Reflexiones diarias sobre la Divina Misericordia
365 Días con Santa Faustina
Reflexión 94: Enfrentando al Maligno
Si deseas evitar el odio feroz del maligno, entonces abstente de luchar por la santidad. Satanás todavía te odiará, pero no te odiará tanto como el santo. Pero, por supuesto, ¡esto es una tontería! ¿Por qué alguien evitaría la santidad para evitar el odio del maligno? Es cierto que cuanto más nos acercamos a Dios, más el maligno buscará destruirnos. Aunque es bueno ser consciente de esto, no hay nada que temer. De hecho, los ataques del maligno deben ser vistos como signos de nuestra cercanía a Dios (ver Diario #412).
Reflexiona hoy sobre cualquier manera en la que te hayas sentido abrumado por el miedo. Muy a menudo, este miedo es el fruto de que te dejas afectar por el engaño y la malicia del maligno. En lugar de dejar que el miedo te afecte, permite que el mal que te confronta sea la causa de tu aumento en la fe y la confianza en Dios. El mal nos derribará o se convertirá en una oportunidad para que crezcamos en la gracia y la fuerza de Dios.
Señor, el miedo es inútil, lo que se necesita es fe. Aumenta mi fe, te lo ruego, para que esté diariamente bajo el control de Tus suaves inspiraciones y no bajo el control del miedo causado por los ataques del maligno. Jesús, en Ti confío.
365 Días con Santa Faustina
Reflexión 94: Enfrentando al Maligno
Si deseas evitar el odio feroz del maligno, entonces abstente de luchar por la santidad. Satanás todavía te odiará, pero no te odiará tanto como el santo. Pero, por supuesto, ¡esto es una tontería! ¿Por qué alguien evitaría la santidad para evitar el odio del maligno? Es cierto que cuanto más nos acercamos a Dios, más el maligno buscará destruirnos. Aunque es bueno ser consciente de esto, no hay nada que temer. De hecho, los ataques del maligno deben ser vistos como signos de nuestra cercanía a Dios (ver Diario #412).
Reflexiona hoy sobre cualquier manera en la que te hayas sentido abrumado por el miedo. Muy a menudo, este miedo es el fruto de que te dejas afectar por el engaño y la malicia del maligno. En lugar de dejar que el miedo te afecte, permite que el mal que te confronta sea la causa de tu aumento en la fe y la confianza en Dios. El mal nos derribará o se convertirá en una oportunidad para que crezcamos en la gracia y la fuerza de Dios.
Señor, el miedo es inútil, lo que se necesita es fe. Aumenta mi fe, te lo ruego, para que esté diariamente bajo el control de Tus suaves inspiraciones y no bajo el control del miedo causado por los ataques del maligno. Jesús, en Ti confío.
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