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Domingo sexto Tiempo Ordinario, Año C (13 febrero 2022)
Publicado el sábado, 12 febrero 2022| Comentarios desactivadosen Domingo sexto Tiempo Ordinario, Año C (13 febrero 2022)
De Corazón, a corazón: Jer 17,5-8 ("Dichoso quien confía en el Señor… será como un árbol plantado junto a las aguas"); 1Cor 15,12.16-20 ("Si Cristo no ha resucitado, vana es vuestra fe… Pero Cristo ha resucitado como primicia de los que han muerto"); Lc 6,17.20-26 ("Bienaventurados los pobres, porque de ellos es el Reino de Dios")
Contemplación, vivencia, fraternidad, misión: El gozo de vivir es posible si se hace de la vida una donación de sí mismo, como Cristo y con Él. Puede faltar todo, menos Él. Si miramos la vida y la historia con fe y esperanza, todo suena a amor, puesto que todo ha sido creado por el Amor. Pero este lado positivo de la creación y de la historia, sólo se descubre en Cristo o, mejor, nos lo descubre Él, como diciéndonos: Te acompaño, ¿quieres ser una página de mi biografía de Hijo de Dios hecho hermano y “esposo”? Cristo es la “primicia” de esta resurrección del sentido de la vida y de la historia, que siempre pasa por la Cruz. Junto a su “agua viva”, todo árbol, hasta el más seco y estéril, siempre puede llegar a florecer. Esta “pobreza” es fruto del amor y se aprende especialmente cuando parece que falta todo… sólo queda el amor con que Dios nos ama.
*Con María la Iglesia camina en comunión, abierta a las sorpresas del Espíritu Santo: El himno de gozo evangélico, como es el Magníficat, no lo canta una persona a quien le ha sonreído la vida, sino quien corre la suerte de Jesús como María su Madre. Con ella se aprende la pobreza evangélica de tener el corazón siempre disponible, sin apegos ni condicionamientos, para darse a Dios y a los hermanos.
Domingo sexto Tiempo Ordinario, Año C (13 febrero 2022)
Publicado el sábado, 12 febrero 2022| Comentarios desactivadosen Domingo sexto Tiempo Ordinario, Año C (13 febrero 2022)
De Corazón, a corazón: Jer 17,5-8 ("Dichoso quien confía en el Señor… será como un árbol plantado junto a las aguas"); 1Cor 15,12.16-20 ("Si Cristo no ha resucitado, vana es vuestra fe… Pero Cristo ha resucitado como primicia de los que han muerto"); Lc 6,17.20-26 ("Bienaventurados los pobres, porque de ellos es el Reino de Dios")
Contemplación, vivencia, fraternidad, misión: El gozo de vivir es posible si se hace de la vida una donación de sí mismo, como Cristo y con Él. Puede faltar todo, menos Él. Si miramos la vida y la historia con fe y esperanza, todo suena a amor, puesto que todo ha sido creado por el Amor. Pero este lado positivo de la creación y de la historia, sólo se descubre en Cristo o, mejor, nos lo descubre Él, como diciéndonos: Te acompaño, ¿quieres ser una página de mi biografía de Hijo de Dios hecho hermano y “esposo”? Cristo es la “primicia” de esta resurrección del sentido de la vida y de la historia, que siempre pasa por la Cruz. Junto a su “agua viva”, todo árbol, hasta el más seco y estéril, siempre puede llegar a florecer. Esta “pobreza” es fruto del amor y se aprende especialmente cuando parece que falta todo… sólo queda el amor con que Dios nos ama.
*Con María la Iglesia camina en comunión, abierta a las sorpresas del Espíritu Santo: El himno de gozo evangélico, como es el Magníficat, no lo canta una persona a quien le ha sonreído la vida, sino quien corre la suerte de Jesús como María su Madre. Con ella se aprende la pobreza evangélica de tener el corazón siempre disponible, sin apegos ni condicionamientos, para darse a Dios y a los hermanos.
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