domingo, 13 de septiembre de 2020

Perdón


Reflexiones diarias católicas



Reflexiones diarias católicas
¡Mi vida católica!


Perdón
13 de septiembre de 2020
Vigésimo cuarto domingo del tiempo ordinario, año A
Lecturas de hoy



“Señor, si mi hermano peca contra mí, ¿cuántas veces debo perdonarlo? ¿Hasta siete veces? Jesús respondió: "Os digo que no siete, sino setenta y siete veces". Mateo 18: 21-22

Esta pregunta, planteada por Pedro a Jesús, fue hecha de tal manera que Pedro pensó que estaba siendo bastante generoso en su perdón. Pero para su sorpresa, Jesús se suma a la generosidad de Pedro en el perdón de manera exponencial.  

Para muchos de nosotros, esto suena bien en teoría. Es inspirador y alentador reflexionar sobre las profundidades del perdón que estamos llamados a ofrecer a otro. Pero cuando se trata de la práctica diaria, esto puede ser mucho más difícil de adoptar.

Al llamarnos a perdonar no solo siete veces sino setenta y siete veces, Jesús nos dice que no hay límite para la profundidad y amplitud de la misericordia y el perdón que debemos ofrecer a otro. ¡Sin límite!

Esta verdad espiritual debe convertirse en mucho más que una teoría o un ideal por el que luchamos. Debe convertirse en una realidad práctica que abracemos con todas nuestras fuerzas. Debemos buscar diariamente deshacernos de cualquier tendencia que tengamos, por pequeña que sea, a guardar rencor y permanecer enojados. Debemos buscar liberarnos de toda forma de amargura y permitir que la misericordia sane cada dolor.

Reflexiona hoy sobre esa persona o personas a las que más necesitas perdonar. Es posible que el perdón no tenga el sentido perfecto para usted de inmediato y es posible que sus sentimientos no coincidan con la decisión que está tratando de tomar. ¡No te rindas! Continúe tomando la decisión de perdonar, sin importar cómo se sienta o cuán difícil sea. Al final, la misericordia y el perdón siempre triunfarán, sanarán y les darán la paz de Cristo.

Señor, dame un corazón de verdadera misericordia y perdón. Ayúdame a dejar ir toda la amargura y el dolor que siento. En lugar de estos, dame amor verdadero y ayúdame a ofrecer ese amor a los demás sin reservas. Te amo, querido Señor. Ayúdame a amar a todas las personas como tú las amas. Jesús, en Ti confío.

No hay comentarios. :

Publicar un comentario