¡Un camino de conversión personal!
Infierno
Lección: Quizás la meditación anterior te llevó a una comprensión más profunda de que tienes mucho trabajo por hacer para convertirte en un santo. Sin embargo, si no fue así y sientes que “lo estás haciendo bastante bien”, entonces tal vez sea necesario un mayor “temor santo” al pecado.
Sólo por la Divina Misericordia Dios os permite entrar en el Purgatorio después de la muerte para ser libres de todo pecado venial y de toda imperfección. La verdad más profunda es que cualquier pecado en tu alma significa que mereces la condenación eterna. La acción purificadora de Dios en el Purgatorio es una misericordia, no un derecho. Es un regalo.
Además, es importante mirar al Infierno una vez más. No te canses todavía de esta meditación. Si tienes un pecado mortal en tu alma, y continúas cometiendo ese pecado, y no logras ser purgado de él, terminarás en el Infierno eternamente. Vuestro juicio particular será de condenación eterna.
Reflexión: Reflexione sobre estas verdades y permítase sentir el dolor de la pérdida, la eternidad de este dolor, el dolor, la vergüenza y el arrepentimiento que experimentaría si terminara en el Infierno. Reflexiona durante algún tiempo hasta que comiences a sentir un “temor santo” del pecado y sus consecuencias en tu propia vida. (Reflejo silencioso)
Permítete sentir, saborear, oír, ver y oler la temible realidad del Infierno como una verdadera motivación y disuasión del pecado. Trate de usar el método de oración de la “aplicación de los sentidos”. Los cinco puntos a continuación de San Ignacio deberían ayudarlo a guiarlo:
Primer Punto . El primer Punto será ver con la vista de la imaginación los grandes fuegos, y las almas como en cuerpos de fuego.
Segundo Punto . La segunda, para oír con los oídos lamentos, aullidos, clamores, blasfemias contra Cristo nuestro Señor y contra todos sus santos.
Tercer Punto . El tercero, oler con olor a humo, azufre, heces y cosas podridas.
Cuarto Punto . La cuarta, gustar con el gusto las cosas amargas, como el llanto, la tristeza y el gusano de la conciencia.
Quinto Punto . El quinto, tocar con el tacto; es decir, cómo los fuegos tocan y queman las almas.
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