Sábado semana cuarta de Cuaresma (2 abril 2022)
De Corazón a corazón: Jer 11,18-20 ("Yo era como cordero manso llevado al matadero"); Jn 7,40-53 ("Se originó una disensión entre la gente por causa de él… Jamás un hombre ha hablado como éste")
Contemplación, vivencia, fraternidad, misión: Jesús ha venido a traer la paz en los corazones para poder sembrar la paz en toda la familia humana. Las disensiones nacen todas de un corazón dividido. La "paz" que ofrece Jesús está basada en su donación sacrificial de "cordero manso llevado al matadero". Sólo puede hablar de paz quien deja reinar la "Verdad" y el "Amor" (y por tanto la “Belleza”) en su corazón. Nadie ha hablado, vivido y amado como Jesús: dándose a sí mismo y llevándonos en su corazón. Sólo Dios ama así. "El sacrificio más importante a los ojos de Dios es nuestra paz y concordia fraterna y un pueblo cuya unidad sea un reflejo de la unidad que existe entre el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo" (San Cipriano, Sobre el Padre Nuestro).
*Con María la Iglesia camina en comunión, abierta a las sorpresas del Espíritu Santo: No puede haber "disensión" en la comunidad eclesial cuando el corazón está unificado por la Palabra y la presencia de Jesús. En el Cenáculo, esperando la efusión del Espíritu Santo, los Apóstoles y discípulos "oraban en sintonía con María la Madre de Jesús" (Hech 1,14). Entonces el camino sinodal de la Iglesia es posible.
No hay comentarios. :
Publicar un comentario