lunes, 8 de agosto de 2022

Reflexión 220: El alma atormentada

 




Reflexiones diarias sobre la Divina Misericordia
365 Días con Santa Faustina

Reflexión 220: El alma atormentada

Algunas personas se sienten profundamente atormentadas en lo más profundo de sus almas. A veces esto es causado por el pecado, a veces es causado por una Misericordia especial de Dios que permite al alma experimentar los sufrimientos por los que pasó Jesús. Cualquiera que sea el caso, si encuentras algún tormento, cualquiera que sea, en el fondo de tu alma, debes saber que tienes un derecho especial a la Misericordia de Dios. ¿Por qué tienes este “derecho” a la Misericordia? No porque te lo mereces; más bien, porque Dios quiere otorgarlo. Cuanto mayor sea vuestro sufrimiento, mayor vuestro derecho a la Misericordia de Dios. Por eso, no tengáis miedo de correr a Dios en vuestra miseria y dolor. No tengas miedo de ninguna forma de rechazo de parte de Dios. El alma que sufre es más querida para Él que cualquier otra (Ver Diario #1146).

El término “alma atormentada” es un lenguaje poderoso. Pero también es un lenguaje muy honesto, que describe la experiencia de muchas personas. Muchas personas sienten este profundo tormento interior, especialmente a causa de sus pecados. Se sienten secos, solos y atrapados en este ciclo de dolor. Si eres tú de alguna manera, reflexiona sobre la verdad de que Dios te ofrece un derecho a Su Misericordia más que cualquier otro. Él te elige como Su objeto especial de compasión y te prodiga más de lo que jamás podrías pedir. Permítete crecer en confianza mientras buscas la Misericordia de Dios y permite que penetre cada tormento que sientes, sin importar la causa, incluso si proviene de tu pecado.

Señor de la mayor compasión, ayúdame a saber con certeza que me amas y nunca me rechazarás. Creo en Tu Misericordia y confío en que Tú deseas dispensarla en abundancia. Cuando me sienta perdido, confundido e incluso atormentado por mi pecado, ayúdame a volverme aún más hacia Ti, invocándote para cumplir Tu promesa de amor. Jesús, en Ti confío.


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