Sábado semana primera Adviento (4 diciembre 2021)
Publicado el viernes, 3 diciembre 2021| Comentarios desactivadosen Sábado semana primera Adviento (4 diciembre 2021)
De Corazón a corazón: Is 30,19-21.23-26 ("El Señor venda la herida de su pueblo"); Mt 9,35-10,1.6-8 ("Jesús recorría todas las ciudades enseñando… sanando… Sintió compasión… La mies es mucha")
Contemplación, vivencia, fraternidad, misión: Jesús se acerca, convive, comparte, acompaña, se compadece y salva. Quien se siente "tocado" por él, se contagia de su mismo amor y compasión. El horizonte se abre más allá de las fronteras de la fe: son muchos los que no le conocen. La vida es más hermosa si se abre a su llamada y se consagra a hacer que todos le conozcan y le amen. “Al que arriesga, el Señor no lo defrauda, y cuando alguien da un pequeño paso hacia Jesús, descubre que Él ya esperaba su llegada con los brazos abiertos” (Evangelii Gaudium, n.3). "Cuanto más ahondemos en nuestra relación personal con el Señor Jesús, tanto más nos daremos cuenta de que Él nos llama a la santidad mediante opciones definitivas" (Benedicto XVI, Verbum Domini, n. 77).
*Con María la Iglesia camina en comunión, abierta a las sorpresas del Espíritu Santo: Las promesas mesiánicas de Isaías resonaron en el Corazón de María, “in crescendo”, hasta el “Emmanuel”, Dios con nosotros. Ella llevó a Jesús en su seno durante nueve meses de gestación virginal. La “compasión” de Jesús comenzó ya en el seno de María y ahora continúa en el corazón y comunión fraterna de la Iglesia.
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De Corazón a corazón: Is 30,19-21.23-26 ("El Señor venda la herida de su pueblo"); Mt 9,35-10,1.6-8 ("Jesús recorría todas las ciudades enseñando… sanando… Sintió compasión… La mies es mucha")
Contemplación, vivencia, fraternidad, misión: Jesús se acerca, convive, comparte, acompaña, se compadece y salva. Quien se siente "tocado" por él, se contagia de su mismo amor y compasión. El horizonte se abre más allá de las fronteras de la fe: son muchos los que no le conocen. La vida es más hermosa si se abre a su llamada y se consagra a hacer que todos le conozcan y le amen. “Al que arriesga, el Señor no lo defrauda, y cuando alguien da un pequeño paso hacia Jesús, descubre que Él ya esperaba su llegada con los brazos abiertos” (Evangelii Gaudium, n.3). "Cuanto más ahondemos en nuestra relación personal con el Señor Jesús, tanto más nos daremos cuenta de que Él nos llama a la santidad mediante opciones definitivas" (Benedicto XVI, Verbum Domini, n. 77).
*Con María la Iglesia camina en comunión, abierta a las sorpresas del Espíritu Santo: Las promesas mesiánicas de Isaías resonaron en el Corazón de María, “in crescendo”, hasta el “Emmanuel”, Dios con nosotros. Ella llevó a Jesús en su seno durante nueve meses de gestación virginal. La “compasión” de Jesús comenzó ya en el seno de María y ahora continúa en el corazón y comunión fraterna de la Iglesia.
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