domingo, 31 de marzo de 2019

Papa Francisco también cuida de las mascotas de los sin techo

Posted: 30 Mar 2019 11:28 PM PDT
HOMELESSShutterstock-Smolina Marianna

¿Qué sucede cuando "el mejor amigo del SinTecho" enferma?

Para quien no tiene nada y vive por las calles sin dudas su más fiel y desinteresado amigo es un peludo a cuatro patas. Siempre al lado con el calor, con el frío, las lluvias, y también el hambre, lo poco que un sin techo tiene para comer lo comparte con su compañero de vicisitudes. ¿Pero qué sucede cuando este fiel amigo se enferma? ¿o simplemente necesita de los mínimos cuidados para que pueda gozar de salud, como antiparasitarios, vacunas, etc.?

Estando al corriente de todo esto y de cuánto es importante la relación afectiva entre estas personas y sus amados animales, el limosnero del papa, Konrad Krajewski, acogió a brazos abiertos la iniciativa del soberano militar de la Orden de Malta, quienes poseen un presidio sanitario de primeros auxilios en la plaza san Pedro, del cual el responsable es del doctor Domenico Arduini, un gran amante de los animales. Arduini al ver tantos perros que acompañan día y noche a sus dueños, que también necesitan de cuidados básicos, propuso una forma de asistencia para estos animales a don Konrad, quien inmediatamente hizo llegar la idea a Papa Francisco. El pontífice sin dudarlo dio el sí, como una nueva caricia hecha a los más necesitados y a sus amigos a cuatro patas.
De esta iniciativa nace la asistencia gratuita cada tercer domingo de cada mes en la equipada veterinaria de la doctora Bruna Maciocchi, que ya anteriormente ofreció sus servicios gratuitamente colocando 250 microchips, ha los perros de personas con necesidades.
Y es un proyecto que recién empieza, porque se está pensando junto con la Caritas, de equipar una camioneta para las curas de emergencia y don Konrad se ha mostrado muy disponible para encontrar un local en la zona del Vaticano, y así crear un ambulatorio para los “mejores amigos” de las personas más necesitadas.
Fuente: Il mio papa, Año 6, n. 6

No hay comentarios. :

Publicar un comentario