Miércoles semana dieciséis Tiempo Ordinario (20 julio 2022)
De Corazón a corazón: Jer 1,1.4-10 (“Antes de haberte formado yo en el seno de tu madre, te conocía… adonde quiera que yo te envíe, irás”); Mt 13,1-9 (“Salió el sembrador a sembrar”)
Contemplación, vivencia, fraternidad, misión: El “Sembrador” (Jesús) sigue sembrando la buena semilla, que necesita encontrar tierra buena (un corazón bueno) para germinar. La semilla y el sembrador se identifican: es la Palabra personal y definitiva de Dios, es decir, el mismo Jesús. Sería un absurdo cultural e histórico, querer reducir la persona de Jesús a una ideología o a una “escuela” (fue la tentación de Agustín de Tagaste antes de “convertirse”). Quien sólo busca una teoría sobre Jesús, no encuentran más que abstracciones discutibles que son fuente de división. La “realidad” de Jesús (su persona, su presencia, su doctrina) siempre construye la unidad y la paz.
*Con María la Iglesia camina en comunión, abierta a las sorpresas del Espíritu Santo: La siembra de la Palabra comienza en todo corazón humano, ya desde el seno de su madre. Jesús, Palabra personal y definitiva del Padre, se sembró en el seno y en el corazón de María figura de la Iglesia Madre. Ella es la “Virgen hecha Iglesia” (San Francisco, citado en Desiderio desideravi, n.59)
No hay comentarios. :
Publicar un comentario