Reflexiones diarias sobre la Divina Misericordia
365 Días con Santa Faustina
Reflexión 47: Reconocer las necesidades de los demás
Muchas veces podemos estar tan preocupados por nosotros mismos y nuestros propios problemas que no vemos las luchas y necesidades de quienes nos rodean, especialmente las de nuestra propia familia. A veces, debido a que somos tan egoístas, corremos el riesgo de agregar cargas innecesarias a aquellos a quienes estamos llamados a amar y cuidar. Necesitamos fomentar dentro de nuestros corazones la verdadera empatía y compasión de Cristo por cada persona con la que nos encontremos (Ver Diario #117).
¿Ves las necesidades de aquellos en tu vida? ¿Eres consciente de sus heridas y cargas? ¿Sientes cuando están tristes y abrumados? ¿Agregas a su dolor o buscas levantarlos? Reflexiona, hoy, sobre el gran don de un corazón empático y compasivo. La verdadera empatía cristiana es una respuesta humana de amor por quienes nos rodean. Es un acto de Misericordia que debemos fomentar para aligerar la carga de los que están a nuestro cuidado.
Señor, ayúdame a tener un corazón lleno de verdadera empatía. Ayúdame a sentir las luchas y necesidades de los que me rodean y a apartar mis ojos de mí mismo hacia las necesidades que ellos acarrean. Señor, Tú estás lleno de compasión. Ayúdame también a estar lleno de compasión por todos. Jesús, en Ti confío.
365 Días con Santa Faustina
Reflexión 47: Reconocer las necesidades de los demás
Muchas veces podemos estar tan preocupados por nosotros mismos y nuestros propios problemas que no vemos las luchas y necesidades de quienes nos rodean, especialmente las de nuestra propia familia. A veces, debido a que somos tan egoístas, corremos el riesgo de agregar cargas innecesarias a aquellos a quienes estamos llamados a amar y cuidar. Necesitamos fomentar dentro de nuestros corazones la verdadera empatía y compasión de Cristo por cada persona con la que nos encontremos (Ver Diario #117).
¿Ves las necesidades de aquellos en tu vida? ¿Eres consciente de sus heridas y cargas? ¿Sientes cuando están tristes y abrumados? ¿Agregas a su dolor o buscas levantarlos? Reflexiona, hoy, sobre el gran don de un corazón empático y compasivo. La verdadera empatía cristiana es una respuesta humana de amor por quienes nos rodean. Es un acto de Misericordia que debemos fomentar para aligerar la carga de los que están a nuestro cuidado.
Señor, ayúdame a tener un corazón lleno de verdadera empatía. Ayúdame a sentir las luchas y necesidades de los que me rodean y a apartar mis ojos de mí mismo hacia las necesidades que ellos acarrean. Señor, Tú estás lleno de compasión. Ayúdame también a estar lleno de compasión por todos. Jesús, en Ti confío.
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