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Sábado semana quinta Tiempo Ordinario (12 febrero 2022)
Publicado el viernes, 11 febrero 2022| Comentarios desactivadosen Sábado semana quinta Tiempo Ordinario (12 febrero 2022)
De Corazón a corazón: 1Re 12,26-32; 13,33-34 (Jeroboam establece los templos idolátricos de Betel y Dan) Mc 8,1-10 (“Siento compasión de esta muchedumbre”)
Contemplación, vivencia, fraternidad, misión: Los latidos del Corazón de Jesús, compadeciéndose ante la muchedumbre, continúan en toda la historia. El corazón humano, a pesar de buscar la Verdad y el Bien (en Dios), se fabrica muchos ídolos: de materiales, de ideologías, de preferencias… Los males que de ahí derivan, originan tragedias en otras vidas humanas y en otros pueblos. Todo lo falso se puede ir destruyendo sin violencia; basta ofrecer la propia colaboración al amor de Dios. El Corazón de Cristo expresa, con amor apasionado del ser humano, el mismo amor eterno de Dios. Para anunciar este mensaje del Reino, que se identifica con el mismo Jesús, se necesita vivir el estilo de vida de los Apóstoles, compartiendo sus pocos panes, como expresión del amor del Señor y continuación de su misma misión.
*Con María la Iglesia camina en comunión, abierta a las sorpresas del Espíritu Santo: El “gozo de la esperanza” (Rom 12,12), que es don y fruto del Espíritu Santo, entra en un corazón humilde, como el de María. El Señor nos “salva”, poniendo sus manos en las nuestras, su corazón en el nuestro y su “mirada” misericordiosa en nuestra “nada”, como en María (cfr. Lc 1,48).
Sábado semana quinta Tiempo Ordinario (12 febrero 2022)
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De Corazón a corazón: 1Re 12,26-32; 13,33-34 (Jeroboam establece los templos idolátricos de Betel y Dan) Mc 8,1-10 (“Siento compasión de esta muchedumbre”)
Contemplación, vivencia, fraternidad, misión: Los latidos del Corazón de Jesús, compadeciéndose ante la muchedumbre, continúan en toda la historia. El corazón humano, a pesar de buscar la Verdad y el Bien (en Dios), se fabrica muchos ídolos: de materiales, de ideologías, de preferencias… Los males que de ahí derivan, originan tragedias en otras vidas humanas y en otros pueblos. Todo lo falso se puede ir destruyendo sin violencia; basta ofrecer la propia colaboración al amor de Dios. El Corazón de Cristo expresa, con amor apasionado del ser humano, el mismo amor eterno de Dios. Para anunciar este mensaje del Reino, que se identifica con el mismo Jesús, se necesita vivir el estilo de vida de los Apóstoles, compartiendo sus pocos panes, como expresión del amor del Señor y continuación de su misma misión.
*Con María la Iglesia camina en comunión, abierta a las sorpresas del Espíritu Santo: El “gozo de la esperanza” (Rom 12,12), que es don y fruto del Espíritu Santo, entra en un corazón humilde, como el de María. El Señor nos “salva”, poniendo sus manos en las nuestras, su corazón en el nuestro y su “mirada” misericordiosa en nuestra “nada”, como en María (cfr. Lc 1,48).
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