Miércoles semana tercera de Cuaresma (23 marzo Sto. Toribio)
De Corazón a corazón: Deut 4,1.5-9 (“Escucha, Israel… esta ley que yo os expongo hoy”); Mt 5,17-19 (“No creáis que he venido a abolir la ley… sino a dar plenitud” – llevar a cumplimiento)
Contemplación, vivencia, fraternidad, misión: Jesús hace suya la historia de amor escrita por Dios en el corazón de toda la humanidad, especialmente en la revelación estricta de la primera Alianza. La "ley" era para Jesús la expresión de la voluntad amorosa de Dios para su Pueblo y para toda la humanidad. Dios tiene sed del hombre, invitándole a entrar en la verdadera libertad del amor. Jesús, que es la Palabra personal y definitiva del Padre, pronunciada en el amor del Espíritu Santo, "encarna" toda la ley en su propio ser y la lleva al cumplimiento más perfecto. Nosotros, al "escuchar" a Jesús, nos insertamos en él y nos hacemos, con él, respuesta personal y comunitaria a Dios.
*Con María la Iglesia camina en comunión, abierta a las sorpresas del Espíritu Santo: María estaba siempre a la "escucha" de la "Palabra". Su vida consistía en acoger y responder a la "Palabra" hecha carne en su seno y nacida para salir al encuentro de todo ser humano. “Es hermoso pensar que la criatura más humilde y elevada de la historia, la primera en conquistar los cielos con todo su ser, cuerpo y alma, pasó su vida mayormente dentro del hogar, pasó su vida en lo ordinario, en la humildad” (Papa Francisco, 15 agosto 2021).
No hay comentarios. :
Publicar un comentario