lunes, 15 de mayo de 2017

Conferencia de prensa del Papa Francisco en el avión: Medjugorje, Lefebvrianos, Trump…

img201705132159115917658f92524_topo2

–¿Qué es lo que queda ahora para la Iglesia y para el mundo entero de las apariciones de Fátima? ¿Y qué se puede esperar sobre el encuentro con Trump del 24 de mayo?
Fátima tiene un mensaje de paz ciertamente y que fue llevado a la Humanidad por tres grandes comunicadores que tenían menos de 13 años, lo cual es interesante. La canonización de los pastorcillos fue una cosa que al principio no estaba planeada, porque el proceso sobre el milagro estaba en marcha pero de golpe las pericias fueron positivas y se aceleró. Para mí fue una gran felicidad. ¿Qué puede esperar el mundo? Puede esperar la paz. ¿Y de que voy a hablar yo de ahora en adelante con quien sea? De paz, de un mensaje de paz. Quisiera decir una cosa que me tocó el corazón. Antes de embarcarme recibí a los científicos de diferentes religiones que participaron en un congreso en Castel Gandolfo. Un ateo, sin decirme de qué país venía, me saludó así: “¡Yo soy ateo! Le pido un favor: dígale a los cristianos que amen más a los musulmanes”. ¡Este es un mensaje de paz!

–Habló sobre un obispo de blanco en la oración de ayer. ¿Qué significa esa identificación?
Usted, en Fátima se presentó como “obispo vestido de blanco”, con las mismas palabras que usó sor Lucía en el Tercer Secreto. Hasta ahora se aplicaban a Juan Pablo II, al atentado que sufrió, a los mártires del siglo XX. ¿Qué significa ahora?


La oración a la Virgen que contenía esa expresión no la he hecho yo, la hizo el Santuario. Hay una relación entre el obispo de blanco, la Virgen vestida de blanco, el blanco de los niños inocentes por el bautismo. Creo que con el blanco han querido expresar literalmente el deseo de paz, de inocencia, de no hacer daño al otro. De paz, de no hacer la guerra.El entonces cardenal Ratzinger explicó todo claramente sobre el tercer secreto.
–Usted ayer habló sobre derribar los muros, pero dentro de algunos días se encontrará con un jefe de Estado, el presidente Trump, que quiere construir muros y que no piensa lo mismo que usted, por ejemplo, sobre el clima y sobre los migrantes. A pocos días de esta audiencia, ¿cuál opinión tiene sobre las políticas del presidente estadounidense y qué espera del encuentro con él?
Nunca me hago un juicio sobre una persona sin escucharla, creo que no lo debo hacer. En nuestra conversación saldrá lo que yo pienso y lo que él piensa. No he querido juzgar sin escuchar a las personas. Sobre los migrantes ustedes saben muy bien qué pienso yo. Siempre hay puertas que no están del todo cerradas, hay que buscar las puertas que, por lo menos, estén un poco abiertas, hay que entrar y hablar sobre lo que existe en común y seguir adelante paso a paso. La paz es artesanal, se hace cada día. También la amistad entre las personas, el conocimiento mutuo, la estima recíproca es artesanal, se hace cotidianamente. Respeto por el otro, decir lo que se piensa sinceramente.
–¿Espera que después del encuentro el presidente Trump suavice sus políticas?
Este es un cálculo político que no me permito hacer… En el plano religioso no soy proselitista.
–El 13 de mayo es un día particular para usted, porque en 1992 el nuncio Calabresi le anunció su nombramiento como obispo auxiliar de Buenos Aires. ¿Ha relacionado alguna vez este hecho con Fátima? ¿En estos días ha pensado en ello?
Las mujeres lo hacen todo. No he pensado en la coincidencia. Solamente ayer, mientras rezaba delante de la Virgen, me acordé de que el 13 de mayo de hace 25 años recibí la llamada del nuncio que me anunciaba el nombramiento. A la Virgen le pedí perdón por mis errores y también por mi mal gusto al elegir a la gente…
–La Fraternidad San Pío X tiene una gran devoción por Fátima. Se habla de un acuerdo en breve y algunos se imaginaban un anuncio hoy. ¿Se llevará a cabo este acuerdo y cuál es, para usted, el sentido de esta reconciliación? ¿Volverán con triunfalismo?
Descartaría cualquier forma de triunfalismo. Hace algunos días, la Feria IV, el congreso de la Congregación para la Doctrina de la Fe, estudió un documento y este texto todavía no me ha llegado. Las relaciones actuales son fraternas, el año pasado di la dispensa para la confesión a todos sus sacerdotes y una forma de jurisdicción para los matrimonios. Pero ya desde hace tiempo para sus problemas, para los casos que deben ser resueltos por la Congregación para la Doctrina de la Fe (por ejemplo los casos de abusos, la reducción al estado laical de un sacerdote), los traen a nosotros. Con monseñor Fellay tengo una buena relación, he hablado varias veces con él. A mí ni me gusta acelerar las cosas, sino caminar y caminar, después se verá. Para mí no es un problema de vencedores o vencidos, sino de hermanos que deben buscar juntos la forma de ir adelante.
–¿Evangélicos y católicos pueden hacer un trayecto juntos? ¿Podrán participar en la misma mesa eucarística?
Se han dado grandes pasos. Pensemos en la declaración sobre la Justificación, desde aquel momento el camino no se ha detenido. El viaje a Suecia fue muy significativo. También por el ecumenismo del camino, del caminar juntos, con la oración, con el martirio, con las obras de caridad y misericordia. Y allí Caritas luterana y católica hicieron un acuerdo para trabajar juntos. Dios es el Dios de las sorpresas, no debemos detenernos nunca, debemos rezar juntos, ofrecer testimonio juntos, hacer las obras de misericordia juntos, afirmar que Jesús es el único salvador y que la gracia solo viene de Él. Los teólogos seguirán estudiando, nosotros seguimos adelante con el camino.
–En Fátima hemos visto un gran testimonio de fe popular, la misma que se ve en Medjugorje. ¿Qué piensa sobre las apariciones y sobre el fervor religioso que han suscitado, puesto que decidió nombrar a un obispo delegado para los aspectos pastorales? Las ONG que salvan a los migrantes en el Mediterráneo han sido acusadas de complicidad con los traficantes de seres humanos. ¿Qué piensa?
Leí en el periódico que existía este problema, pero todavía no conozco los detalles, por esto no puedo expresar opiniones. Sé que hay un problema y que las investigaciones van adelante. Espero que sigan adelante y se conozca toda la verdad.
Todas las apariciones o las presuntas apariciones pertenecen a la esfera privada, no son parte del magisterio público ordinario de la Iglesia. Para Medjugorje Benedicto XVI instituyó una comisión presidida por el cardenal Ruini. Yo recibí el resultado, estaba compuesta por buenos teólogos, obispos y cardenales. El informe de la comisión es muy, muy bueno. Había algunas dudas en la Congregación para la Doctrina de la Fe, y el dicasterio consideró oportuno enviarle a cada uno de los miembros de la Feria IV (la reunión mensual de la Congregación) toda la documentación, incluso también los que parecían contrarios al informe de Ruini. Yo recibí la notificación un sábado, ya tarde. No me pareció correcto: era como “subastar” el informe Ruini, que está muy bien hecha. El domingo por la mañana, el Prefecto de la Doctrina de la Fe recibió una carta en la que le pido que envíe a la Feria IV esas opiniones en contra, que me las envíe a mí personalmente. Estos pareceres fueron estudiados, todos (subrayo: todos). El informe de Ruini afirma que hay que distinguir las primeras apariciones, cuando los videntes eran chicos y dice que hay que seguir investigando esas. Sobre las presuntas apariciones actuales, el informe presenta sus dudas. Yo, personalmente, soy más malo, prefiero a la Virgen Madre que a la Virgen Jefa de Oficina de telégrafos y envía un mensaje a cada hora. Esa no es la Madre de Jesús. Y estas presuntas apariciones no tienen tanto valor. Lo digo como opinión personal. Hay quienes piensan que la Virgen dice: “Venid, ese día tal, a tal hora, le voy a dar un mensaje a ese vidente”. Distingue entre las dos apariciones. Luego, tercer punto, está el hecho espiritual y pastoral, el núcleo del informe. El hecho espiritual: gente que se convierte, que encuentra a Dios, que cambia de vida. Y esto no gracias a una varita mágica. Este hecho no se puede negar. Hay que ver las cosas con estos datos, con las respuestas que me han mandado los teólogos. Ahora, para ver esto, nombré a un buen obispo que tiene experiencia para ocuparse de la parte pastoral. Al final se dirá algo.
–Marie Collins es el último miembro que ha renunciado a la Comisión para la Tutela de los Menores , y explicó que lo había hecho porque los oficiales en el Vaticano no ponían en práctica los consejos de la comisión. ¿De quién es la responsabilidad? ¿Qué se está haciendo para que se pongan en práctica?
Marie Collins me explicó bien la cosa. Hablé con ella, una buena mujer. Seguirá trabajando en la formación con sacerdotes sobre este punto. Hizo esta acusación y tiene un poco de razón, porque hay muchos casos retrasados. Retrasados porque se amontonaban ahí. En este tiempo se tuvo que hacer la legislación, hoy casi en todas las diócesis hay un protocolo que seguir, los informes se hacen bien, es un progreso grande. Hay poca gente, se necesita más personal capaz de seguir esto, el Secretario de Estado y el cardenal Müller están buscando personal. Se cambió el director de la oficina disciplinaria de la Congregación para la Doctrina de la Fe, que era muy bueno, pero estaba un poco cansado y volvió a su patria para hacer el mismo trabajo. El nuevo es un irlandés, monseñor Kennedy, muy bueno y eficiente, y esto ayudará bastante. Y luego hay un problema: a veces los obispos envían los casos, si el protocolo está bien, pasa inmediatamente a la reunión de la Feria IV, de lo contrario debe volver atrás y por esto se piensa en ayudas continentales, uno o dos por continentes: pre-tribunales o tribunales continentales. Cuando la Feria IV reducía a un sacerdote al estado laico, si él apelaba, el caso era estudiado por la misma Feria IV. Creé otro tribunal y puse a la cabeza a una persona indiscutible, el arzobispo de Malta Scicluna, entre los más fuertes contra los abusos. Si se aprueba la primera sentencia, se acabó el caso, el sacerdote solo tiene la posibilidad de apelar al Papa para pedir la gracia: nunca he firmado una sola gracia. Marie Collins tiene razón, pero nosotros estábamos en la calle, hay dos mil casos amontonados esperando.
–La mayoría de los portugueses se declaran católicos y sin embargo no hay una opinión clara sobre temas como el matrimonio entre personas homosexuales, el aborto y ahora se está hablando de la eutanasia…
Creo que es un problema político, y de la conciencia católica no es una conciencia a veces de pertenencia total a la Iglesia Católica. Detrás de esto está la falta de una catequesis matizada, una catequesis humana. Es falta de formación y a veces de cultura incluso. Hay zonas, en Italia y en América Latina, por ejemplo, en las que son muy católicos y al mismo tiempo anticlericales y come curas. Me preocupa, pero le digo a los sacerdotes que es el clericalismo lo que aleja a la gente. El clericalismo y añado, es una peste en la Iglesia. Pero hay también un trabajo de catequesis de concienciación, de diálogo y de valores humanos.
Les agradezco el trabajo y la agudeza de las preguntas. Recen por mí.

No hay comentarios. :

Publicar un comentario