jueves, 4 de febrero de 2021

Confiando en la Divina Providencia 4 de febrero de 2021 Jueves de la cuarta semana del tiempo ordinario

 



Reflexiones diarias católicas
¡Mi vida católica!

Confiando en la Divina Providencia
4 de febrero de 2021
Jueves de la cuarta semana del tiempo ordinario

Jesús convocó a los Doce y comenzó a enviarlos de dos en dos y les dio autoridad sobre los espíritus inmundos. Les indicó que no llevaran nada para el viaje, salvo un bastón, sin comida, sin saco, sin dinero en el cinturón. Marcos 6: 7–8

¿Por qué Jesús instruiría a los Doce para que salieran a predicar con autoridad pero no llevaran nada consigo en el viaje? La mayoría de las personas que emprenden un viaje se preparan con anticipación y se aseguran de empacar lo que necesitan. La instrucción de Jesús no fue tanto una lección de depender de otros para las necesidades básicas como una lección de confianza en la providencia divina para su ministerio.

El mundo material es bueno en sí mismo. Toda la creación es buena. Por tanto, no hay nada de malo en tener posesiones y usarlas para nuestro bien y para el bien de aquellos que han sido confiados a nuestro cuidado. Pero hay ocasiones en las que Dios quiere que confiemos más en Él que en nosotros mismos. La historia anterior es una de esas situaciones.

Al instruir a los Doce para que siguieran adelante en su misión sin traer las necesidades básicas de la vida, Jesús los estaba ayudando a confiar no solo en Su providencia para esas necesidades básicas, sino también a confiar en que Él les proveería espiritualmente en su misión de predicar. enseñanza y curación. Se les dio una gran autoridad y responsabilidad espiritual y, por esa razón, necesitaban depender de la providencia de Dios en mayor medida que otros. Así, Jesús los exhorta a confiar en Él en sus necesidades básicas para que también estén dispuestos a confiar en Él en esta nueva misión espiritual.

Lo mismo es cierto en nuestras vidas. Cuando Dios nos confía la misión de compartir el Evangelio con otra persona, a menudo lo hará de una manera que requiere una gran confianza de nuestra parte. Él nos enviará "con las manos vacías", por así decirlo, para que aprendamos a confiar en Su amable guía. Compartir el evangelio con otros es un privilegio increíble, y debemos darnos cuenta de que tendremos éxito solo si confiamos de todo corazón en la providencia de Dios.

Reflexione hoy sobre aquellos a quienes siente que Dios quiere que se acerque con el Evangelio. ¿Cómo haces esto? La respuesta es bastante simple. Lo hace sólo confiando en la providencia de Dios. Dé un paso en la fe, escuche Su voz que lo guía en cada paso del camino y sepa que Su providencia es la única manera en que el mensaje del Evangelio se compartirá de manera efectiva.

Mi confiable Señor, acepto Tu llamado a salir y compartir Tu amor y misericordia con los demás. Ayúdame a confiar siempre en Ti y Tu providencia para mi misión en la vida. Úsame como quieras y ayúdame a confiar en tu mano guía para la edificación de tu glorioso Reino en la tierra. Jesús, en Ti confío.


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