martes, 22 de marzo de 2022

Perdonar y ser perdonado 22 de marzo de 2022 Martes de la Tercera Semana de Cuaresma

 




Reflexiones Católicas Diarias
¡Mi vida católica!

Perdonar y ser perdonado
22 de marzo de 2022
Martes de la Tercera Semana de Cuaresma
Lecturas para Hoy

El sirviente cayó al suelo, le rindió homenaje y le dijo: “Ten paciencia conmigo y te lo pagaré en su totalidad”. Movido a compasión, el amo de aquel siervo lo dejó ir y le perdonó el préstamo. Mateo 18:26–27

Esta es una historia sobre dar y recibir perdón. Curiosamente, a menudo es más fácil perdonar que pedir perdón. Pedir perdón sinceramente requiere que reconozcas honestamente tu pecado, lo cual es difícil de hacer. Es difícil asumir la responsabilidad de lo que hemos hecho mal.

En esta parábola, el hombre que pide paciencia con su deuda parece ser sincero. Él “se postró” ante su amo pidiendo misericordia y paciencia. Y el amo respondió con misericordia perdonándole toda la deuda que era más de lo que el sirviente había pedido.

Pero, ¿el sirviente era realmente sincero o solo era un buen actor? Parece que era un buen actor porque en cuanto le perdonaron esta enorme deuda, se topó con otra persona que en realidad le debía dinero y en lugar de mostrar el mismo perdón que le mostraron, “lo agarró y comenzó a estrangularlo, exigiendo: 'Paga lo que debes'”.

El perdón, si es real, debe afectar todo lo que nos rodea. Es algo que debemos pedir, dar, recibir y volver a dar. Aquí hay algunos puntos para que usted considere:
¿Puedes ver honestamente tu pecado, experimentar dolor por ese pecado y decir, “Lo siento” a otro?
Cuando eres perdonado, ¿qué te hace eso? ¿Tiene el efecto de hacerte más misericordioso con los demás?
¿Puede usted a su vez ofrecer el mismo nivel de perdón y misericordia que espera recibir de Dios y de los demás?
Si no puede responder "Sí" a todas estas preguntas, entonces esta historia fue escrita para usted. Fue escrito para ti para ayudarte a crecer más en los dones de la misericordia y el perdón. Estas son preguntas difíciles de enfrentar, pero son preguntas esenciales que debemos enfrentar si queremos liberarnos de las cargas de la ira y el resentimiento. La ira y el resentimiento pesan mucho sobre nosotros y Dios nos quiere libres de ellos.

Reflexione, hoy, sobre estas preguntas anteriores y, en oración, examine sus acciones. Si encuentra alguna resistencia a estas preguntas, concéntrese en lo que le llama la atención, llévelo a la oración y deje que la gracia de Dios entre para lograr una conversión más profunda en esa área de su vida.

Señor misericordioso, reconozco mi pecado. Pero lo reconozco a la luz de Tu abundante gracia y misericordia. Al recibir esa misericordia en mi vida, por favor hazme igualmente misericordioso con los demás. Ayúdame a ofrecer el perdón libre y plenamente, sin retener nada. Jesús, en Ti confío. 



No hay comentarios. :

Publicar un comentario