Reflexiones diarias sobre la Divina Misericordia
365 Días con Santa Faustina
Reflexión 41: Sentimientos Versus Fe
A veces, la verdad puede parecernos de poco consuelo. Eso puede parecer extraño de decir. Pero si somos honestos, hay veces que sufrimos interiormente a pesar de que sabemos que lo que estamos sintiendo no es verdad. Por ejemplo, podemos SABER que Dios está con nosotros y nos ama, pero es posible que no lo sintamos o lo experimentemos en un momento u otro. Podemos SABER que Dios tiene el control de nuestras vidas, pero podemos sentir que Él no está en ninguna parte de nuestra vida. Esta aparente contradicción entre lo que sabemos y lo que sentimos o experimentamos puede ser difícil de conciliar interiormente. Pero es una gracia experimentar esta aparente contradicción. Es una gracia porque cuando no sentimos la presencia de Dios o, peor aún, si sentimos que hemos sido rechazados por Dios, se nos da, en ese momento, una oportunidad increíble para la santidad. ¿Por qué? Porque la fe no se trata de sentir, se trata de saber. Se trata de conocer la verdad en todas las cosas, creer esa verdad y vivir de acuerdo con esa verdad a pesar de lo que podamos sentir o experimentar interiormente. Aunque esto puede ser difícil de entender, es una verdad que debemos creer y abrazar si queremos crecer en perfección y santidad (verDiario #77).
Reflexiona sobre las verdades de nuestra fe que parecen estar en contradicción con lo que sientes. ¿En cuál confiarás? ¿Lo que viene por la fe? ¿O la que dirige tus sentimientos? La mejor manera de transformar tus sentimientos engañosos es hacer un profundo acto de fe en todo lo que Dios ha dicho y revelado. Haz ese acto de fe y deja que Dios, a su tiempo, reconduzca todo lo que sientes y experimentas interiormente. ¡Confia en el!
Señor, te ofrezco en este día lo que siento y experimento en mi vida. Específicamente, te ofrezco (expresa una intención). Ayúdame a confiar en Ti y en todo lo que has dicho como mi guía. Ayúdame a permitir que Tu verdad entre en mi vida y me redima. Jesús, en Ti confío.
365 Días con Santa Faustina
Reflexión 41: Sentimientos Versus Fe
A veces, la verdad puede parecernos de poco consuelo. Eso puede parecer extraño de decir. Pero si somos honestos, hay veces que sufrimos interiormente a pesar de que sabemos que lo que estamos sintiendo no es verdad. Por ejemplo, podemos SABER que Dios está con nosotros y nos ama, pero es posible que no lo sintamos o lo experimentemos en un momento u otro. Podemos SABER que Dios tiene el control de nuestras vidas, pero podemos sentir que Él no está en ninguna parte de nuestra vida. Esta aparente contradicción entre lo que sabemos y lo que sentimos o experimentamos puede ser difícil de conciliar interiormente. Pero es una gracia experimentar esta aparente contradicción. Es una gracia porque cuando no sentimos la presencia de Dios o, peor aún, si sentimos que hemos sido rechazados por Dios, se nos da, en ese momento, una oportunidad increíble para la santidad. ¿Por qué? Porque la fe no se trata de sentir, se trata de saber. Se trata de conocer la verdad en todas las cosas, creer esa verdad y vivir de acuerdo con esa verdad a pesar de lo que podamos sentir o experimentar interiormente. Aunque esto puede ser difícil de entender, es una verdad que debemos creer y abrazar si queremos crecer en perfección y santidad (verDiario #77).
Reflexiona sobre las verdades de nuestra fe que parecen estar en contradicción con lo que sientes. ¿En cuál confiarás? ¿Lo que viene por la fe? ¿O la que dirige tus sentimientos? La mejor manera de transformar tus sentimientos engañosos es hacer un profundo acto de fe en todo lo que Dios ha dicho y revelado. Haz ese acto de fe y deja que Dios, a su tiempo, reconduzca todo lo que sientes y experimentas interiormente. ¡Confia en el!
Señor, te ofrezco en este día lo que siento y experimento en mi vida. Específicamente, te ofrezco (expresa una intención). Ayúdame a confiar en Ti y en todo lo que has dicho como mi guía. Ayúdame a permitir que Tu verdad entre en mi vida y me redima. Jesús, en Ti confío.
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