PARA TENER EL ESPÍRITU DE ORACIÓN Y DEVOCIÓN
Pensamiento bíblico:
Dios es amor, y quien permanece en el amor permanece en Dios y Dios en él (1 Jn 4,16).
Pensamiento franciscano:
¡Oh santísimo Padre nuestro... que estás en el cielo!: en los ángeles y en los santos; iluminándolos para el conocimiento, porque tú, Señor, eres luz; inflamándolos para el amor, porque tú, Señor, eres amor; habitando en ellos y colmándolos para la bienaventuranza, porque tú, Señor, eres sumo bien, eterno bien, de quien viene todo bien, sin quien no hay ningún bien (ParPN 1-2).
Orar con la Iglesia:
El Señor Jesucristo intercede por nosotros ante el Padre. Por eso le dirigimos confiados nuestra oración:
-Para que envíe al Espíritu Santo sobre la Iglesia, sobre el Papa y sobre cuantos tienen responsabilidades especiales en ella.
-Para que nos llene a todos de su Espíritu de sabiduría y entendimiento, de ciencia y piedad, de amor y temor de Dios.
-Para que ilumine las mentes de los gobernantes y mueva sus corazones con la luz y la fuerza del Espíritu.
-Para que bajo el impulso del Espíritu lleguemos a formar, según el deseo de Jesús, la familia única de los hijos del Padre.
Oración: Te lo pedimos, Padre, por la mediación de tu Hijo Jesucristo, que vive y reina contigo y en la unidad del Espíritu Santo por los siglos de los siglos. Amén.
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