sábado, 1 de abril de 2017

María, la Virgen del amor misericordioso

Reflexiones María

Ese gran amor de esposa, de madre, de amiga que se respiraba en torno suyo, estaba entretejido con mil y un detalles.


Por: P. Marcelino de Andrés LC | Fuente: Catholic.net 



Entre los muchos títulos con los que nos referimos a María está el de Madre del Amor misericordioso. Es la Madre de Cristo, la Madre de Dios. Y Dios es amor. Dios quiso, sin duda, escogerse una Madre adornada especialmente de la cualidad o virtud que a Él lo define. Por eso María debió vivir la virtud del amor, de la caridad en grado elevadísimo. Fue, ciertamente, uno de sus principales distintivos. Es más, Ella ha sido la única creatura capaz de un amor perfecto y puro, sin sombra de egoísmo o desorden. Porque sólo Ella ha sido inmaculada; y por eso sólo Ella ha sido capaz de amar a Dios, su Hijo, como Él merecía y quería ser amado.

Fue ese amor suyo un amor concreto y real. El amor no son palabras bonitas. Son obras. “El amor es el hecho mismo de amar”, dirá San Agustín. La caridad no son buenos deseos. Es entrega desinteresada a los demás. Y eso es precisamente lo que encontramos en la vida de la Santísima Virgen: un amor auténtico, traducido en donación de sí a Dios y a los demás.

Cristo es redentor porque es Hijo de Dios

Meditaciones para toda la Cuaresma

Sábado cuarta semana de Cuaresma. Cristo es, por encima de todo, el Hijo de Dios, enviado al mundo para salvarnos.


Por: P. Cipriano Sánchez LC | Fuente: Catholic.net 



La liturgia de estos días nos va hablando de cómo Jesús se va encontrando cada vez más ante un juicio. Un juicio que Él hace sobre el mundo y, al mismo tiempo, un juicio que el mundo hace sobre Él. El juicio que el mundo hace sobre Él se define en la fe, y por eso dirá: "Si no creen que Yo soy". Ese juicio, que se define en la fe, es el juicio del hombre que tiene que acabar por aceptar la presencia de Dios tal y como Él la quiere poner en su vida, porque mientras el hombre no acepte esto, Jesucristo no podrá verdaderamente salvarlo.

Cristo es acusado, y por eso dirá: "Cuando hayan levantado al Hijo del Hombre conocerán lo que Yo soy". Pero, al mismo tiempo es juez, y es Él mismo el que realiza el veredicto definitivo sobre nuestro pecado.

¿Quién eres en mi vida, Señor?

San Juan 7, 40-53. IV Sábado de Cuaresma


Por: H. Balam Loza, L.C. | Fuente: missionkits.org 



En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
"¡Bendito el Señor, Dios de Israel, el único que hace maravillas! ¡Bendito su nombre glorioso por siempre, la tierra toda se llene de su gloria!" (Salmo 73) Al contemplar tus maravillas, Señor, me postro ante Ti y te doy gracias. ¡Cuántas veces me acostumbro a recibir tus innumerables dones!, y sin embargo, al pararme por un momento a contemplar la naturaleza, el sonido del río, el canto del pájaro, mi historia…, veo que Tú has estado presente y tu amor se ha manifestado a cada paso, en cada instante. Por eso vengo hoy a tus pies, para contemplar tus maravillas y tu amor.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)

Del santo Evangelio según san Juan 7, 40-53

¿Donde está la felicidad, donde está la alegría? --

Redacción (Lunes, 27-03-2017, Gaudium Press) "Todos quieren ser felices pero no todos desean vivir del único modo como se puede ser feliz", dice San Agustín, citado por Mons. João Scognamiglio Clá Dias, EP (1) en su muy ilustrativa obra "Lo inédito sobre los Evangelios", obra que debería ser consulta frecuente de todo predicador.
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Muchos, comenta el fundador de los Heraldos del Evangelio, hacen de la búsqueda del dinero el camino para hallar la felicidad. "Ven el equilibrio financiero como sinónimo de prestigio, poder e influencia en la sociedad, bien como garantía de un futuro despreocupado". Entretanto, estos, a los que el dinero les quitaría las aflicciones, viven preocupados por el dinero, viven intranquilos, y por tanto infelices.
Otros no desean tener innúmeras riquezas, sino que les bastaría una vida medianamente cómoda, y en su consecución "se preocupan excesivamente con los bienes materiales y con banalidades propias a la existencia terrenal". Son la legión de los mediocres, esos que no gustan de pensamientos que vayan un poco más allá de las consideraciones de su estómago, de sus pequeños intereses de supervivencia miope. "Tal mezquindad lo lleva (a este tipo de hombre) a olvidarse de lo efímero de esta vida, y, menospreciando la eternidad, a vivir como si el Creador no existiese".
Para otros la felicidad está en el hallazgo del conocimiento: "Aspirando a dominar asuntos de difícil comprensión para el general de las personas y obstinados por la idea de ser laureados por la erudición, consumen el tiempo en estudios, investigaciones y escritos". Pero el conocimiento debe ser solo un medio para conocer más y más a Dios. Alcanzado el conocimiento deseado, los sedientos de ciencia siguen con sed, pues la inteligencia solo descansa en Dios. "Por eso, muchos intelectuales, incluso siendo aplaudidos por el mundo, terminan sus días en la amargura".

Ester defendió heroicamente a su pueblo

Redacción (Lunes, 27-03-2017, Gaudium Press) En aquella noche, Asuero no consiguió dormir y mandó que leyesen los anales de los tiempos antiguos. En determinado trecho, la historia contaba cómo Mardoqueo había denunciado a los dos porteros que urdían la muerte de Asuero. Éste, entonces, preguntó qué honra debía darse a Mardoqueo por esa prueba de fidelidad. Le respondieron que ninguna.
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Amán se rinde ante la Reina Ester
Amán es ahorcado
En ese momento, Amán entró al atrio del palacio con la intención de sugerir al Rey que mandase ahorcar a Mardoqueo. Asuero ordenó que él entrase en su aposento, y le preguntó qué debería hacer una persona que el Rey quisiese honrar.
Pensando que el monarca quería premiar al propio Amán, este respondió que el escogido debería ser revestido de trajes reales con una diadema sobre la cabeza. Y, montado en un caballo, andaría por la plaza principal de la ciudad para ser alabado.
El Rey, entonces, le dijo: "¡Deprisa, providencia por las vestiduras y el caballo y, como dijiste, hazlo para el judío Mardoqueo, que se encuentra sentado a la puerta del palacio!" Amán revistió a Mardoqueo y, "habiéndolo hecho montar a caballo, fue al frente de él por la plaza de la ciudad, proclamando: ‘¡Es digno de esta honra aquel a quien el Rey quiere honrar! '" (Est 6, 10-11).

Amada y Nadia, madre e hija: su historia hizo llorar a Aldo Trento y celebró un funeral desgarrador

Amada y Nadia, madre e hija: su historia hizo llorar a Aldo Trento y celebró un funeral desgarrador

ReL31 marzo 2017


Cuando el 11 de julio de 2015, durante su visita apostólica a Paraguay, Francisco visitó la Fundación San Rafael, puso en el centro de la atención mundial a su director, el sacerdote italiano Aldo Trento. 


La visita de Francisco a la Fundación San Rafael fue un reconocimiento al trabajo de Aldo Trento durante años al servicio de los más necesitados.

En los años 70, ya siendo sacerdote, se volcó con la ideología marxista, hasta que conoció el movimiento Comunión y Liberación fundado por Luigi Giussani (1922-2005) y su fe se salvó. Hoy entrega su vida en el país suramericano acogiendo en la Fundación San Rafael a los niños y enfermos a quienes nadie quiere, entre ellos quienes tienen sida. A todos considera sus "hijos", y entre ellos una madre y su hija cuya historia, tan triste que solo en Cristo encuentra explicación -como él mismo interpreta-, contó recientemente en Tempi:

Una historia que permanecerá esculpida para siempre en mi memoria. Eran las 7.30 de la mañana del martes 14 de febrero y Amada se estaba muriendo en nuestra clínica. Junto a ella, su hija de 14 años le cantaba  una canción que a menudo oímos en la iglesia: "No sé si la iglesia subió o si el cielo bajó…". Antes de que finalizara la canción, su madre había muerto. ¡Qué pena, qué drama y qué belleza!

LGBTI: ¿y tú, qué responderías?

VIDEO CLIP ANGELES DE DIOS Ministerio Dei Verbum

LA PECADORA PERDONADA

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Un fariseo invitó a Jesús a comer con él. Jesús entró en la casa y se sentó a la mesa. Entonces una mujer pecadora que vivía en la ciudad, al enterarse de que Jesús estaba comiendo en casa del fariseo, se presentó con un frasco de perfume. Y colocándose detrás de él, se puso a llorar a sus pies y comenzó a bañarlos con sus lágrimas; los secaba con sus cabellos, los cubría de besos y los ungía con perfume.


Al ver esto, el fariseo que lo había invitado pensó: “Si este hombre fuera profeta, sabría quién es la mujer que lo toca y lo que ella es: ¡una pecadora!” Pero Jesús le dijo: “Simón, tengo algo que decirte”. “Di, Maestro”, respondió él. “Un prestamista tenía dos deudores: uno le debía quinientos denarios, el otro cincuenta. Como no tenían con qué pagar, perdonó a ambos la deuda. ¿Cuál de los dos lo amará más?” Simón contestó: “Pienso que aquel a quien perdonó más”. Jesús le dijo: “Has juzgado bien”.

Mientras el Mundo Gira–Que Estás en el Cielo • 28 | Marzo | 2017

Evangelio y homilía Sábado 1 de abril de 2017 (de nazaret.tv)

CIEN OVEJAS-JOSE OCAMPO

Cuaresma – La tentación

Oración de liberación

En todos los ciclos litúrgicos, los domingos del Tiempo de Cuaresma se abren con en el relato de las tentaciones de Jesús, cuando el Espíritu lo condujo al desierto, según el texto evangélico, “para ser tentado”.

Las tentaciones de Jesús

La imagen de Jesús en el desierto durante cuarenta días es significativa no solo por la duración concreta de la cuarentena, sino porque indica la extensión de la prueba durante todo el curso de la historia. San Pedro nos advierte: “Sed sobrios, velad. Vuestro adversario, el diablo, como león rugiente, ronda buscando a quien devorar. Resistidle, firmes en la fe” (1Pe 5, 8).

El Maestro nos enseña a pedir: “No nos dejes caer en la tentación”, que es distinto a no tenerla o sufrirla. La prueba siempre es buena para consolidar la determinación de seguir a Jesús y para objetivar la pertenencia creyente. Dicen que una amistad se acrisola por las crisis que se superan. La tentación es un tiempo del Espíritu, un tiempo precioso que debes interpretar como prueba de crecimiento. Un tiempo único que te da ocasión de ofrenda. Una concreción histórica de la salvación en tu vida. Es la hora de abrirte a la gracia y de acoger cada día su acompañamiento. No te ofendas si te digo que llegarás a agradecer la crisis.

No es irremediable la caída

Cuaresma – Transfiguración


No es indiferente que la Iglesia escoja para el segundo domingo de Cuaresma el relato de la Transfiguración de Jesús. Con ello intenta aplicar la misma pedagogía que tuvo el Maestro con sus discípulos más íntimos, cuando se los llevó a un monte alto y su rostro resplandecía de luz, y sus vestidos tomaban el color de la gloria, blancos como ningún batanero los podía dejar,
El misterio de la Encarnación nos hace capaces de contemplar la belleza que contiene la materia, toda realidad, hasta incluso la Cruz, como gesto supremo de amor.
El monte de la Transfiguración es la escuela donde se aprende a ver con los ojos de Dios toda la historia. Jesús, en diálogo con Moisés y Elías, que simbolizan la ley y los profetas, envuelto en luz habla, de su próxima muerte, y anticipa a los apóstoles amigos el resplandor de la gloria, para que superen el dolor que les producirá el sufrimiento de la Pasión.

Desbordamiento de amor

La belleza no consiste solo en expresar canónicamente la realidad a través de formas áureas, con la perfección estética de la medida y de la proporción. En muchos casos la belleza está sumergida en la hondura de la materia, en su posibilidad. Así el escultor, al ver un bloque de mármol en el que nadie quizá repara, ve ya el volumen susceptible de que en él se pueda esculpir la imagen más bella.

Cuaresma – Agua

¿Cómo apagar mi sed en la oración? Segunda Parte

Una de las razones del Tiempo de Cuaresma es que sirva para la gran preparación para la Pascua, fecha en la que los catecúmenos recibirán el bautismo, y todos los cristianos renovaremos las promesa bautismales.

El camino de Cuaresma

En la travesía cuaresmal, tiempo con resonancias de la cuarentena de años que tardó el pueblo de Israel en llegar desde Egipto, tierra de esclavitud, al país de la promesa, se nos acompañará con textos bíblicos que hacen explícita referencia al agua como evocación profética del sacramento de iniciación cristiana.

Ya al inicio, se bendecirá la ceniza con agua, lo que nos recuerda nuestro propio origen: estamos hechos del polvo del suelo amasado por las manos artesanas del Creador, como vasos de barro en manos del Alfarero divino.

El paso del Mar Rojo, la roca del desierto, golpeada por Moisés y convertida en manantial, el paso del Río Jordán, la fuente de Eliseo, el oasis de Jericó, la piscina Probática, la piscina de Siloé o el pozo de Jacob en Samaría son figuras que profetizan el agua bautismal, de la que nacemos como hijos de Dios.

Cuaresma – El Aceite

Cuaresma El Aceite


La presencia del aceite es muy rica en la Biblia, y su significado se puede considerar desde sus diferentes utilidades. El aceite es curativo, perfuma, unge, consagra, alimenta y sirve para iluminar.

¿Qué significa el olivo?

El Domingo de Ramos se evoca la entrada de Jesús en Jerusalén desde el Monte de los Olivos. El olivo es signo de paz y de bendición, recuerda el lugar donde Jesús se retiraba a orar. Junto al huerto de olivos estaba la almazara, el molino de aceite.
El Hosanna es el cántico en honor del que viene en el nombre del Señor y con él se recibe al Ungido, al Mesías, al Cristo, a Aquel que es esperado como Rey y Señor. Históricamente, la entrada triunfal se escolta con ramos de olivo, árbol de cuyo fruto se obtiene el precioso líquido que sirve para fortalecer y para ungir.

El aceite y nuestra identidad como cristianos

¿Qué haces ahí todo el día en la Santa Eucaristía?


¿Qué haces ahí todo el día en la Santa Eucaristía?

¡Qué vacía estaba mi vida sin Ti! Se que tú eres mi amigo y quieres abrazarme todos los días en la comunión.

Por: P. Angel Peña O.A.R. | Fuente: Catholic.net 


La Eucaristía es un regalo de amor de Dios a los hombres, es el tesoro de los tesoros. Es el regalo de los regalos. Es Dios mismo que se da como don y alimento a los hombres. ¿Podríamos haber imaginado mayor muestra de amor? La Eucaristía es el sacramento de la presencia de Jesús, del amigo divino, que viene a nosotros a ofrecernos su amistad y a pedimos un poco de amor. La Eucaristía (misa, comunión, adoración) es la mejor manera de encontrarnos con Dios, de renovar nuestra amistad con Jesús... Es el mejor alimento espiritual, es la mejor oración. Y, sin embargo, cuánta falta de fe en dejar abandonado al Dios escondido. Precisamente, no pensar en la Eucaristía, no vivir la Eucaristía, es el mayor pecado o deficiencia de nuestro catolicismo. La mayor parte de las iglesias están cerradas casi todo el día, escondiendo así al mayor tesoro del Universo y al mejor medio de santificación: Jesús Eucaristía.

Debemos tener bien claro que la Eucaristía no es algo, sino Alguien. Alguien que te ama y te espera. Su nombre es JESUS. Por eso, toda tu vida cristiana debe ser una vida de amistad con Jesús, lo que significa que debe ser una vida eucaristizada, con una relación personal con Jesús Eucaristía.

¿Qué tengo yo, que mi amistad procuras?



¿Qué tengo yo, que mi amistad procuras?

No te cansas, no abandonas, no te rindes. Porque quieres que te abramos y puedas entrar para entregarnos tu Corazón lleno de amor.

Por: Ma. Esther De Ariño | Fuente: Catholic.net 


Una vez más estoy ante ti, Señor, Jesús Sacramentado. Ante el milagro y misterio de tu gran amor por todos los seres de este mundo sin distinción de clases sociales, de colores, razas y credos.

Tu amor abarca a todas las criaturas, santos y pecadores.... ¡Qué misterio tan profundo y qué poco pensamos en él!.

Con ese amor, con ese deseo de ser correspondido, llamas a nuestra puerta, a la puerta de nuestro corazón para que te abramos, y llamas siempre a lo largo de todo el día, en todos los instantes, en los momentos que menos podemos imaginar... siempre llamas, siempre estás. No te cansas, no abandonas, no te rindes. Porque lo único que persigues es que te abramos y puedas entrar para entregarnos tu Corazón lleno de amor.

¿Y qué nos pasa?. Tal vez tenemos miedo de que si te "dejamos entrar" nos vas a pedir que cambiemos nuestro modo de vivir, que nos apartemos de esa persona que...., que dejemos ese rencor que hasta nos parece que lo necesitamos para así, no perdonar..., que nos vas a "obligar" a cosas que... ¡nos cuestan tanto!

Jesús perdona siempre



Jesús perdona siempre

Cuando Jesús se relaciona con el hombre, especialmente con los necesitados y pecadores siente una profunda misericordia.


Por: P. Eusebio Gómez Navarro | Fuente: Catholic.net 


Aldo Moro era amigo de Pablo VI. Cuando las Brigadas Rojas secuestraron a Aldo, Pablo VI se ofreció como rehén para que liberasen a su amigo; pero Aldo fue asesinado. Las cuatro hijas de Aldo fueron a la cárcel en las Navidades siguientes, a llevar unos regalos y perdonar a los asesinos de su padre. Ante la pregunta de los periodistas qué es lo que hacían con este gesto una de ellas respondió: “lo hemos aprendido de Jesús”.

Jesús dio la vida por todos, inclusive por sus enemigos. En él tenían cabida todos los seres humanos, en especial los más despreciados. El no vino a llamar a los justos, sino a los pecadores y no pedía sacrificios, sino misericordia (Mt 9,13). Jesús practicaba y enseñaba a otros a practicar la lección más difícil: pasar haciendo el bien y perdonar y a Pedro le manda que perdone siempre (Mt 18,21). La reconciliación perfecta la hizo Jesús, él es el único mediador entre Dios y los seres humanos (1Tm 2,5). Él murió por todos, para que ya no vivan para sí los que viven, sino para aquel que murió y resucitó por ellos, a quien no conoció pecado, le hizo pecado por nosotros (2Co 5,14-21). Cristo nos ha reconciliado con Dios “por medio de la cruz, destruyendo en sí mismo la enemistad…; por él tenemos acceso al Padre en un mismo espíritu” (Ef 2,14-18).

Jesús excusa y perdona a sus enemigos y así se lo pide al Padre: “Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen” (Lc 23,34). Hasta ese punto llegó el perdón de Jesús. Jesús no se dejó vencer por el mal, sino que venció al mal con el bien (Rm 12,21). Dice san Juan Crisóstomo: “En las guerras se considera vencido al que cae. Pero entre nosotros la victoria consiste en eso mismo. Nunca vencemos cuando nos portamos mal, sino cuando soportamos el mal con paciencia. La victoria más bella consiste en vencer con nuestra paciencia a los que nos hacen daño”. Jesús no fue enviado por su Padre como juez, sino como salvador (Jn 3,17); él nos revela que Dios es un Padre que tiene su gozo en perdonar (Lc 15) y cuya voluntad es que nada se pierda (Mt 18,12).

Con Jesús En La Mañana (1 De Abril De 2017) - Tele VID