miércoles, 23 de marzo de 2022

El tiempo de Dios 23 de marzo de 2022 Miércoles de la Tercera Semana de Cuaresma

 



Reflexiones Católicas Diarias
¡Mi vida católica!

El tiempo de Dios
23 de marzo de 2022
Miércoles de la Tercera Semana de Cuaresma
Lecturas para Hoy

San Toribio de Mogrovejo, obispo — Memoria facultativa

Jesús dijo a sus discípulos: “No penséis que he venido a abolir la ley o los profetas. No he venido a abrogar, sino a cumplir”. Mateo 5:17

A veces Dios parece moverse lentamente... muy lentamente. Quizás a todos nos ha resultado difícil ser pacientes con el tiempo de Dios en nuestras vidas. Es fácil pensar que sabemos más y si oramos más fuerte, empujaremos la mano de Dios y Él finalmente actuará, haciendo lo que oramos. Pero esta no es la forma en que Dios obra.

La Escritura anterior debería darnos una idea de los caminos de Dios. Son lentos, constantes y perfectos. Jesús se refiere a la “ley y los profetas” afirmando que Él no vino a abolirlos sino a cumplirlos. Esto es verdad. Pero vale la pena mirar cuidadosamente cómo sucedió esto.

Surgió durante muchos miles de años. Tomó tiempo para que se desarrollara el plan perfecto de Dios. Pero se desarrolló en Su tiempo ya Su manera. Tal vez todos los del Antiguo Testamento estaban ansiosos de que viniera el Mesías y cumpliera todas las cosas. Pero profeta tras profeta iban y venían y continuaban apuntando a la futura venida del Mesías. Incluso la ley del Antiguo Testamento fue una forma de preparar al pueblo de Dios para la venida del Mesías. Pero nuevamente, fue un proceso lento de formar la ley, implementarla para el pueblo de Israel, capacitándolos para entenderla y luego comenzar a vivirla.

Incluso cuando el Mesías finalmente vino, hubo muchos que, en su entusiasmo y celo, querían que Él cumpliera todas las cosas allí mismo. ¡Querían que se estableciera su reino terrenal y querían que su nuevo Mesías tomara Su Reino!

Pero el plan de Dios era muy diferente a la sabiduría humana. Sus caminos estaban muy por encima de nuestros caminos. ¡Y sus caminos siguen estando muy por encima de nuestros caminos! Jesús cumplió cada parte de la ley y los profetas del Antiguo Testamento, pero no de la manera que muchos esperaban.

¿Qué nos enseña esto? Nos enseña mucha paciencia. Y nos enseña entrega, confianza y esperanza. Si queremos orar mucho y orar bien, necesitamos orar correctamente. ¡Y la forma correcta de orar es orar continuamente para que se haga Tu voluntad! Nuevamente, esto es difícil al principio, pero se vuelve fácil cuando entendemos y creemos que Dios siempre tiene el plan perfecto para nuestras vidas y para cada lucha y situación en la que nos encontremos.

Reflexiona hoy sobre tu paciencia y tu confianza en los caminos del Señor. Él tiene un plan perfecto para tu vida, y ese plan probablemente sea diferente al tuyo. Entrégate a Él y deja que Su santa voluntad te guíe en todas las cosas.

Mi perfecto Señor, te encomiendo mi vida. Confío en que Tú tienes el plan perfecto para mí y para todos Tus amados hijos. Dame paciencia para esperarte y dejarte cumplir tu voluntad divina en mi vida. ¡Jesús, en ti confío!



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