sábado, 21 de mayo de 2022

Persecucion 21 de mayo de 2022 Sábado de la Quinta Semana de Pascua

 




Reflexiones Católicas Diarias
¡Mi vida católica!

Persecucion
21 de mayo de 2022
Sábado de la Quinta Semana de Pascua
Lecturas para hoy

San Cristóbal de Magallanes, Presbítero y Mártir y Compañeros, Mártires—Memoria Facultativa

“Acordaos de la palabra que os hablé: 'Ningún esclavo es más grande que su amo'. Si ellos me persiguieron, también te perseguirán a ti." Juan 15:20

¿Quieres ser como Jesús? Si es así, tenga cuidado con lo que eso significa. Es fácil pensar que cuanto más nos acerquemos a Cristo, más seremos amados y comprendidos por el mundo. Podemos pensar que todos verán nuestra santidad y la admirarán y todo será bueno y fácil en la vida.

Pero todo lo que tenemos que hacer es mirar la vida de Cristo para saber que este no es el caso. Obviamente era perfecto en todos los sentidos. Como resultado, fue tratado con gran malicia y persecución. Es difícil comprender la oscura verdad de que en realidad lo mataron. En la oscuridad de la noche, fue arrestado, sometido a un juicio simulado, declarado culpable y condenado a muerte. Su castigo se llevó a cabo inmediatamente.

¿Por qué le hicieron esto al Hijo de Dios? ¿Por qué alguien tan perfecto y misericordioso en todos los sentidos sería tratado con tanta crueldad?

Si estuviéramos allí, como sus primeros seguidores, lo más probable es que nos hubiéramos sorprendido, asustado, escandalizado y confundido. Es posible que hayamos pensado que Jesús se equivocó y perdió la esperanza en Él. Pero Su plan era perfecto en todos los sentidos y Su plan lo involucró centralmente soportando falsas acusaciones y persecución maliciosa. Y al aceptar libremente este abuso, redimió al mundo.

Volviendo a la pregunta original: "¿Quieres ser como Jesús?" Esta es una pregunta difícil cuando la miramos a la luz de lo que le sucedió a Él. “Ningún esclavo es más grande que su amo”. "Si ellos me persiguieron, también te perseguirán a ti." Estos son dichos difíciles de aceptar y estar de acuerdo.

La persecución es algo de lo que no debemos huir. No debemos desesperarnos si sucede y no debemos mantener la cabeza baja. ¿Por qué? Porque la persecución es una clara señal de que estamos siguiendo los pasos de nuestro Maestro. Estamos más profundamente unidos a Cristo como resultado de la persecución de lo que jamás podríamos darnos cuenta.

La clave es saber que Dios tiene la intención de usar todo maltrato para bien si se lo permitimos. Y dejamos que Él lo use para bien cuando se lo entregamos y lo recibimos gratuitamente, no de mala gana. Nuestra respuesta debe ser “regocijarnos y alegrarnos” de haber sido hallados dignos de seguir los pasos de nuestro Divino Señor.

Reflexiona hoy sobre cualquier forma de persecución o injusticia que sufras por causa de tu fe y abrazo al Evangelio. El Señor quiere usar eso si se lo permites.

Mi Señor perseguido, te entrego todo lo que me pesa. Doy cualquier sufrimiento que recibo por ser Tu seguidor. Que no solo te imite en tu sufrimiento, sino también en tu abrazo voluntario. Jesús, en Ti confío.

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