lunes, 28 de junio de 2021

Dondequiera que Dios te lleve 28 de junio de 2021 Lunes de la decimotercera semana del tiempo ordinario Lecturas de hoy San Ireneo, obispo y mártir - Memorial

 




Reflexiones diarias católicas
¡Mi vida católica!

Dondequiera que Dios te lleve
28 de junio de 2021
Lunes de la decimotercera semana del tiempo ordinario
Lecturas de hoy

San Ireneo, obispo y mártir - Memorial

"Maestro, te seguiré adondequiera que vayas". Jesús le respondió: "Las zorras tienen guaridas y las aves del cielo nidos, pero el Hijo del Hombre no tiene dónde reposar la cabeza". Mateo 8: 19-20

No está claro solo en este pasaje por qué Jesús respondió a este escriba de la manera en que lo hizo. Al principio, la declaración del escriba parece muy devota: "Maestro, te seguiré adondequiera que vayas". Pero muchos de los Padres de la Iglesia, en sus reflexiones sobre esta conversación entre Jesús y el escriba, ofrecen ideas útiles.

En primer lugar, tenga en cuenta que Jesús ni acepta la propuesta del escriba de ser su seguidor ni la rechaza. Más bien, Jesús simplemente hace una declaración que aclara lo que implica ser Su seguidor. Algunos Padres de la Iglesia sugieren que este escriba deseaba seguir a Jesús porque pensó que se le daría una gran recompensa al hacerlo. Después de todo, Jesús era un hacedor de milagros, se estaba volviendo bastante popular y mostraba potencial para ser un gran líder. Por tanto, la motivación interior de este escriba para seguir a Jesús a donde quiera que fuera era una motivación cuestionable. ¿Quería seguir a Jesús porque pensó que lo beneficiaría de alguna manera mundana?

La respuesta de Jesús a este escriba hace dos cosas. Primero, elimina todos los conceptos erróneos de lo que significa seguir a Jesús. Si el escriba quería seguir a Jesús, entonces tenía que estar preparado para seguirlo a la pobreza y la falta de vivienda en lugar de riquezas y posesiones. Jesús quería que le quedara claro al escriba lo que estaba eligiendo. En segundo lugar, la respuesta de Jesús fue ciertamente una invitación al escriba a seguirlo, pero solo a la luz de este nuevo conocimiento. En otras palabras, Jesús estaba diciendo: “Sí, ven y sígueme. Pero tenga en cuenta lo que eso significa. Seguirme no resultará en sus riquezas terrenales, sino en su pobreza terrenal ".

¿Por qué sigues a Jesús? Es importante considerar sus motivaciones a veces. Algunos eligen seguir a Jesús porque esta fue simplemente la forma en que fueron criados. Otros lo hacen porque les hace sentir mejor hacerlo. Y otros lo hacen porque creen que mejorará sus vidas de diversas formas. Pero, ¿cuál es la motivación ideal para seguir a nuestro Señor? La motivación ideal para seguir a Jesús de forma total e inquebrantable es muy sencilla. Lo seguimos porque es el Hijo de Dios y el Salvador del mundo. Él vino a llamarnos a Él y nos ha invitado a vivir en unión con Él a través de la fe. Entonces, idealmente, seguiremos a Jesús simplemente porque es lo correcto. No lo haremos por los supuestos beneficios. El amor, en su forma más pura, no ama al otro por lo que sacamos de él. El amor puro es un regalo que se le da a otro porque es digno de nuestro amor. Y con Jesús, Él es digno de nuestro amor y adoración simplemente por Quién es.

Reflexiona hoy en Jesús invitándote a seguirlo a la pobreza, al desprendimiento de todo, a la sencillez de vida y, en última instancia, al sacrificio de toda tu vida. ¿Entiendes lo que significa ser un seguidor de Cristo Jesús? ¿Entiendes que seguir a Jesús no se puede hacer por razones egoístas? ¿Te das cuenta de que decir "Sí" a nuestro Señor es decir "Sí" a Su Cruz? Reflexiona sobre la vida de Jesús y reflexiona sobre si estás o no dispuesto a seguirlo hasta la pobreza de la Cruz. Si puede tomar la decisión de seguir a nuestro Señor, sabiendo muy bien a qué le está diciendo “Sí”, entonces el resultado final también será una participación gloriosa en Su vida resucitada.

Mi glorioso Señor, caminaste por este mundo en pobreza, rechazo y sufrimiento. No tenías un hogar terrenal propio, pero ahora vives en las riquezas del cielo. Ayúdame a seguirte, querido Señor, dondequiera que me lleves en esta vida. Si me conduces a la pobreza y el sufrimiento mundanos, te doy las gracias. Te agradezco y elijo seguirte pase lo que pase. Dame la gracia que necesito para seguirte puramente por amor a Ti, porque Tú eres Dios y eres digno de toda mi alabanza y adoración. Jesús, en Ti confío.


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