lunes, 1 de mayo de 2023

MISAL DIARIO PALABRA DE DIOS. LECTURAS DEL MARTES IV DE PASCUA 2 DE MAYO SAN ATANASIO OBISPO Y DOCTOR DE LA IGLESIA (BLANCO)

 Las obras que hago en nombre de mi Padre dan testimonio de mí, pero ustedes no creen, porque no son de mis ovejas.







ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Si 15, 5


En medio de la Iglesia abrió su boca, y el Señor lo llenó del espíritu de sabiduría e inteligencia, y lo revistió de gloria. Aleluya.


ORACIÓN COLECTA.


Dios todopoderoso y eterno, que suscitaste al obispo san Atanasio como insigne defensor de la divinidad de tu Hijo, concédenos bondadoso que, alegres por su protección y por sus enseñanzas, crezcamos continuamente en tu conocimiento y tu amor. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.


LITURGIA DE LA PALABRA


Comenzaron a predicar a los griegos el Evangelio del Señor Jesús.


Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 11, 19-26


En aquellos días, algunos de los que se habían dispersado, huyendo de la persecución desatada después de la muerte de Esteban, llegaron hasta Fenicia, Chipre y Antioquía; pero predicaban el Evangelio solamente a los judíos. Sin embargo, hubo entre ellos algunos chipriotas y cirenenses, que al llegar a Antioquía, comenzaron a dirigirse también a los griegos y a predicarles el Evangelio del Señor Jesús. Y como la mano del Señor estaba con ellos, muchos se convirtieron y abrazaron la fe.

Cuando llegaron estas noticias a la comunidad cristiana de Jerusalén, Bernabé fue enviado a Antioquía. Llegó Bernabé, y viendo la acción de la gracia de Dios, se alegró mucho; y como era hombre bueno, lleno del Espíritu Santo y de fe, exhortó a todos a que, firmes en su propósito, permanecieran fieles al Señor. Así se ganó para el Señor una gran muchedumbre.

Entonces Bernabé partió hacia Tarso, en busca de Saulo; y cuando lo encontró, lo llevó consigo a Antioquía. Ambos vivieron durante todo un año en esa comunidad y enseñaron a mucha gente. Allí, en Antioquía, fue donde por primera vez los discípulos recibieron el nombre de "cristianos".


Palabra de Dios.


Te alabamos, Señor.



Salmo 86


R/. Alaben al Señor todos los pueblos. Aleluya.


Jerusalén gloriosa, el Señor ha puesto en ti su templo. Tú eres más querida para Dios que todos los santuarios de Israel. R/.

De ti, Jerusalén, ciudad del Señor, se dirán maravillas. Egipto y Babilonia adorarán al Señor; los filisteos, con Tiro y Etiopía, serán como tus hijos. R/.

Y de ti, Jerusalén, afirmarán: "Todos los pueblos han nacido en ti y el Altísimo es tu fortaleza". R/.

El Señor registrará en el libro de la vida a cada pueblo, convertido en ciudadano tuyo; y todos los pueblos te cantarán, bailando: "Tú eres la fuente de nuestra salvación". R/.


ACLAMACIÓN  Jn 10, 27









R/. Aleluya, aleluya.



Mis ovejas escuchan mi voz, dice el Señor; yo las conozco y ellas me siguen. R/.


El Padre y yo somos uno.


Del santo Evangelio según san Juan: 10, 22-30


Por aquellos días, se celebraba en Jerusalén la fiesta de la dedicación del templo. Era invierno. Jesús se paseaba por el templo, bajo el pórtico de Salomón.

Entonces lo rodearon los judíos y le preguntaron: "¿Hasta cuándo nos vas a tener en suspenso? Si tú eres el Mesías, dínoslo claramente".

Jesús les respondió: "Ya se lo he dicho y no me creen. Las obras que hago en nombre de mi Padre dan testimonio de mí, pero ustedes no creen, porque no son de mis ovejas. Mis ovejas escuchan mi voz; yo las conozco y ellas me siguen. Yo les doy la vida eterna y no perecerán jamás; nadie las arrebatará de mi mano. Me las ha dado mi Padre, y Él es superior a todos, y nadie puede arrebatarlas de la mano del Padre. El Padre y yo somos uno".


Palabra del Señor.


Gloria a ti, Señor Jesús.


ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS


Mira, Señor, las ofrendas que te presentamos en la conmemoración de san Atanasio, y ya que profesamos su misma fe incontaminada, haz que el testimonio que damos de tu verdad nos sirva para la salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.


Prefacio I-V de Pascua.


ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN 1 Co 3, 11


El único cimiento válido es Jesucristo y nadie puede poner otro distinto. Aleluya.


ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN


Dios todopoderoso, a quienes confesamos firmemente, junto con san Atanasio, que tu Hijo es verdadero Dios, concédenos que este sacramento nos dé vida y nos proteja siempre. Por Jesucristo, nuestro Señor.

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