domingo, 16 de febrero de 2020

RP Leonardo Castellani: Sermón Parábola del Sembrador

Publicado: 15 feb 2020 07:30 PM PST



Como se juntase una gran multitud, y además los que venían a Él de todas las ciudades, dijo en parábola: “El sembrador salió a sembrar su simiente. Y al sembrar, una semilla cayó al largo del camino; y fué pisada y la comieron las aves del cielo. Otra caída en la piedra y, nacida, se secó por no tener humedad. Otra cayó en medio de abrojos, y los abrojos, que nacieron juntamente con ella, el sofocaron. Y otra cayó en buena tierra, y brotando dio fruto centuplicado ”. Diciendo esto, clamó: "¡Quién tiene oídos para oír oiga!" Sus discípulos le preguntaron lo que significaba esta parábola. Les dijo: “A vosotros ha sido dado conocer los misterios del reino de Dios; en cuanto a los demás por parábolas, para que «mirando, no vean; y oyendo, no entiendan ». La parábola es ésta: «La simiente es la palabra de Dios. Los de junto al camino, son los que han oído; mas luego viene el diablo, y saca afuera del corazón la palabra para que no creen y se salven. Los de sobre la piedra, son aquellos que escuchan la palabra la reciben con gozo, pero carecen de raíz: creen por un tiempo, ya la hora de la prueba, apostatan. Lo caído entre los abrojos, son los que oyen, siguen más su camino son sofocados por los afanes de la riqueza y los placeres de la vida, y no alcanzan a madurar. Y lo caído en la buena tierra, son aquellos que oyen con el corazón recto y bien dispuesto y guardan la palabra y dan fruto en la perseverancia ». apostatan. Lo caído entre los abrojos, son los que oyen, siguen más su camino son sofocados por los afanes de la riqueza y los placeres de la vida, y no alcanzan a madurar. Y lo caído en la buena tierra, son aquellos que oyen con el corazón recto y bien dispuesto y guardan la palabra y dan fruto en la perseverancia ». apostatan. Lo caído entre los abrojos, son los que oyen, siguen más su camino son sofocados por los afanes de la riqueza y los placeres de la vida, y no alcanzan a madurar. Y lo caído en la buena tierra, son aquellos que oyen con el corazón recto y bien dispuesto y guardan la palabra y dan fruto en la perseverancia ». 

Lucas VIII, 4-15



Domingueras Prédicas II
RP Leonardo Castellani


Domingo de Sexagésima. 
Parábola del Sembrador (1967) 

 Al revés de la Parábola del Domingo pasado, los Operarios de la  Viña, que era muy difícil, qué tan fácil es el Sembrador, en cuanto al  sentido; pues Cristo mismo dio el sentido.

Ésta y la del Trigo y la Cizaña, tratar de la salvación eterna e hijo  las más importantes de las 120 Parábolas que hay en el Evangelio:  trata de la salvación en particular; y la otra, de la salvación en  general, o mar colectivamente.

Con respecto a la Salvación, Cristo describe seis clases de hom bres; tres que se pierden, que podríamos llamar al Afiebrado, el  Atrofiado y el Amputado; y tres que se salvan: el Penitente, el Pío  y el Perfecto: "los que hacen producto en penitencía", dice Cristo, porque  es la puerta y el primer tramo de la vida cristiana ¡entendiendo por  "penitencia" no graves las mortificaciones corporales , sino el  "cambio de mente" o metánoía, cambio que es producido por la Pa labra de Dios.

Las tres clases que se pierden hemos oído: primero, los Superficiales o Afiebrados, en los cuales la Palabra no hace ni siquiera raíz; los voraces gorriones de la Palestina (los diablos, dice Cristo) se la  comen. Se parecen a un camino donde de continuo circulan pensa mientos viajeros que no se fijan. Casquivanos los llama el español; frívolos, el francés; y "necios", la Sagrada Escritura. De aquí salen los  macaneros.

Después de los atrofiados: retienen la Palabra pero no les entran,  porque tienen el corazón duro toda esa parte central del alma que  los héroes llaman "corazón". Destacan salen los perversos. Al fin, los amputados: entra la Palabra y arraiga, pero es ahoga da, amputada, por las malas pasiones y aficiones desordenadas. De  aquí salen los delincuentes y los falsos cristianos.

¿Son estos tres hombres tres ejemplos al rumbo o son realmente  todos los hombres descaminados? O sea: ¿es una división completa,  como dicen los lógicos? completa: Cristo sabía mucho. Porque los hombres o bien son  superficiales o achiquilinados, o bien no. Si lo son, pertenecen a lo  que hoy llaman "plano estético" (1). Si no lo son, pertenecen al plano  ético; y entonces pueden ser de dos clases: aquéllos en quienes la  Ética ha entrado un poco, y aquéllos en quienes ha entrado bien. (En  los primeros ni siquiera entra). La disposición moral del alma es lo  que condiciona el producto de la Palabra de Dios. Los atrofiados per tenecen al temperamento bilioso o bien nervioso; los amputados, al temperamento sanguíneo.

Bien será hablar de los primeros, los Casquivanos; porque hom bres endurecidos y hombres pasionales hay por todo y son bien  conocidos; pero Casquivanos, Frívolos o "Necios", está lleno nuestro tro país especialmente -y una verdadera enfermedad de la  nación.

La palabra "necio" (stultus) venta más de cien veces en la Escritura:  Cristo la usó dos veces: "Necio, esta noche te pedirán el alma; lo que ha  rejuntado ¿para quién será?" (2), y la Parábola de las Doncellas Necias (3).  Las dos veces hay amenaza de perdición. Parece muy duro, porque  son tan simpáticos algunos y tan celebrados otros, por poetas, periodos o payasos o politiqueros. Pero sin embargo, la necedad es una  enfermedad anímica extremadamente grave.

Es difícil definir la palabra "necio"; menos mal que los argentinos , sobre todo los largos largos de linaje, la precisión con rara exactitud. No  es lo mismo que "insensato", ni que "tonto"; digamos que es un  tonto afectado y activo. Me parece que esta clase tiene siempre dos  notas distintivas: por dentro, es vanidoso y engreído; por fuera es  macanero y volandero: la vanidad huera, y el lenguaje incontinente  o incontrolado lo acompañan siempre, si no me engaño. Y eso viene  de que les falta el lastre y el ancla.
El macaneo, o necedad en el hablar, es una verdadera peste en la Argentina (4). El macaneador vulgar, me dirán, no hace mucho daño, anoser a sí mismo, les · diría yo. Pero el macaneo se vuelve grave cuando invade la ciencia, el arte y la política; y la religión, es mejor no hablar. Entonces su nombre es "adulteración" y sus consecuencias son nefastas. Una gran parte de nuestra cultura está adulterada, falsificada. Hay una verdadera máquina de hacer falsos valores: de hacer pasar por próceres los que no son próceres, por inteligentes los que no son inteligentes, por poder los que no son capaces y por íntegros los que no son íntegros; o sea, de producir la "confusión de las personas", que dijo el Dante es el principio de la ruina de las naciones (6).
trabajo? "La Secretaría del Secretario del Presidente le escribió había recibido su carta (ella); y basta Bastián. Hay mucha gente competente en este país, dirigido hace tiempo por incompetentes; o sea, sumergido en una necedad impuesta .

Bueno: quejarse es fácil, y es vulgar. La necedad es fatal cuando  se aplica al derrotero del hombre en esta vida, o sea, a su salvación. Ya dije que los necios pueden ser simpáticos y también muy celebra dos. Podemos tener dones naturales notables, por ejemplo, el don  poético: lo que les falta es juicio. El filósofo Kirkegord escribió una  tremenda etopeya (o mar, pintura de caracteres por medio de pala bras) de los poetas como moradores del plano "estético", o sea, el  plano de las impresiones.

El poeta es el hombre que vive llevado por sus impresiones,  como quien cabalga la cresta de una ola, sin ancla, sin timón, sin  estrella polar: el hombre que vive fuera de la realidad presente, vive  en el pasado y el futuro, en recuerdos y esperanzas, trocándolos por  la realidad presente. No todos los poetas son así ("no tutti, ma  buona parte") porque él filosofa mirando a los poetas contemporáneos neos que conocía, Víctor Hugo, Alfredo de Musset y Alfredo de  Vigny en Francia, Paul Moeller y Andersen en Dinamarca. Esto lo  escribió en su primera obra: "El Concepto de Ironía en Sócrates" (7). La  etopeya termina con estas palabras notables: "La Poesía es la ilusión antes del conocimiento; la Religión es la ilusión después del conocimiento "; palabra paradoja! que coincide con la de Tomás de Aquino:  " La Poesía y la Teología tienen una cosa en común, y es que se  sirven de símbolos; pero se sirven de manera diferente "(8). Y así vemos  que Jesucristo para enseñar la más alta Teología se sirve de Parábo las.

Recemos una oración para evitar la necedad; porque todos somos  (a ratos almenas) un poco necios; y por eso no hemos llamado  "necio" a nadie, como mandó Cristo¡ porque el hombre que no es  tonto, cuatro veces al día está por hacer una tontería¡ solo que
no la hace.

OH SABIDURÍA DEL EXCELSO, que quisiste hacerte un juglar vaga bundo que iba por pagos, montañas, sinagogas, haciendo cuentitos y  aforismos que se escondieron dentro de la mayor sabiduría ¡concédenos que  nuestro corazón no es mar para tu Palabra camino hollado y polvorien a, sino tierra negra y húmedo que germine por los tres grados de  Penitentes, Píos y Perfectos el treinta, el sesenta y el ciento por uno.


Notas

1.  "El estadio estético corresponde a la 'vida achiquilinada' de Aristóteles. Es la vida  que resbala por la superficie móvil de las cosas, hecha más de impresiones que de  otra cosa, incurablemente frívola, que se parece a la del animal, que vive en el  instante fugitivo y no conoce la muerte. Está centrada en algo diferente del ser  íntimo del hombre, independiente de su libre albedrío (sea el placer, la salud, los  honores, el poder, el talento o la soberbia de despreciarlo todo y gozarse en la  propia desesperación). ¿Y el dinero? No, la vida centrada en el dinero (como la del  Presidente del 'Fondo Monetario Internacional') Aristóteles no la considera 'vida'¡ la considera una aberración, una especie de enfermedad "(Castellani," De Kírkegord a  Tomás de Aquino ", Capít. X - Las Tres Vidas. La cita está abierta).
2. Lucas 12, 20.
3. Mateo 25, 1-13.
4.  "El macaneo es el extremo del 'conceptualismo' o ideologismo, vicio del  pensamiento contemporáneo, discurso abstracto, vacío o mecánico" (Castellani, "Bergsonismo",  en "Glosario Básico de Filosofía". Inédito).
5. "Si un politiquero dijera: 'Yo no he estudiado nada de nada ni he hecho nada de  provecho en mi vida. Me gusta mandar, aunque no sé si sirvo para ello, porque no  tengo experiencia; pero quiero mandar en todo caso, aunque sea para ver qué  pasa ... ', ¿quién se entusiasma por él? El político tiene que aprenderse una  ideología cualquiera, que sea la panacea de todos los machos del mundo, incluso de  la Bomba Atómica, si es el Partido Demócrata, y tiene que saber son las  palabras que halagan los oídos de su época, corno 'Libertad, Justicia Social,  Democracia, igualdad de todos, Persona Humana, Civilización Cristiana, etc.', en  la nuestra; así corno 'Hegemonía de Atenas' , en tiempo de Cleón; y 'Despotismo del Patriciado ', en el tiempo de Mario. Y con esto tiene que tener la facultad de  poder hablar un poco al rumbo, sin tener que pensar en lo que dice: de modo a  producir en la gente una especie de borrachera, o estado hipnótico leve "(Castellani,  " La Lucha contra la Mentira ", en" Notas a Caballo de un País en Crisis ", DICTIO, Bs.  As., 1974, p. 441. La cita está abierta.
6. "Cuando oigo la palabra 'democracia' llevo la mano a proteger el bolsillo. Pero  cuando oigo 'cultura', ya ni ese gesto instintivo sirve. El Estado ya ha metido la  mano en mi bolsillo con el fin de que una pandilla de culteranos, Pontífices de la  'Cultura' oficial, se repartan los dineros del contribuyente en forma de Premios  literarios, artísticos, científicos, culturales, filosóficos, folklóricos y sinalagmáticos. Estos  premios se dan a una manga de 'espurios' que no pueden servir más que para  hacer daño al pueblo, y que tienen compinches y paniaguados (hoy por mí, mañana  por ti) entre los que detentan el poder -y la Tesorería "(Castellani," De Cultura Argentina ", en" Notas a Caballo de un País en Crisis ", p. 483. La cita está abierta.
7. "El poeta es aquél que sueií.a con un acto que no llega jamás a realizar ... Ser poeta  es tener su vida personal en categorías enteramente otras de las que uno expone  poéticamente ... El esteta es prácticamente estéril: el estado lírico en el que se pone,  no es un estado de creación real, más bien de destrucción, en el que se destruye a  sí mismo. Una existencia de poeta es una existencia infeliz; pero no llega a la  profundidad del dolor verdadero; oscila en los altibajos de la dicha y la desdicha,  radicalmente separado del mundo de la pena y la felicidad verdadera ... Para acceder  al plano religioso, el poeta debe romper su vida poética. es lo que hay en el mundo más alejado del "Instante" (Castellani,  "De Kirkegord a Tomás de Aquino", Cap. XV - "El Estadio Estético". La cita está  abierta).
8.  "Santo Tomás de Aquino coincide radicalmente con esta doctrina sobre las poetas  en estas tres afirmaciones: 1o) La Poesía es uno de los caminos del conocimiento; el  inferior entre todos. 2o) La Poesía y la Teología se tocan en un punto; en que ambos  usan símbolos; aunque no del mismo modo. 3o) La Poesía no es la instancia  suprema, y ​​se extravía si no se pone bajo otra instancia superior ". "¿Cuál es entonces LA EXCELENCIA DE LA POESÍA, de qué hablan los  filósofos? Algunos santos la han cultivado y algunos hombres doctos y muy  serios [...] Simplemente, ella es capaz de levantar el corazón. ¿Adónde tienes ?  tu TESORO San Juan de la Cruz cayó en éxtasis al escuchar una copla  amorosa: Si amores pueden matar, - agora tienen lugar. "Es decir, que los (pocos) santos que fueron poetas, destruyeron su Poesía  primero (ilusión primera) por medio del entendimiento; y después la resucitaron  convertida en Religión (ilusión segunda). Pero este don de hallar y crear ilusiones es  peligroso para el poeta corno hombre, si no es capaz de gran en tendirniento. Todo  hombre dotado del don poético (que es independiente de la inteligencia, según el  'Ion' de Platón) debe dedicar cuanto antes a los estudios más austeros oa una  vida de las más arduas "(Castellani," De Kirkegord a Tomás de Aquino ", Cap. XV  - El Estadio Estético).





Sea todo a la mayor gloria de Dios.

No hay comentarios. :

Publicar un comentario