martes, 5 de julio de 2022

Reflexión 186: Traspasado por Dios

 



Reflexiones diarias sobre la Divina Misericordia
365 Días con Santa Faustina

Reflexión 186: Traspasado por Dios

¿Tu alma ha sido “traspasada” por Dios? ¿Él te “penetra”? ¿Te permites “disolverte” en Su divinidad y ser “envuelto” por Su Misericordia? Hay tantas palabras que podemos usar para describir nuestra relación con Dios. Aunque todos se suman a una articulación de quién es Dios y qué tipo de relación debemos tener con Él, ninguno de ellos podrá presentar completamente el misterio de nuestra unión con Él. Estamos llamados a la “unidad”, a la “unión transformadora”. Y esta unión es como una gota de agua que se coloca en el poderoso océano. Lenta y seguramente, esa gota de agua se pierde en la inmensidad de las profundidades oceánicas. Así es con Dios. Estamos llamados a una unidad tan profunda y profunda que las palabras nunca serán suficientes para decir lo que el alma está llamada a experimentar (Ver Diario #983-984).

¿Cómo es tu relación con Dios? ¿Son las palabras anteriores una débil descripción de tu vida de oración y comunión con Él? ¿Lo ves y lo experimentas interiormente, llamándote a Sus profundidades insondables de Misericordia? ¿O es Él distante para ti, visto por ti como alguien de quien hablas y eres consciente, pero con quien no vives una “fusión santa”? Las palabras que usamos importan porque apuntan a la realidad más profunda. Reflexiona sobre cómo describirías tu relación con Dios. Y cuando descubras que ninguna palabra es suficiente, estás en el camino correcto.

Santísima Trinidad, que todo mi ser sea consumido por el resplandor de tu resplandor. Que llegue a ser poseído por Ti en todos los sentidos para que ya no sea mi vida la que se viva, sino la Tuya viviendo dentro de mí, consumiéndome y transformándome. Que yo sea como esa pequeña gota de agua, entrando en el poderoso Océano de la Misericordia. Jesús, en Ti confío.



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