lunes, 31 de agosto de 2020

Reflexión 244: Trabajar hasta el fin del mundo


Misericordia Divina 660x400




Reflexiones diarias sobre la Divina Misericordia
365 días con santa Faustina


Reflexión 244: Trabajar hasta el fin del mundo


Si trabajas, día y noche, difundiendo las obras de Dios, esto es bueno. Buen fruto vendrá de su compromiso de servir a la Voluntad de Dios y difundir Su Divina Misericordia. Pero también debemos darnos cuenta de que Dios puede usarnos para difundir Su Misericordia hasta el fin del mundo. ¿Cómo? Sólo Dios sabe. Pero Él desea usarte para este propósito. Algunos, como Santa Faustina, fueron utilizados para poner en movimiento la devoción a la Divina Misericordia y esa devoción continuará hasta que Jesús regrese. Otros, y quizás la mayoría de nosotros, estamos llamados a contribuir a la obra perpetua de la Misericordia de varias otras formas. Por ejemplo, un acto de caridad producirá un bien en la vida de otro que podría cambiarlo de tal manera que pondrá en marcha una obra eterna de Misericordia. O considere su oración por aquellos a quienes se ha confiado una responsabilidad especial, como orar por el Papa, obispos o sacerdotes. O considere el hecho de que su santidad lograda aquí y ahora será magnificada en el Cielo y le permitirá interceder por la Iglesia para siempre. Sea diligente ahora en su trabajo de difundir la Misericordia de Dios, pero también tenga en cuenta que este trabajo debe continuar por la eternidad. Enfóquese en esto como su meta y Dios usará sus labores actuales de maneras inimaginables a lo largo del tiempo (VerDiario # 1256).

Cuando piensas en la obra que Dios te ha confiado, ¿la ves como algo que puede tener consecuencias eternas? ¿Se ve a sí mismo como un "eslabón de una cadena" mediante el cual Dios desea fortalecer la Iglesia a lo largo del tiempo? Esté abierto a esta meta y permita que el Señor lo use de maneras que usted nunca podría imaginar.

Señor, mi vida es tuya. Me entrego a Ti con el propósito de difundir Tu Misericordia ahora y por la eternidad. Úsame como quieras, querido Señor. Me ofrezco como instrumento voluntario de Tu Misericordia en nuestro mundo. Jesús, en Ti confío.

No hay comentarios. :

Publicar un comentario