miércoles, 1 de junio de 2022

Compartir en Cristo



Jueves semana séptima de Pascua (2 junio 2022)

De Corazón a corazón: Hch 22,30;23,6-11 (“Se me juzga por esperar la resurrección de los muertos… Has dado testimonio de mí”); Jn 17,20-26 (“Como tú Padre en mí y yo en ti, que ellos también sean uno en nosotros, para que el mundo crea… los has amado como a mi… yo estoy en ellos”)

Contemplación, vivencia, fraternidad, misión: Es hermoso gastar la vida para dar testimonio de la presencia y del amor de Cristo resucitado. El Señor nos ama, nos envía, nos acompaña. Pablo fue siempre un destello de Cristo Resucitado. Su testimonio dejó huella imborrable, desde Jerusalén hasta Roma. Un corazón unificado en el amor a Cristo y una comunidad unificada con Cristo en medio, es la garantía de una fe vivida que no hace rebajas a la entrega. El mandato del amor, puesto en práctica en la fraternidad, es un signo eficaz de santificación y de evangelización.

*Con María la Iglesia camina en comunión, abierta a las sorpresas del Espíritu Santo: En el Cenáculo, preparando la venida del Espíritu Santo, resonaban en el Corazón de María y de la Iglesia, las palabras de Jesús: "Los has amado como a mi… yo estoy en ellos". Era la explicación del encargo recibido en el Calvario: "He aquí a tu hijo… he aquí a tu Madre". La Iglesia aprende de María su propia maternidad.


 

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