viernes, 3 de enero de 2020

Día litúrgico: 4 de Enero (Feria del tiempo de Navidad)

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Día litúrgico: 4 de Enero (Feria del tiempo de Navidad)

Ver santoral 
4 de Enero: Santa Elizabeth Ann Seton
Ver 1ª Lectura y Salmo
Texto del Evangelio (Jn 1,35-42): En aquel tiempo, Juan se encontraba de nuevo allí con dos de sus discípulos. Fijándose en Jesús que pasaba, dice: «He ahí el Cordero de Dios». Los dos discípulos le oyeron hablar así y siguieron a Jesús. Jesús se volvió, y al ver que le seguían les dice: «¿Qué buscáis?». Ellos le respondieron: «Rabbí —que quiere decir, “Maestro”— ¿dónde vives?». Les respondió: «Venid y lo veréis». Fueron, pues, vieron dónde vivía y se quedaron con Él aquel día. Era más o menos la hora décima. Andrés, el hermano de Simón Pedro, era uno de los dos que habían oído a Juan y habían seguido a Jesús. Éste se encuentra primeramente con su hermano Simón y le dice: «Hemos encontrado al Mesías» —que quiere decir, Cristo—. Y le llevó donde Jesús. Jesús, fijando su mirada en él, le dijo: «Tú eres Simón, el hijo de Juan; tú te llamarás Cefas» —que quiere decir, “Piedra”.

«‘Maestro, ¿dónde vives?’. Les respondió: ‘Venid y lo veréis’»

Fray Josep Mª MASSANA i Mola OFM
(Barcelona, España)

Hoy, el Evangelio nos recuerda las circunstancias de la vocación de los primeros discípulos de Jesús. Para prepararse ante la venida del Mesías, Juan y su compañero Andrés habían escuchado y seguido durante un tiempo al Bautista. Un buen día, éste señala a Jesús con el dedo, llamándolo Cordero de Dios. Inmediatamente, Juan y Andrés lo entienden: ¡el Mesías esperado es Él! Y, dejando al Bautista, empiezan a seguir a Jesús.

El evangelio de hoy Viernes 3 de Enero de 2020, Lectio Divina �� - Tele VID

LA GRACIA del Viernes 3 de Enero de 2020

Conozca Primero Su Fe Catolica - 2020-01-02 - 01/01/20 Vino Nuevo en Odr...

Santa misa de hoy ⛪ Viernes 3 de Enero de 2020, Padre Luis Vivó - Tele VID

El amor es liberador. El amor es sanador y restaurador. El amor sana | S...

Icono de Cristo



Icono de Cristo 

Autor: Fray Alejandro R. Ferreirós OFMConv


Tu rostro es esencial, locuaz, cercano
transparencia de un mundo que no veo
una luz en el espacio en queme muevo
la epifanía divina de lo humano.

Un rostro hecho de luz, austero y claro
profundo en su mirar y en su silencio
la mirada del cielo que contemplo,
augusto, majestuoso y soberano.

Rostro de eternidad que queda abierta
a la irrupción nupcial de mi mirada,
totalidad de donación transfigurada,
acogida del Amor que en mi despierta.

Misterio de humanidad resucitada
y anticipo del reino pregustado
el rostro del Amor crucificado
que me entrega su vida en la mirada.

jueves, 2 de enero de 2020

Este es el Cordero de Dios.


Templo de San Francisco - Celaya, Gto.

Este es el Cordero de Dios
Viernes 3 de enero
¡Paz y Bien!
Evangelio
Juan 1, 29-34
En aquel tiempo, vio Juan el Bautista a Jesús, que venía hacia él, y exclamó: "Este es el Cordero de Dios, el que quita el pecado del mundo. Este es aquel de quien yo he dicho: ‘El que viene después de mí, tiene precedencia sobre mí, porque ya existía antes que yo’. Yo no lo conocía, pero he venido a bautizar con agua, para que él sea dado a conocer a Israel".

Entonces Juan dio este testimonio: "Vi al Espíritu descender del cielo en forma de paloma y posarse sobre él. Yo no lo conocía, pero el que me envió a bautizar con agua me dijo: ‘Aquel sobre quien veas que baja y se posa el Espíritu Santo, ése es el que ha de bautizar con el Espíritu Santo’. Pues bien, yo lo vi y doy testimonio de que éste es el Hijo de Dios".
Palabra del Señor

Reflexión

Día litúrgico: 3 de Enero (Feria del tiempo de Navidad)

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Día litúrgico: 3 de Enero (Feria del tiempo de Navidad)

Ver santoral 
3 de Enero: El Santísimo Nombre de Jesús
Ver 1ª Lectura y Salmo
1ª Lectura (1Jn 2,29—3,6): Queridos hijos: Si sabéis que él es justo, sabed también que todo el que obra la justicia ha nacido de él. Mirad qué amor tan grande nos ha mostrado el Padre: que nos llamemos hijos de Dios, ¡y lo somos! Por eso el mundo no nos conoce, porque no le conoció a Él. Queridísimos: ahora somos hijos de Dios, pero aún no se ha manifestado cómo seremos al fin. Y ya sabemos que, cuando él se manifieste, vamos a ser semejantes a él, porque lo veremos tal cual es. Y todo el que tiene puesta en él esta esperanza, procura ser santo, como Jesucristo es santo.

Todo el que comete pecado quebranta la ley, puesto que el pecado es quebrantamiento de la ley. Y sabéis que él se manifestó para quitar los pecados, y en él no hay pecado. Todo el que permanece en Dios, no peca. Todo el que vive pecando, es como si no hubiera visto ni conocido a Dios.
Salmo responsorial: 97
R/. Los confines de la tierra han contemplado la victoria de nuestro Dios.
Cantemos al Señor un canto nuevo, pues ha hecho maravillas. Su diestra y su santo brazo le han dado la victoria.

La tierra entera ha contemplado la victoria de nuestro Dios. Que todos los pueblos y naciones aclamen con júbilo al Señor.

Cantemos al Señor al son del arpa, suenen los instrumentos. Aclamemos al son de los clarines al Señor, nuestro rey.
Versículo antes del Evangelio (Jn 1,14.12): Aleluya. Aquel que es la Palabra se hizo hombre y habitó entre nosotros. A todos los que lo recibieron les concedió poder llegar a ser hijos de Dios. Aleluya.
Ocultar 1ª Lectura y Salmo
Texto del Evangelio (Jn 1,29-34): Al día siguiente Juan ve a Jesús venir hacia él y dice: «He ahí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. Éste es por quien yo dije: ‘Detrás de mí viene un hombre, que se ha puesto delante de mí, porque existía antes que yo’. Y yo no le conocía, pero he venido a bautizar en agua para que él sea manifestado a Israel». Y Juan dio testimonio diciendo: «He visto al Espíritu que bajaba como una paloma del cielo y se quedaba sobre Él. Y yo no le conocía, pero el que me envió a bautizar con agua, me dijo: ‘Aquel sobre quien veas que baja el Espíritu y se queda sobre él, ése es el que bautiza con Espíritu Santo’. Y yo le he visto y doy testimonio de que éste es el Elegido de Dios».

«Yo le he visto y doy testimonio de que éste es el Elegido de Dios»

Rev. P. Higinio Rafael ROSOLEN IVE

LA GRACIA del Jueves 2 de Enero de 2020

¿Estamos al borde de acontecimientos catastróficos para la humanidad? - ...

Santa misa de hoy ⛪ Jueves 2 de Enero de 2020, Padre Ángel García Hernán...

La confianza de San José en Dios nos abrió las puertas de la Navidad




LA CONFIANZA DE SAN JOSÉ EN DIOS NOS ABRIÓ LAS PUERTAS DE LA NAVIDAD

Por Gabriel González del Estal

1.- José, como era justo y no quería difamarla, decidió repudiarla en secreto. Pero, apenas había tomado esta resolución, se le apareció en sueños un ángel del Señor que le dijo: José, hijo de David, no temas acoger a María, tu mujer, porque la criatura que hay en ella viene del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo y tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de los pecados.

Cada vez que leemos este relato evangélico, según san Mateo, nos admiramos de la conducta de san José y de la inmensa confianza que tenía en Dios. Porque confiaba en la inmensa bondad de Dios, y en la total inocencia de su mujer, María, fue capaz de decidir en contra de la ley judaica, que mandaba apedrear a las adúlteras. Dios, por supuesto, no le defraudó. Esto debe hacernos pensar a nosotros, en este cuarto domingo de Adviento, en la necesidad que tenemos nosotros, los cristianos, de confiar siempre en Dios, aunque a veces nos parezca imposible que lo que le pedimos a Dios se cumpla. Nuestra confianza en Dios, cuando le pedimos algo, no nos libra, por supuesto, de poner de nuestra parte todo lo que podamos para que se realicen nuestros deseos. A Dios rogando y con el mazo dando. Nuestra confianza en Dios, que siempre debe ser ilimitada, no nos exime nunca de hacer todo lo que podamos para que la voluntad de Dios se cumpla. Para esto también es necesario que actuemos siempre con total sinceridad y buena voluntad. No dejemos de hacer nunca un buen examen de conciencia, para descubrir la voluntad de Dios. Por naturaleza somos egoístas y es fácil que creamos siempre que la voluntad de Dios coincide con nuestra voluntad. Una madre, por ejemplo, siempre tenderá a creer que Dios siempre le concederá a sus hijos todo lo que ella le pide, porque cree que es lo mejor para ellos. Sólo Dios conoce el presente y el futuro de las personas, cosa que nosotros ignoramos. Nosotros, ni siquiera podemos estar seguros de que lo mejor para las personas que queremos es lo que creemos nosotros. Sólo Dios ve el corazón y sólo él sabe dónde está la bondad o la maldad de todas las personas, cosa que nosotros no sabemos. En fin, confiemos siempre en Dios, como hizo san José, aunque a veces no veamos motivos suficientes para creer que lo mejor puede ser algo muy distinto de lo que nosotros quisiéramos que ocurriera.


miércoles, 1 de enero de 2020

Enderecen el camino del Señor


Templo de San Francisco - Celaya, Gto.


Enderecen el camino del Señor
Jueves 2 de enero
¡Paz y Bien!
Evangelio
Juan 1, 19-28
Este es el testimonio que dio Juan el Bautista, cuando los judíos enviaron desde Jerusalén a unos sacerdotes y levitas para preguntarle: "¿Quién eres tú?"

El reconoció y no negó quién era. El afirmó: "Yo no soy el Mesías". De nuevo le preguntaron: "¿Quién eres, pues? ¿Eres Elías?" El les respondió: "No lo soy". "¿Eres el profeta?" Respondió: "No". Le dijeron: "Entonces dinos quién eres, para poder llevar una respuesta a los que nos enviaron. ¿Qué dices de ti mismo?" Juan les contestó: "Yo soy la voz que grita en el desierto: 'Enderecen el camino del Señor', como anunció el profeta Isaías".

Los enviados, que pertenecían a la secta de los fariseos, le preguntaron: "Entonces ¿por qué bautizas, si no eres el Mesías, ni Elías, ni el profeta?" Juan les respondió: "Yo bautizo con agua, pero en medio de ustedes hay uno, al que ustedes no conocen, alguien que viene detrás de mí, a quien yo no soy digno de desatarle las correas de sus sandalias".

Esto sucedió en Betania, en la otra orilla del Jordán, donde Juan bautizaba.
Palabra del Señor

Reflexión

Día litúrgico: 2 de Enero (Feria del tiempo de Navidad)

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Día litúrgico: 2 de Enero (Feria del tiempo de Navidad)

Ver santoral 
2 de Enero: Santos Basilio el Grande y Gregorio Nacianceno, obispos y doctores de la Iglesia
Ver 1ª Lectura y Salmo
1ª Lectura (1Jn 2,22-28): Hijos míos: ¿Quién es el mentiroso, sino aquel que niega que Jesús es Cristo? Ése es el anticristo, porque niega al Padre y al Hijo. Nadie que niegue al Hijo posee al Padre; pero quien reconoce al Hijo, posee también al Padre. Que permanezca, pues, en vosotros lo que desde el principio habéis oído. Si permanece en vosotros lo que habéis oído desde el principio, también vosotros permaneceréis en el Hijo y en el Padre. Ésta es la promesa que él mismo nos hizo: la vida eterna.

Os he escrito esto, pensando en aquellos que tratan de induciros al error. Recordad que la unción que de él habéis recibido, permanece en vosotros y no necesitáis enseñanzas de nadie; esta unción, que es verdad y no mentira, os ilustra a través de todas las cosas; permaneced, pues, en él, como la unción os enseña. Así pues, hijos míos, permaneced en él, para que, cuando él se manifieste, tengamos plena confianza y no nos veamos confundidos por él en el día de su venida.
Salmo responsorial: 97
R/. Todos los términos de la tierra vieron la salvación de nuestro Dios.
Cantemos al Señor un cantico nuevo, pues ha hecho maravillas. Su diestra y su santo brazo le han dado la victoria.

El Señor ha dado a conocer su victoria y ha revelado a las naciones su justicia. Una vez más ha demostrado Dios su amor y su lealtad hacia Israel.

Vocación Versus Estado De Vida 1 DE ENERO DE 2020 CHARLIE MCKINNEY


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Sabemos que todas las cosas funcionan para bien para aquellos que
aman a Dios, que son llamados de acuerdo a su propósito.
- Romanos 8:28

Si hay una sola vocación laica es una cuestión cargada de emoción, como revela la sección de comentarios de cualquier artículo que tenga que ver con personas solteras en la Iglesia. Es un tema crudo y delicado porque hay muchas almas solitarias heridas, heridas por nuestra cultura o inseguras sobre el plan providencial de Dios para ellas. Es una discusión en la que las personas a menudo parecen hablar unas con otras porque hay una falta de precisión y claridad con respecto al vocabulario y especialmente con respecto a la naturaleza de la vocación. Además, la sociedad fluida de hoy, donde los roles rígidos, a veces predeterminados, han sido reemplazados por la autoinvención perpetua, parece haber generado hambre de identidades claramente etiquetadas con respecto al lugar de uno en la Iglesia institucional.

¿La cuestión de si existe una auténtica vocación única es simplemente una cuestión técnica de nomenclatura, o hay algo fundamental en esta investigación que llega al núcleo de lo que significa ser santo? Yo creo que son ambos.

"Vocación" significa cosas diferentes para diferentes personas, especialmente según el contexto. Creo que lo que más confunde la discusión es el hecho de que "vocación" tiene un significado diferente de "estado de la vida", aunque a menudo se usan indistintamente. La mezcla indiscriminada de estos términos confunde enormemente el debate.

La palabra "estado" proviene de una palabra alemana que significa "soporte", transmitiendo una cualidad estática. "Estado", por lo tanto, se refiere a una forma de vida legal, reconocida públicamente. El “estado de vida” implica reglas de vida, normas y obligaciones establecidas. A lo largo de la mayor parte de la historia humana, el lugar de uno en la sociedad en general estuvo estrictamente circunscrito y, con mayor frecuencia, basado en el nacimiento. Durante la Edad Media, los diversos estados incluían nobles, nobles, siervos y artesanos, cada uno con su propio estatus oficialmente reconocido. Los estados ordenados o consagrados definidos por la Iglesia también fueron institucionalizados por la Edad Media. El clero, por ejemplo, tenía derecho a funcionar de acuerdo con la ley canónica y, en el caso de los sacerdotes jurados, las reglas religiosas.

Santa misa de hoy ⛪ Miércoles 1 de Enero de 2020, Padre Ángel García Her...

Santa María, Reina de la Paz



SANTA MARÍA, REINA DE LA PAZ

Por Gabriel González del Estal

1.- En este primer día del año 2020 la Iglesia nos invita a los católicos a celebrar la festividad de Santa María, Madre de Dios, y el día internacional de la paz. Socialmente, todos nos sentimos invitados a celebrar, en la calle y en las casas, el día de Año Nuevo. Es bueno que nosotros, los católicos, tengamos presente en este día los tres motivos indicados. Empezando por el primero, pondremos el año bajo la advocación y la protección de Santa María, madre de Dios y madre nuestra. Porque es nuestra madre, queremos escuchar su palabra, y su silencio, e imitar su ejemplo de vida. Ella supo vivir siempre en paz con Dios, con su familia y con sus vecinos, porque se dejó siempre guiar por el amor a Dios y al prójimo, el mandamiento nuevo que nos daría su hijo. Nosotros queremos vivir este año 2020 con mucha paz y, consecuentemente, con mucho amor. Con amor de madre, que es el amor que más dura y que nunca falla. El amor de madre no es un amor exclusivo de las buenas madres, es el amor al que debemos aspirar todas las personas, niños, jóvenes y adultos, hombres y mujeres. Es el amor entendido como don, como regalo generoso, como entrega, como servicio desinteresado y constante. Si vivimos con este amor tendremos paz y sembraremos paz.

2.- Que el Señor se fije en ti y te conceda la paz. Es esta una oración que hacía todo buen israelita, y es una oración y un deseo que debemos hacer hoy nuestro todas las personas de buena voluntad. Queremos que el Señor conceda la paz, su paz, a todos nuestros familiares y amigos, y a todas las personas que quieran recibirla, al mundo entero. Hoy es la jornada mundial de la paz. ¡La paz de Dios! El salmo 84 nos dice que la justicia y la paz se abrazan, se besan. Queremos una paz que sea fruto de la justicia, no una paz impuesta violentamente por la fuerza de las armas o por la fuerza del dinero. No queremos la paz de personas que viven aplastadas por el poder político, o social, o económico. No queremos la paz de los cementerios. Queremos la paz de los cuerpos y de las almas, la paz material y la paz espiritual. Sabemos que esta paz de Dios no la podemos conseguir plenamente mientras vivamos en esta tierra, pero debemos aspirar cada día a acercarnos un poco más a ella. Tampoco la vamos a conseguir con nuestras solas fuerzas humanas, necesitamos la ayuda de Dios. Por eso, vamos a pedirle hoy a Dios que, por intercesión de su madre, Santa María, se fije en nosotros y nos conceda la paz.

Con María: ¡Paz y Año Nuevo!



N MARIA: ¡PAZ Y AÑO NUEVO!

Por Javier Leoz

1.- ¿Qué tal la noche vieja, hermanos? ¿Qué tal el brindis y la familia? ¿Cómo están esas aspiraciones que, en esta mañana/tarde, traemos hasta el altar? ¿No se habrán esfumado en el intervalo desde ayer a hoy, verdad? Quiero comenzar, amigos, este primer día del Año 2020, invitándoos a vivir con intensidad estas primeras horas: ¡FELIZ AÑO NUEVO! ¡HAGAMOS POSIBLE LA PAZ! ¡SANTA MARIA VIENE CON NOSOTROS!

2. - Dejemos atrás lo que ya no tiene remedio. Intentemos, como si fuésemos paredes recién pintadas, reservar un paño limpio para que, Jesús, pueda forjar obras grandes en nosotros. Para que la paz, en nuestra mente limpia y lúcida, además de pensamiento, sea un firme convencimiento de ocuparnos por ella.

Un año viejo se ha cerrado. ¿Que han existido capítulos con alguna que otra falta en nuestra forma de vivir, expresarnos, creer o lo que sea? Dios, que es ante todo Padre, nos da una nueva oportunidad. El, que es Dios del tiempo, que maneja a su antojo el movimiento del reloj (aunque nos parezca que somos nosotros quienes le damos cuerda) asienta ante nosotros doce meses que son, como 12 oportunidades, para intentarlo de nuevo.

Demos gracias a Dios




DEMOS GRACIAS A DIOS

Por José María Martín OSA

1.- Madre de Dios y madre nuestra. Hoy es un día de fiesta por muchos motivos: celebramos la maternidad divina de María, el comienzo del año civil y la Jornada Mundial de la Paz. El tema principal es el primero, pues estamos en ambiente navideño -octava de Navidad- y desde hace siglos honramos a María con su mejor título: Madre de Dios. Por eso ella tiene un papel fundamental en el misterio del nacimiento del Mesías. Ella y José, pues ambos estaban junto al Niño cuando llegaron corriendo los pastores. Todos -según los evangelios no había muchas personas en aquel establo de Belén- se admiraban de lo que se decía de aquel Niño. Al decir todos se referían, supongo, a José y María, quien conservaba todas estas cosas "meditándolas en su corazón". Una vez más se nos muestra la fe y la humildad de María, tal como se manifestó en el momento de la Anunciación y cuando entonó el Magnificat en la visita a su prima Isabel. María es también madre de todos los hombres, porque así lo quiso Jesús cuando estaba en la cruz

2. – “Dios salva”. El texto del evangelio de Lucas termina con el relato de la circuncisión. Es un rito que expresa las raíces judías de Jesús, el entronque con las promesas de los profetas del Antiguo Testamento. Jesús nació bajo la Ley, pero vino a rescatar a los que estaban bajo la Ley, para convertirles en hijos de adopción. Todos hemos sido rescatados por Jesús, pues Él es nuestro hermano. Ahora ya podemos llamar a Dios "¡Abbá!", Padre. Confieso que es la mejor noticia que podía recibir: Dios es mi padre, que me quiere, me mima, me perdona, está pendiente de mí, me guía por el buen camino. ¿Por qué temer, si Dios me acompaña siempre? En una ocasión escuché de labios de un joven musulmán recién convertido que lo que más le había impresionado de la fe cristiana es el concepto de Padre, el poder dirigirse a Dios con la confianza de un hijo querido. Creo que no nos damos cuenta de la grandeza y el gozo que produce esta gran noticia, saber que Dios es mi Padre. Eliminemos de nuestras creencias el temor o el miedo, pues no tiene sentido en aquél que cree en el Dios revelado por Jesús. El nombre que recibe el Niño-Dios indica cuál es su misión; en aquel tiempo no se le ponía el nombre por casualidad o porque le gustase mucho al padre. Jesús significa "Dios salva", es decir Dios está a favor nuestro. La religión del miedo no es cristiana, sólo es verdadera la religión del amor.