miércoles, 26 de agosto de 2020

Velen y estén preparados


Templo de San Francisco - Celaya, Gto.


Velen y estén preparados


Jueves 27 de agosto
Velen y estén preparados
¡Paz y Bien!
Evangelio
Mateo 24, 42-51
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Velen y estén preparados, porque no saben qué día va a venir su Señor. Tengan por cierto que si un padre de familia supiera a qué hora va a venir el ladrón, estaría vigilando y no dejaría que se le metiera por un boquete en su casa. También ustedes estén preparados, porque a la hora en que menos lo piensen, vendrá el Hijo del hombre.

Fíjense en un servidor fiel y prudente, a quien su amo nombró encargado de toda la servidumbre para que le proporcionara oportunamente el alimento. Dichoso es el servidor, si al regresar su amo, lo encuentra cumpliendo con su deber. Yo les aseguro que le encargará la administración de todos sus bienes.

Pero si el servidor es un malvado, y pensando que su amo tardará, se pone a golpear a sus compañeros, a comer y emborracharse, vendrá su amo el día menos pensado, a una hora imprevista, lo castigará severamente y lo hará correr la misma suerte de los hipócritas. Entonces todo será llanto y desesperación".
Palabra del Señor

Reflexión

En este pasaje Jesús nos invita a la vigilancia, y sobre todo a reconocer que todo lo que tenemos, es sólo en administración, por lo que tenemos el compromiso de cuidar de "sus" bienes y de administrarlos correctamente.

Es importante notar en esta cita que cuando Jesús habla sobre el servidor fiel, lo pone en relación a sus hermanos; con ello nos indica que todos los que tenemos autoridad sobre otros debemos reconocer que un día el Señor nos pedirá cuentas de ellos. De ahí la gran responsabilidad que tienen sobre todo los padres de familia, a los que Dios les ha encomendado el cuidado de sus hijos; de los esposos, a quienes les ha encomendado el cuidado mutuo; de la alta responsabilidad de los empresarios, patrones, supervisores, etc., quienes tendrán que responder por el bienestar (y diríamos incluso de la santidad) de sus empleados.

Si el Señor te pidiera hoy cuentas de tu administración, ¿te encontraría preparado? Te invito, pues, a hacer un breve balance de cómo has administrado lo que el Señor puso a tu cuidado, sobre todo en tu trato con tus hermanos.
¡Feliz Jueves!

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