miércoles, 23 de diciembre de 2020

Victoria de Zacarías Miércoles 23 de diciembre de 2020 Lecturas del día de la semana de Adviento

 





Reflexiones diarias católicas
¡Mi vida católica!

Victoria de Zacarías
Miércoles 23 de diciembre de 2020
Lecturas del día de la semana de Adviento
para hoy

San Juan de Kanty, sacerdote — Memorial opcional

Inmediatamente se le abrió la boca, se le soltó la lengua y habló bendiciendo a Dios. Lucas 1:64

Esta línea revela la feliz conclusión del fracaso inicial de Zacarías de creer en lo que Dios le reveló. Recuerde que nueve meses antes, mientras Zacarías cumplía con su deber sacerdotal de ofrecer sacrificios en el Lugar Santísimo en el Templo, recibió la visita del glorioso Arcángel Gabriel, quien está ante Dios. Gabriel le reveló a Zacarías la buena noticia de que su esposa concebiría en su vejez y que este niño sería el que prepararía al pueblo de Israel para la venida del Mesías. ¡Qué increíble privilegio habría sido! Pero Zacarías no creyó. Y como resultado, el Arcángel lo dejó mudo durante los nueve meses del embarazo de su esposa.

Los castigos del Señor son siempre dones de Su gracia. Zacarías no fue castigado por despecho o por razones punitivas. En cambio, este castigo fue más como una penitencia. Se le dio la humillante penitencia de perder la capacidad de hablar durante nueve meses por una buena razón. Parece como si Dios supiera que Zacarías necesitó nueve meses para reflexionar en silencio sobre lo que había dicho el Arcángel. Necesitó nueve meses para reflexionar sobre el embarazo milagroso de su esposa. Y necesitó nueve meses para reflexionar sobre quién sería este niño. Y esos nueve meses produjeron el efecto deseado de una conversión total del corazón.

Después de que naciera el niño, se esperaba que este hijo primogénito llevara el nombre del padre, Zacarías. Pero el Arcángel le había dicho a Zacarías que el niño se llamaría Juan. Por lo tanto, en el octavo día, el día de la circuncisión de su hijo cuando fue presentado al Señor, Zacarías escribió en una tablilla que el nombre del bebé era Juan. Este fue un acto de fe y una señal de que había pasado completamente de la incredulidad a la fe. Y fue este acto de fe el que despejó su duda previa.

Cada una de nuestras vidas estará marcada por fallas en creer en el nivel más profundo de fe. Por esa razón, Zacarías es un modelo para nosotros de cómo debemos enfrentar nuestros fracasos. Nos ocupamos de ellos permitiendo que las consecuencias de fracasos pasados ​​nos cambien para bien. Aprendemos de nuestros errores y avanzamos con nuevas resoluciones. Esto es lo que hizo Zacarías, y esto es lo que debemos hacer si queremos aprender de su buen ejemplo.

Reflexione hoy sobre cualquier pecado que haya cometido que haya tenido consecuencias dolorosas en su vida. Mientras reflexiona sobre ese pecado, la verdadera pregunta es a dónde irá desde aquí. ¿Permite que ese pecado pasado, o la falta de fe, domine y controle su vida? ¿O utiliza sus fracasos pasados ​​para tomar nuevas resoluciones y decisiones para el futuro a fin de aprender de sus errores? Se necesita valor, humildad y fuerza para imitar el ejemplo de Zacarías. Trate de traer estas virtudes a su vida este día.

Señor, sé que me falta fe en mi vida. No puedo creer todo lo que me dices. Como resultado, a menudo no logro poner en práctica Tus palabras. Amado Señor, cuando sufro a causa de mi debilidad, ayúdame a saber que este y todo el sufrimiento pueden resultar en darte gloria si renuevo mi fe. Ayúdame, como Zacarías, a volver a Ti siempre, y úsame como un instrumento de Tu gloria manifiesta. Jesús, en Ti confío.





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