Himno meditado
Al cielo vais, Señora
Fuente: Liturgia de las horas
Reflexión: Padre Felipe Santos Campaña, SDB
Al cielo vais, Señora,
y allá os reciben con alegre canto.
¡Oh quién pudiera ahora
asirse a vuestro manto
para subir con vos al monte santo!
De ángeles sois llevada,
de quien servida sois desde la cuna,
de estrellas coronada:
¡Tal Reina habrá ninguna,
pues os calza los pies la blanca luna!
Volved los blancos ojos,
ave preciosa, sola humilde y nueva,
a este valle de abrojos,
que tales flores lleva,
do suspirando están los hijos de Eva.
Que, si con clara vista
miráis las tristes almas desde el suelo,
con propiedad no vista,
la subiréis de un vuelo,
como piedra de imán al cielo, al cielo.
Gloria al Padre, y al Hijo,
y al Espíritu Santo.
Amén.
. Disponte a partir, corazón mío, que has sido llamado a un vuelo de acompañamiento a la Virgen. Ella entra triunfante en el cielo, coronada de gloria y majestad.
. Toda acción de subida hacia arriba indica en ti un afán por adquirir la perfección a la que estás llamado. No te quedes en el borde del camino, sino prosigue tu senda a tu paso firme, afincado en la fe, la esperanza y el amor.
.Y no olvides, que al ser débil, necesitas continuamente de las súplicas dirigidas a María, la reina del cielo y dela tierra.
. Ella, como madre, te escucha como ser único y verdadero hijo espiritual de ella. Tu súplica sea una oración sentida, cordial y afectiva. Deja tus razonamientos para otro momento. Esponja tu corazón de tal manera que sea ella la que entre y lo aromatice con el perfume de sus virtudes y con los impulsos del Espíritu que te llaman a la fuente dela perfección humana y espiritual.
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