sábado, 3 de diciembre de 2022

San Francisco Xavier, Presbítero (Memoria)




San Francisco Xavier, Presbítero (Memoria).

Color: Blanco
Santos:
San Francisco Javier
Lecturas del día:
Primera Opción
Primera Lectura
Isaías 29:17-24
17
¿Acaso no falta sólo un poco, para que el Líbano se convierta en vergel, y el vergel se considere una selva?
18
Oirán aquel día los sordos palabras de un libro, y desde la tiniebla y desde la oscuridad los ojos de los ciegos las verán,
19
los pobres volverán a alegrarse en Yahveh, y los hombres más pobres en el Santo de Israel se recocijarán.
20
Porque se habrán terminado los tiranos, se habrá acabado el hombre burlador, y serán exterminados todos los que desean el mal;
21
los que declaran culpable a otro con su palabra, y tienden lazos al que juzga en la puerta, y desatienden al justo por una nonada.
22
Por tanto, así dice Yahveh, Dios de la casa de Jacob, el que rescató a Abraham: «No se avergonzará en adelante Jacob, ni en adelante su rostro palidecerá;
23
porque en viendo a sus hijos, las obras de mis manos, en medio de él, santificarán mi Nombre.» Santificarán al Santo de Jacob, y al Dios de Israel tendrán miedo.
24
Los descarriados alcanzarán inteligencia, y los murmuradores aprenderán doctrina.
Salmo Responsorial
Salmo 27:1, 4, 13-14
1
Yahveh es mi luz y mi salvación, ¿a quién he de temer? Yahveh, el refugio de mi vida, ¿por quién he de temblar?
4
Una cosa he pedido a Yahveh, una cosa estoy buscando: morar en la Casa de Yahveh, todos los días de mi vida, para gustar la dulzura de Yahveh y cuidar de su Templo.
13
¡Ay, si estuviera seguro de ver la bondad de Yahveh en la tierra de los vivos!
14
Espera en Yahveh, ten valor y firme corazón, espera en Yahveh.
Evangelio
Mateo 9:27-31
27
Cuando Jesús se iba de allí, al pasar le siguieron dos ciegos gritando: «¡Ten piedad de nosotros, Hijo de David!»
28
Y al llegar a casa, se le acercaron los ciegos, y Jesús les dice: «¿Creéis que puedo hacer eso?» Dícenle: «Sí, Señor.»
29
Entonces les tocó los ojos diciendo: «Hágase en vosotros según vuestra fe.»
30
Y se abrieron sus ojos. Jesús les ordenó severamente: «¡Mirad que nadie lo sepa!»
31
Pero ellos, en cuanto salieron, divulgaron su fama por toda aquella comarca.
Segunda Opción
Primera Lectura
I Corintios 9:16-19, 22-23
16
Predicar el Evangelio no es para mí ningún motivo de gloria; es más bien un deber que me incumbe. Y ¡ay de mí si no predicara el Evangelio!
17
Si lo hiciera por propia iniciativa, ciertamente tendría derecho a una recompensa. Mas si lo hago forzado, es una misión que se me ha confiado.
18
Ahora bien, ¿cuál es mi recompensa? Predicar el Evangelio entregándolo gratuitamente, renunciando al derecho que me confiere el Evangelio.
19
Efectivamente, siendo libre de todos, me he hecho esclavo de todos para ganar a los más que pueda.
22
Me he hecho débil con los débiles para ganar a los débiles. Me he hecho todo a todos para salvar a toda costa a algunos.
23
Y todo esto lo hago por el Evangelio para ser partícipe del mismo.
Salmo Responsorial
Salmo 117:1-2
1
¡Alabad a Yahveh, todas las naciones, celebradle, pueblos todos!
2
Porque es fuerte su amor hacia nosotros, la verdad de Yahveh dura por siempre.
Evangelio
Marcos 16:15-20
15
Y les dijo: «Id por todo el mundo y proclamad la Buena Nueva a toda la creación.
16
El que crea y sea bautizado, se salvará; el que no crea, se condenará.
17
Estas son las señales que acompañarán a los que crean: en mi nombre expulsarán demonios, hablarán en lenguas nuevas,
18
agarrarán serpientes en sus manos y aunque beban veneno no les hará daño; impondrán las manos sobre los enfermos y se pondrán bien.»
19
Con esto, el Señor Jesús, después de hablarles, fue elevado al cielo y se sentó a la diestra de Dios.
20
Ellos salieron a predicar por todas partes, colaborando el Señor con ellos y confirmando la Palabra con las señales que la acompañaban. 

 

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