¡Mi vida católica!
Voces contrastantes
8 de mayo de 2022
Cuarto Domingo de Pascua (Año C)—Domingo del Buen Pastor
Lecturas para hoy
“Mis ovejas oyen mi voz; Yo las conozco y ellas me siguen." Juan 10:27
Jesús ofrece un claro contraste entre los pastores. Esto se aplicaría a los sacerdotes, padres y todos nosotros a nuestra manera única. El contraste que Él ofrece es entre los que se preocupan profundamente por los que están a su cuidado y los que simplemente siguen los movimientos y están más motivados por el egoísmo que por el amor sacrificial.
Jesús manifestó perfectamente el amor sacrificial como el Pastor Divino. Él estaba dispuesto a hacer todo el camino por nosotros, Sus ovejas. Estaba dispuesto a sacrificarlo todo. No permitió que el sufrimiento, la persecución, el rechazo y cosas por el estilo lo detuvieran de su responsabilidad de cuidarnos de manera total y completa. Debería inspirarnos, consolarnos y animarnos a saber cuán profundo es realmente Su amor por nosotros.
Este amor también se ve en el amor inquebrantable de un padre, un hermano o un amigo querido. Cuando el amor que uno nos ofrece es inquebrantable, sobre todo en los momentos difíciles, es un gran apoyo. Y el amor ofrecido a otro de esta manera forja un vínculo espiritual profundo que es más fuerte que cualquier dificultad que podamos enfrentar. No importa qué “lobo” se cruce en nuestro camino, debemos saber del apoyo inquebrantable del Divino Pastor. Y cuando podemos ver ese amor manifestado en el apoyo inquebrantable de los demás, somos doblemente bendecidos.
Pero tampoco se debe ignorar el contraste. Jesús da el ejemplo de “un jornalero que no es pastor” que ve venir al lobo y corre. Es importante señalar cuán dañino es este hombre para el pueblo de Dios. Cuando huye de su responsabilidad y se entrega a la motivación egoísta, deja al rebaño desatendido y vulnerable a los ataques.
Deberíamos ver en este jornalero la tentación que todos enfrentamos inevitablemente en la vida. Es difícil mantenerse firme en los momentos difíciles. Es difícil estar ahí para aquellos que nos necesitan cuando nos necesitan. Es difícil ser fiel en todas las cosas y nunca rehuir ante la tentación del miedo.
Jesús nos ofrece su amor y apoyo inquebrantables como nuestro Pastor, pero también quiere que le devolvamos este regalo ofreciéndole este mismo compromiso inquebrantable unos a otros.
Reflexiona, hoy, qué bien imitas al Buen Pastor. Donde te falta, deja que Él te pastoree para que puedas pastorear a otros. Corre al Buen Pastor y confía en Su perfecto amor por ti.
Jesús, nuestro Buen Pastor, te agradezco por Tu apoyo inquebrantable hacia mí como mi Pastor. Y te agradezco por aquellos que actúan como Tus instrumentos de este profundo amor y compromiso. Ayúdame a cumplir mi papel de pastorear a Tu pueblo, el pueblo que Tú has puesto en mi vida. Que nunca huya de la gloriosa responsabilidad a la que me has llamado. Jesús, en Ti confío
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