sábado, 19 de marzo de 2022

Compartir en Cristo Domingo tercero de Cuaresma, Año C (20 marzo 2022)


Domingo tercero de Cuaresma, Año C (20 marzo 2022)

De Corazón a corazón: Ex 3,1-8.13-15 ("La zarza no se consumía"); 1Cor 10,1-6.10-12 ("Todos bebían de la misma bebida espiritual… la roca era Cristo"); Lc 13,1-9 ("Si no os convertís… Un hombre tenía plantada una higuera en su viña, y fue a buscar fruto y no lo encontró")

Contemplación, vivencia, fraternidad, misión: La historia humana es siempre un camino de sorpresas. Dios Amor está presente desde el inicio, como único principio de todo (su presencia de inmensidad). Se ha ido comunicando según su propia iniciativa en el corazón del ser humano y en todos los pueblos. En el pueblo escogido quiso hacerse presente de modo especial, dejando entrever su “trascendencia” e intimidad salvífica (“Yo soy”, en la zarza sin consumirse), apuntando hacia su nueva presencia como “Emmanuel” (Dios con nosotros). Pero esta nueva donación de Dios implica nueva “apertura” (“conversión”), descalzarse, desprenderse de los propios esquemas. Siempre ha habido y habrá uvas agraces e higueras estériles. En la Iglesia (la “viña” del Señor) estamos siempre en “estado de conversión”, como en un ensayo serio y cotidiano hasta llegar a una apertura total al Amor.

*Con María la Iglesia camina en comunión, abierta a las sorpresas del Espíritu Santo: Hay siempre nuevas gracias de Dios, como latidos de su corazón paterno con ternura de madre, que sigue comunicándose por medio de Jesús su Hijo, concebido por obra del Espíritu en la Virgen Madre. Ella nos recuerda la zarza incombustible que deja ver la trascendencia de Dios cercano y encarnado, que nos labra con el fuego del Espíritu Santo para haceros un Jesús viviente.


 

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