¡Un camino de conversión personal!
P. ¿Por qué monaguillos?
P. ¿Por qué el sacerdote necesita monaguillos?
Un monaguillo sostiene el libro para el sacerdote cuando reza desde la silla. Sostienen velas junto al Evangelio mientras se proclama. Ayudan con el incienso, ayudan con la preparación del altar y realizan otras funciones útiles.
Además, a nivel personal, servir la santa Misa es un gran honor y ayuda a los jóvenes, especialmente, a aprender bien la Misa para que puedan participar mejor en la ofrenda. Estar presente en el santuario, vestirse con sotanas o albas de servidor y estar atento al flujo de la liturgia debería tener el efecto de ayudar a los servidores a crecer en un amor y una reverencia más profundos por la Misa. Además, en momentos y en culturas donde los niños actúan como monaguillos, esto ayuda a plantar la semilla de una vocación en la mente y el corazón de aquellos a quienes Dios está llamando a servir como sacerdotes.
Dicho esto, simbólicamente los servidores también representan a todo el pueblo de Dios, especialmente en la procesión. En la Misa, todos debemos vernos en un viaje espiritual hacia el Cielo. El santuario es el símbolo del Cielo y la procesión simboliza a todo el pueblo de Dios en camino hacia el Cielo con la Cruz al frente.
En una reunión en Roma con unos 9.000 monaguillos, el Papa Francisco les dijo a los monaguillos que servir en el altar “les permite abrirse a los demás, caminar juntos, establecer metas exigentes y encontrar la fuerza para alcanzarlas”. Continuó diciendo: “Cuanto más cerca estés del altar, más recordarás hablar con Jesús en la oración diaria; cuanto más os alimentéis de la palabra y del cuerpo del Señor, tanto mejor seréis para salir a los demás, llevándoles el don que habéis recibido, dando a su vez con entusiasmo la alegría que habéis recibido”.
Si conoce a un monaguillo, asegúrese de agradecerle por su servicio y anímelo en su importante papel.
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