sábado, 13 de agosto de 2022

 





Reflexiones diarias sobre la Divina Misericordia
365 Días con Santa Faustina

Reflexión 225: Amistad espiritual a través de la oración

Un canal poderoso de la Misericordia de Dios es la amistad con otro. Pero la amistad se puede vivir en varios niveles. A veces este vínculo se basa en cosas superficiales y sin importancia, y en otras ocasiones está profundamente arraigado en nuestro Señor. Un signo de una profunda amistad espiritual es la oración mutua. Si ha sido bendecido con un amigo lleno de fe, selle y profundice esa amistad a través de un compromiso de oración mutua. Comparta su vida y sus necesidades unos con otros y comprométase a orar por esas necesidades. A través del acto de oración mutua descubriréis que la Misericordia de Dios se derrama en cada una de vuestras vidas, y que vuestro vínculo mutuo se profundizará en el Señor. Esta es una bendición de la Misericordia de Dios así como una fuente de su continuo derramamiento (Ver Diario #1171).

Reflexiona sobre las amistades que tienes. ¿Cuál es la base de cada amistad? Quizás cada uno será variado. Algunos serán conocidos casuales, basados ​​en un interés compartido. Otros se basarán en algún vínculo unificador más profundo. Dedique tiempo hoy especialmente a reflexionar sobre aquellas amistades que se basan en su amor compartido por Dios. Si eres bendecido con una de estas amistades, busca profundizarla a través de la oración compartida. Reflexiona sobre lo que más necesita tu amigo y comprométete a orar por esta intención. Y comparte tu necesidad con tu amigo. Este mutuo intercambio de oración será una fuente poderosa de la Misericordia de Dios.

Señor, te agradezco especialmente este día por mis amistades. Te ofrezco a mis amigos y pido que se derrame sobre ellos una abundancia de gracia. Señor, te ofrezco especialmente esta necesidad particular en la vida de mi amigo (identificar una necesidad). Te agradezco por Tu amor inquebrantable por cada uno de nosotros, amado Señor, y por Tu propio regalo perfecto de amistad en nuestras vidas. Jesús, en Ti confío.




No hay comentarios. :

Publicar un comentario