sábado, 4 de noviembre de 2017

Dom 5 Nov 2017 Homilía XXXI Domingo del tiempo ordinario Año litúrgico 2016 - 2017 - (Ciclo A)

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Introducción
Recientemente, el papa Francisco ha visitado a los dominicos en Bolonia. Ha orado ante la tumba de Domingo de Guzmán y ha dejado un mensaje a los hermanos. En él les explica que ha orado al santo por la Orden pidiendo: “la gracia de la fidelidad a la herencia recibida”. La herencia recibida de la Predicación del evangelio, palabra profética, es a la que intentamos ser fieles desde este espacio.

Las lecturas de este domingo nos invitan a vivir desde la experiencia de la pobreza y la humildad, como hijos e hijas de Dios que somos: su cercanía a nuestras vidas nos muestra, en un espejo, un modelo de comportamiento con quienes nos rodean, más lejos y más cerca porque, al fin y al cabo, todos y todas somos hijos e hijas del mismo Dios.


Dña. Montserrat Escribano
CPJA-El Levantazo-Valencia
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“ Uno solo es vuestro Maestro, y todos vosotros sois hermanos ”
Evangelio de hoy y lecturas

Primera lectura
Lectura de la profecía de Malaquías 1, 14b-2, 2b. 8-10
«Yo soy el Gran Rey, y mi nombre es respetado en las naciones 
-dice el Señor de los ejércitos-. 
Y ahora os toca a vosotros, sacerdotes. 
Si no obedecéis y no os proponéis dar gloria a mi nombre 
-dice el Señor de los ejércitos-, os enviaré mi maldición.
Os apartasteis del camino, habéis hecho tropezar a muchos en la ley,
Habéis invalidado mi alianza con Leví -dice el Señor de los ejércitos-.
Pues yo os haré despreciables y viles ante el pueblo, 
por no haber guardado mis caminos, 
y porque os fijáis en las personas al aplicar la ley.
¿No tenemos todos un solo padre? 
¿No nos creó el mismo Señor? 
Por qué, pues, el hombre despoja a su prójimo,
profanando la alianza de nuestros padres? »



Salmo
Sal 130, 1. 2. 3 R. Guarda mi alma en la paz, junto a ti, Señor.
Señor, mi corazón no es ambicioso, ni mis ojos altaneros; 
no pretendo grandezas que superan mi capacidad. R.

Sino que acallo y modero mis deseos, 
como un niño en brazos de su madre. R.

Espere Israel en el Señor ahora y por siempre. R.

Segunda lectura
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Tesalonicenses 2, 7b-9. 13
Hermanos:
Os tratamos con delicadeza, como una madre cuida de sus hijos.
Os teníamos tanto cariño que deseábamos entregaros no sólo el Evangelio de Dios, sino hasta nuestras propias personas, porque os habíais ganado nuestro amor.
Recordad si no, hermanos, nuestros esfuerzos y fatigas; trabajando día y noche para no serle gravoso a nadie, proclamamos entre vosotros el Evangelio de Dios.
Ésa es la razón por la que no cesamos de dar gracias a Dios, porque al recibir la palabra de Dios, que os predicamos, la acogisteis no como palabra de hombre, sino, cual es en verdad, como palabra de Dios, que permanece operante en vosotros los creyentes.

Evangelio del día
Lectura del santo evangelio según san Mateo 23, 1-12
En aquel tiempo, Jesús habló a la gente y a sus discípulos, diciendo: 
- «En la cátedra de Moisés se han sentado los escribas y los fariseos: haced y cumplid lo que os digan; pero no hagáis lo que ellos hacen, porque ellos no hacen lo que dicen.
Ellos lían fardos pesados e insoportables y se los cargan a la gente en los hombros, pero ellos no están dispuestos a mover un dedo para empujar.
Todo lo que hacen es para que los vea la gente: alargan las filacterias y ensanchan las franjas del manto; les gustan los primeros puestos en los banquetes y los asientos de honor en las sinagogas; que les hagan reverencias por la calle y que la gente los llame maestros.
Vosotros, en cambio, no os dejéis llamar maestro, porque uno solo es vuestro maestro, y todos vosotros sois hermanos.
Y no llaméis padre vuestro a nadie en la tierra, porque uno solo es vuestro Padre, el del cielo.
No os dejéis llamar consejeros, porque uno solo es vuestro consejero, Cristo.
El primero entre vosotros será vuestro servidor.
El que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido.»


Comentario bíblico 
de Fray Miguel de Burgos Núñez - Maestro y Doctor en Teología. Licenciado en Sagrada Escritura


También puede ver el comentario de: Fr. Gerardo Sánchez Mielgo - Convento de Santo Domingo. Torrent (Valencia)

Iª Lectura: Malaquías (1,14b-2,2): Condena de la "religión" sin sentido
I.1.Malaquías, de donde se toma la Iª Lectura de hoy (1,14b-2,2), es más un libro de oráculos que un profeta, ya que la personalidad que subyace en el texto del último de los profetas nos muestra una dimensión difuminada de la actividad profética; de un tiempo mucho más tardío (480/460 a. C), aunque antes de la reforma de Esdras y Nehemías, tras lo que se hará callar a los profetas para siempre hasta el momento del Nuevo Testamento.

I.2. Pero, no pensemos que este oráculo contra los sacerdotes, contra la hierocracia que se está imponiendo en Jerusalén resulta extraño. Ésta fue la lucha de los verdaderos profetas clásicos, como Amós, como Isaías y Jeremías que eran mal vistos por la clase institucional. No hay duda que los profetas, sean más estilistas o menos, más o menos profundos, siempre han tenido palabras contra la religión de muerte; porque hay religión de vida y religión de muerte y se debe saber elegir.



IIª Lectura: Iª Tesalonicenses (2,7b-9.13): La Palabra de Dios es eficaz
II.1. Este lectura espiga algunos versos del c. 2 de esta primera carta de Pablo, con objeto de poner de manifiesto aspectos que el apóstol siente y que evocan la evangelización de la comunidad, su amor como padre-madre de la misma. En ese sentido, pues, no solamente estaba dispuesto a entregarles el evangelio, sino su vida si hubiera sido necesario. Incluso llega a darnos un dato curioso de la vida de Pablo: él trabaja con sus manos y evangeliza para no ser gravoso a la comunidad, aunque en otro momento piensa que el apóstol tendría derecho a dedicarse solamente a la evangelización.

II.2. El v. 13, el más teológico en todos los sentidos, hace una afirmación sobre la Palabra de Dios llena de contenido. Es una de esas afirmaciones teológicas sobre la eficacia de la "palabra de Dios", si ésta se entiende como palabra de vida, de luz, de revelación; en definitiva, como palabra profética. Porque Dios habla en la historia por medio de signos y de los hombres en los que ha puesto "su imagen". Dios no puede hablar de otra manera si esto lo entendemos en un verdadero sentido bíblico. Y es que esta palabra, cuando los profesionales: sacerdotes, teólogos, evangelistas, catequistas no la manipulan, es eficaz, justamente para trasmitir vida, luz y esperanza. Y es una palabra que puede llegar a cada uno y vivirla.



Evangelio: Mateo (23,1-12): La comunidad cristiana, como experiencia de libertad
III.1.El evangelio de hoy refleja claramente las actitudes de Jesús con los dirigentes que le acusaron y le llevaron al juicio condenatorio. Las controversias que han precedido en Jerusalén han puesto de manifiesto la separación, el abismo diríamos, entre la concepción religiosa de los escribas, sacerdotes y dirigentes y la del profeta de Nazaret. Pero en el caso del evangelio de Mateo, este conjunto que hoy se lee en la liturgia, adquiere, si cabe, tonos más controvertidos que lo que se ha transmitido en Mc 12,38-40 y Lc 20,45-47. Se han ampliado las acusaciones, cuando precisamente el evangelio de Mateo tiene un origen mucho más judío que los otros.

III.2. Está claro, pues, que en el seno de esta comunidad mateana se ha consumado la ruptura entre comunidad cristiana y sinagoga; ya no hay esperanza para rescatar el rabinismo de la opción por Jesús, por su evangelio y por la religión que había defendido con su vida, como se había pretendido en los orígenes de este grupo cristiano de Mateo. Es verdad que este en un tema complejo desde el punto de vista histórico sobre las relaciones entre judaísmo y cristianismo que todavía exige investigaciones más concretas y determinantes. En todo caso, el evangelista también tiene en cuenta a su comunidad, o a algunos de esa comunidad que vuelven a caer en el error del "judaísmo" al poner pesadas cargas sobre las conciencias de los otros, mientras ellos no mueven un dedo. Esto es muy probable y siempre ha sucedido en las instituciones humanas y religiosas.

III.3.En la historia de la Iglesia, en la lucha por la libertad, por otra parte, podíamos sentir esta misma acusación, ya que el comportamiento y el formalismo con que a veces vivimos y actuamos no deja lugar a la inspiración profética, a la religión carismática, a la acción del Espíritu. Esta es la lección más clara del evangelio de este día. ¿Qué quiere decir esto? Pues que la Iglesia no se fundamenta, en su esencia, exclusivamente en una estructura jurídica como algunos pretenden. Más importante que esto último le pertenece al pueblo de Dios ser una comunidad carismática: es decir, aquella que es conducida primera y principalmente por el Espíritu de Dios y de Jesucristo. Eso no implica que se pueda desconocer el papel que el "Magisterio" tiene como servicio de este proyecto espiritual; el v. 11 de nuestro texto lo deja bien claro: «el mayor entre vosotros será vuestro servidor». De esa manera, pues, todos los cristianos, cada uno en particular, en la Iglesia, en razón de su libertad personal que nunca se puede perder, están llamados a contribuir a la edificación del Pueblo de Dios, de la comunidad de salvación, según la llamada que reciba del Espíritu.

III.4.Jesús le ha dejado a los suyos, no un mensaje jurídico, sino la buena noticia del evangelio de la salvación. La interpretación del mismo en las nuevas situaciones de la vida y de la historia no puede hacerse como los "escribas y fariseos" que cerraron a cal y canto el acceso al mensaje de los profetas. Jesús se juega su vida precisamente contra esta situación. Esto es históricamente cierto. Es verdad que en el texto del evangelio de hoy se refleja la disputa concreta de la comunidad de Mateo con el judaísmo oficial que le lleva a una ruptura definitiva. Pero la comunidad cristiana debe estar vigilante para que en la "cátedra del evangelio" estén lo que "sirven" a la libertad del Espíritu y de la salvación de Dios y no vuelva a ser la "cátedra de Moisés" que, sin duda, ha sido superada por el evangelio de Jesucristo.


Fray Miguel de Burgos Núñez
Maestro y Doctor en Teología. Licenciado en Sagrada Escritura
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