Reflexiones diarias sobre la Divina Misericordia
365 Días con Santa Faustina
Reflexión 16: Abandono total en Dios
Caer ante Dios. Póstrate ante Él. Si puedes, hazlo literalmente. Si fuera una distracción para los demás, entonces háganlo interiormente. Postrense ante Dios y pídanle que les muestre Su Divina Misericordia y Su Santísima Voluntad. Hay muchas veces en la vida cuando una simple oración o dos no son suficientes. Lo que necesitamos es abandonarnos totalmente ante Dios. Por supuesto, esto es lo que debemos hacer todos los días durante todo el día. Pero para llevar esta disposición interior de abandono total en Dios, necesitamos momentos concretos en los que hagamos de este nuestro acto de entrega absoluta y completa (Ver Diario #9).
Reflexiona, hoy, sobre cuán profundamente oras. ¿Solo ofreces algunas oraciones aquí o allá? ¿O te tomas un tiempo cada semana para hacer un acto de completo abandono y entrega a Dios? ¿Deliberadamente pones tu vida ante nuestro Gran Dios en total amor y confianza? Si no está seguro, asegúrese de hacerlo hoy.
Señor, me abandono en Tus manos y confío en Tu perfecta bondad y Misericordia. Me postro ante Tu Divina Majestad y me entrego a Tu amoroso cuidado. Jesús, soy totalmente tuyo. Jesús, en Ti confío.
365 Días con Santa Faustina
Reflexión 16: Abandono total en Dios
Caer ante Dios. Póstrate ante Él. Si puedes, hazlo literalmente. Si fuera una distracción para los demás, entonces háganlo interiormente. Postrense ante Dios y pídanle que les muestre Su Divina Misericordia y Su Santísima Voluntad. Hay muchas veces en la vida cuando una simple oración o dos no son suficientes. Lo que necesitamos es abandonarnos totalmente ante Dios. Por supuesto, esto es lo que debemos hacer todos los días durante todo el día. Pero para llevar esta disposición interior de abandono total en Dios, necesitamos momentos concretos en los que hagamos de este nuestro acto de entrega absoluta y completa (Ver Diario #9).
Reflexiona, hoy, sobre cuán profundamente oras. ¿Solo ofreces algunas oraciones aquí o allá? ¿O te tomas un tiempo cada semana para hacer un acto de completo abandono y entrega a Dios? ¿Deliberadamente pones tu vida ante nuestro Gran Dios en total amor y confianza? Si no está seguro, asegúrese de hacerlo hoy.
Señor, me abandono en Tus manos y confío en Tu perfecta bondad y Misericordia. Me postro ante Tu Divina Majestad y me entrego a Tu amoroso cuidado. Jesús, soy totalmente tuyo. Jesús, en Ti confío.
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