viernes, 8 de abril de 2022

La Crucifixión Se Acerca 8 de abril de 2022 Viernes de la Quinta Semana de Cuaresma

 



Reflexiones Católicas Diarias
¡Mi vida católica!

La Crucifixión Se Acerca
8 de abril de 2022
Viernes de la Quinta Semana de Cuaresma
Lecturas para Hoy

Los judíos recogieron piedras para apedrear a Jesús. Jesús les respondió: “Os he mostrado muchas buenas obras de mi Padre. ¿Por cuál de estos me queréis apedrear? Juan 10:31–32

A medida que nos acercamos a la Semana Santa y al Viernes Santo, comenzamos a ver que el odio hacia Jesús crecía. Tal como vimos en la reflexión de ayer, esto no tiene sentido. Odiar a Jesús y desear apedrearlo hasta la muerte es un acto de la mayor irracionalidad. Pero esto es lo que sucedió. Poco a poco, los que estaban en contra de Jesús crecieron en audacia hasta que llegó el día final cuando Él entregó Su vida por nosotros y voluntariamente abrazó Su muerte.

Durante las próximas dos semanas es bueno enfrentar esta irracionalidad y persecución de frente. Es bueno ver el odio de tantos y nombrarlo por lo que es. No, no es un pensamiento agradable, pero es la realidad. Es el mundo en el que vivimos. Y es una realidad que todos enfrentaremos en nuestras vidas.

Al enfrentar el mal y la persecución, debemos hacerlo como lo hizo Jesús. Lo enfrentó sin miedo. Lo enfrentó con la verdad y nunca aceptó las mentiras y calumnias que tantos le arrojaron.

El hecho es que cuanto más nos acerquemos a Dios, mayor será la persecución y el odio que encontraremos. Una vez más, esto puede no tener sentido para nosotros. Es fácil pensar que si estamos cerca de Dios y luchamos por la santidad todos nos amarán y nos alabarán. Pero no fue así para Jesús y tampoco lo será para nosotros.

Una clave para la santidad es que en medio de la persecución, el sufrimiento, las dificultades y el dolor, nos mantenemos firmes en la verdad. Siempre es tentador pensar que debemos estar haciendo algo mal cuando las cosas no salen como queremos. Es fácil confundirse con las mentiras y calumnias que el mundo nos lanza cuando tratamos de defender la bondad y la verdad. Una cosa que Dios quiere de nosotros, en medio de nuestras propias cruces, es purificar nuestra fe y decidir permanecer firmes en Su Palabra y Verdad.

Cuando nos enfrentamos a alguna cruz o alguna persecución puede ser como recibir un golpe en la cabeza. Podemos sentir que estamos aturdidos y podemos caer en el pánico y el miedo. Pero estos son los momentos, más que cualquier otro, en los que debemos mantenernos firmes. Necesitamos permanecer humildes pero profundamente convencidos de todo lo que Dios nos ha dicho y revelado. Esto profundiza nuestra capacidad de confiar en Dios en todas las cosas. Es fácil decir que confiamos en Dios cuando la vida es fácil, es difícil confiar en Él cuando la cruz que enfrentamos es muy pesada.

Reflexiona hoy sobre el hecho de que no importa cuál sea tu cruz, es un regalo de Dios en el sentido de que Él desea fortalecerte para un propósito mayor. Como dijo San Juan Pablo el Grande una y otra vez durante su pontificado, “¡No tengáis miedo!” Enfrenta tus miedos y deja que Dios te transforme en medio de ellos. Si lo hace, descubrirá que sus mayores luchas en la vida en realidad se convierten en sus mayores bendiciones.

Mi valiente Señor, a medida que nos acercamos a la conmemoración de Tu propio sufrimiento y muerte, ayúdame a unir mis cruces a las Tuyas. Ayúdame a ver en mi lucha diaria Tu presencia y tu fuerza. Ayúdame a ver el propósito que tienes para mí en medio de estos desafíos. Jesús, en Ti confío.




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