro amor, adorándoos en el misterio profundo de vuestra humildad, os manifiesto y hago patente todas las heridas y miserias de mi pobre corazón y os pido me deis todo lo que necesito y deseo.
Pero tan solo os necesito a Vos, oh Dios mío, tan solo os deseo a Vos, vuestra gracia y la gracia de usar debidamente vuestras gracias, poseeros en esta vida y poseeros en la otra.
Bendito seáis, oh poder divino de vuestro paternal Corazón, que aunque todo lo podéis, sin embargo, no podíais darnos un don más precioso que este Santísimo Sacramento.
Oh Pan celestial, gran Sacramento, os adoro y os alabo en todo momento. (repítase después de cada alabanza.)
Bendita seáis, oh Sabiduría del Verbo Divino, que todo lo sabéis y lo ordenáis, y sin embargo no sabíais prepararnos una comida más exquisita, que este Santísimo Sacramento.
Bendito seáis, oh Dios mío, que en vuestra inefable dulzura de amor os habéis transformado en este pan para dárosnos como el más dulce manjar.
Bendito seáis, oh Dios mío, que habéis encerrado todos vuestros misterios en esta humilde forma de pan terrenal. ¡Oh Trinidad Santísima!
Amén