viernes, 22 de julio de 2022

Aferrándose a Jesús 22 de julio de 2022 Fiesta de Santa María Magdalena

 




Reflexiones Católicas Diarias
¡Mi vida católica!

Aferrándose a Jesús
22 de julio de 2022
Fiesta de Santa María Magdalena

Lecturas para hoy

“Señor, si usted se lo llevó, dígame dónde lo puso y yo lo llevaré”. Jesús le dijo: "¡María!" Ella se volvió y le dijo en hebreo: “Rabbouni”, que significa Maestro. Jesús le dijo: “Deja de aferrarte a mí, porque aún no he subido al Padre”. Juan 20:15b-17b

¡Qué privilegio! María Magdalena fue la primera persona registrada en las Escrituras que vio al Señor resucitado, y no hay duda de que muchos habrían llegado a la conclusión de que ella era la persona más indigna de recibir tal bendición.

La Escritura dice que María Magdalena fue la mujer de la que Jesús expulsó siete demonios. Claramente, alguien que estaba poseído por siete demonios había vivido una vida pecaminosa. Pero después de encontrarse con nuestro Señor, María se convirtió en su fiel seguidora, siendo una de las santas mujeres para servir y cuidar diariamente de sus necesidades. Por eso, ahora la llamamos “santa”. Pero este pasaje anterior nos dice aún más acerca de Jesús y su misericordia.

Este pasaje está tomado del relato de la Resurrección de Jesús. María había ido a la tumba solo para encontrarla vacía. Se sentó allí llorando pensando que alguien se llevó el cuerpo de Jesús. Pero de repente, ante sus ojos, Jesús estaba allí y vivo. Sus palabras fueron penetrantes y profundas. Él dijo: “Dejen de aferrarse a mí, porque aún no he subido al Padre”. Hay dos cosas que decir acerca de este pasaje.

Primero, fue una bendición maravillosa que Jesús se le apareciera primero. Esta mujer pecadora era ahora la primera testigo y la primera mensajera de la Resurrección. Esto nos dice que Jesús no nos discrimina por nuestros pecados pasados. Él no tiene una larga memoria que nos haga responsables para siempre de lo que hemos hecho en el pasado. Su perdón es absoluto cuando se da y nos restaura completamente a la gracia si estamos abiertos. Esto es lo que pasó con María. Jesús la escogió a ella, esta mujer antes pecadora, para ser Su primer testigo de Su Resurrección.

En segundo lugar, este pasaje revela que Jesús sí quiere que nos aferremos a Él, pero no de una manera puramente humana. María había llegado a conocer a Jesús en la Tierra y ahora Jesús quería profundizar Su vínculo con ella una vez que ascendió al Cielo. En ese momento, Él quería estar más que presente físicamente, quería morar en su alma y unirse a ella ya nosotros de la manera más íntima y profunda.

Reflexionad, hoy, sobre el deseo en el Corazón de nuestro Señor de que nos aferremos a Él en el Cielo. Escúchalo decirte: “Ahora he ascendido a mi Padre y te invito a que te aferres a mí con todo tu corazón. Déjame entrar y permíteme habitar dentro de ti en toda intimidad. Te amo y quiero ser uno contigo. ¿Me dejarás entrar en tu corazón?

Señor, quiero aferrarme a ti. Elijo ser uno contigo en todos los sentidos. Ven a vivir en mi corazón y hazme uno contigo. Jesús, en Ti confío.





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