martes, 16 de agosto de 2022

Reflexión 228: La presencia indefectible de Dios

 




Reflexiones diarias sobre la Divina Misericordia
365 Días con Santa Faustina

Reflexión 228: La presencia indefectible de Dios

¿Está Dios vivo en tu vida? ¿Él vive dentro de ti? ¿Está Él presente en ti en lo más profundo de tu corazón día y noche? Solo hay una cosa que haría que Dios te dejara alguna vez y es el pecado mortal. El pecado mortal es pecado mortal. Es un acto libremente escogido que es una grave violación de la Voluntad de Dios y una grave violación de vuestra dignidad humana. Cuando obstinadamente persistes en tal pecado, Dios no puede estar presente. Espera el arrepentimiento y busca la oportunidad de volver, pero permanece ausente mientras permanece el pecado mortal. Pero dicho esto, esto debería darle esperanza porque revela que mientras evite el pecado mortal, o se arrepienta de uno que haya cometido, puede estar segurode la presencia de Dios en tu vida. Puede que no siempre sientas Su cercanía, pero Él está ahí, viviendo dentro de ti. No duden de esta verdad y tengan plena confianza en este compromiso absoluto e irrevocable de nuestro Señor (Ver Diario #1181).

Reflexiona, hoy, sobre la presencia de Dios vivo en tu vida. Y si no sientes Su presencia, sólo necesitas examinar tu conciencia y discernir si estás en pecado mortal. Lo más probable es que no lo seas. Si es así, arrepiéntase inmediatamente y busque el Sacramento de la Confesión. Pero si no lo eres, entonces haz un acto de fe en la presencia de Dios en tu alma. Agradézcale por estar allí, incluso si no lo siente. Y si no lo sientes, ten la certeza de que Él está allí, oculto y en silencio por una buena razón. La cercanía de Dios contigo es más grande de lo que jamás sabrás.

Señor, te agradezco por estar vivo en mi vida y por vivir en lo más profundo de mi alma. Te agradezco por estar conmigo en todas las cosas y por nunca abandonarme. En esos momentos cuando no siento tu presencia, dame fe para saber que estás ahí. Y lléname con una confianza confiada en Tu Mano guía. Jesús, en Ti confío.

No hay comentarios. :

Publicar un comentario